Se acerca la cita con las urnas en donde los españoles estamos llamados a elegir al próximo presidente del gobierno de España.
El arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz, ha sido claro y contundente en su carta pastoral de esta semana. Sin citar en ningún momento al partido de Abascal, entre sus líneas se desprende un claro guiño y apoyo a la formación conservadora. Pocos son los obispos que se atreven a meterse en el berenjenal de hablar sobre política por miedo a la corrección política. Munilla, siempre crítico con el PP, Argüello y Sanz Montes son tres de los obispos españoles referencia del bloque ‘conservador’ y son de los pocos que con mayor o menor contundencia, han opinado sobre las próximas elecciones.
Jesús Sanz escribe en su carta semanal que «en el reparto de espacios y funciones, se observa un desplazamiento calculado de la presencia cristiana en la sociedad. Parece que ha habido una especie de reajuste ante la otrora omnipresencia eclesial, según dicen los desplazadores. Así, lo que la comunidad cristiana puede hacer o decir, sufre una censura implacable al ser expulsada del paraíso de la modernidad donde se autoentronizan en su templo los nuevos predicadores».
Los «ultracatólicos»
El arzobispo de Oviedo ha entrado de lleno en la polémica de estos últimos días en la que numerosos medios de comunicación han tachado de «ultracatólicos» a políticos de VOX, como la presidenta de las Cortes Valencianas o al presidente del parlamento de Baleares. Con esta contundencia, el arzobispo de Oviedo desmonta esta burbuja creada por los medios y la izquierda: «se ha escuchado últimamente un adjetivo lleno de prejuicio etiquetador, para advertir del lobo que viene: «cuidado con los ultracatólicos». Lo de ‘ultra’ resulta ser un recurso curioso, especialmente en la boca de los amigos de todos los excesos paniaguados, las malas compañías que imborrables tienen en sus genes la sangre de sus actos terroristas o la rentable monserga de sus aspiraciones ‘indepes’, aliñadas con secesiones y bendecidas con indultos como moneda de cambio».
Además, el arzobispo recuerda que «la palabra de los que creemos en Dios sin hacerlo contra el hombre, es una palabra que bebe del alto testimonio del Señor Jesús, de la sabiduría que recogen los Evangelios, y que se estructura en la llamada doctrina social de la Iglesia y la tradición cristiana. Con este bagaje nos presentamos en una sociedad plural, a veces líquida, sin horizontes morales sólidos, y con un prurito neopagano que hace gala de su postcristianismo de salón».
Monseñor Jesús Sanz tampoco tiene inconveniente en poner en su sitio a los ultras climáticos. «Tenemos unos días abrasadores. Es lo que sucede en el verano con las calendas de julio, sin que lo decrete Greta Thunberg con sus cambios climáticos y demás corifeos que la jalean. Época de incendios que arrasan, también los hay cuando las llamas de políticas erráticas nutridas de mentiras patentes y mucha ideología que campa, nos dejan un pano-rama que sobrecoge por sus consecuencias varias», escribe el arzobispo.
«Porque los incendios, ya sean naturales o ya sean provocados, arrasan cruelmente todo un pasado: archivos y bibliotecas, enseres y aperos, campos y casas, todo cuanto representaba el diario paisaje de una vida cotidiana tejida de escenarios, de recuerdos, de patrimonio heredado, cuidado y trabajado», sostiene el prelado.
Para Sanz Montes, «todo eso sucumbe en el fragor de unas llamas que reducen a cenizas tantas cosas justas y necesarias. Me estoy refiriendo al patrimonio cultural, moral, convivial, religioso que durante tanto tiempo hemos compartido, aún en medio de nuestras tibiezas indiferentes, de peleas intolerantes y contradicciones que traicionan».
Vida, libertad y unidad de España
El arzobispo de Oviedo defiende en su misiva que «teníamos una historia de siglos que nos identificaba, con unos valores que alimentaban las creencias religiosas, las relaciones fraternas y el creativo afán de construir entre todos un mundo más justo, seguro y mejor».
Al final de su carta, Jesús Sanz hace un desglose de lo que considera que «van» las próximas elecciones generales y que bien podría ser un resumen de parte del programa de VOX: «una oportunidad de reestrenar lo que vale la pena, sin cansarnos nunca de estar empezando siempre: la vida en todos sus escenarios (naciente, creciente y menguante), la verdad como compromiso verificable de programas políticos que no mienten, la libertad en la expresión religiosa y cultural y en la elección educativa que para los hijos tienen los padres, el respeto por la historia sin reescribirla con memorias tendenciosas y falseadas que reabren heridas, el evitar confrontaciones que nos dividen y enfrentan fratricidamente, el cuidado del bien moral de la unidad de un pueblo rico en historia, paisaje, lenguas y riquezas complementarias».
En definitiva, Sanz Montes hace un llamamiento a votar y defender la vida, la libertad, derogar la ley de memoria histórica y en pro de la unidad de España.
El arzobispo de Oviedo concluye su escrito afirmando que «son el pequeño botón de muestra del vergel que deseamos que florezca ensoñado y sereno tras los incendios de las recientes pesadillas». Sanz Montes no se esconde y afirma que «entre el desastre trucado y mendaz y el cambio deseable, hay que escribir pacientes un itinerario juntos, especialmente las gobernanzas políticas salientes con sus propios matices complementarios, como bomberos verdaderos, lejos de los pirómanos mendaces. España lo necesita y se lo merece».
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Los pastores debemos ser valientes y animar a los fieles que voten a VOX, ya que es la única opción aceptable por un católico.
Efectivamente. No se puede votar a PSOETA, PP, partidos comunistas, proetarras y separatas si se es católico. Hacerlo es atentar contra una multitud de Mandamientos de la Ley de Dios.
Lo peor que podemos hacer es decir que no somos ultracatólicos, debemos devolverle su palabro, ¿nos llaman ultracótolicos porque exigimos un ultrasonido obligatorio? O debemos exigir a aquellos que jamás han pisado una iglesia que definan qué es aquello que se han sacado de la chistera para referirse a nosotros. Mientras no haya definiciones ni límites, que «hablen con mi mano»
He aquí un obispo valiente y claro.Es la antítesis del voluble y adaptable Francisco.Excelente.
La primera vez que se habla claro y sin tapujo. Hay que tener presente que el comunismo y socialismo en España, crearon un red de terror, crimen, latrocinio, pistolerismo y un odio salvaje a la Iglesia y la siguen teniendo. La Persecución Religiosa es un hecho evidente, que estos enemigos de Dios y de la civilización cristiana están alertas y cuando puedan gracias a la traición del PP,compañero estúpido de viaje, le ayuda en la destrucción de España. Hoy se cumple 26 años del asesinato de Miguel Ángel 🤍. El PSOE amigote de los asesinos del joven concejal de Ermua y el PP, ofreciéndose al PSOE para que se abstenga y gobernar en solitario.
El PSOE desde su fundación hasta el día de hoy ha sido y es un desastre para España. Provocó la guerra civil en 1933 cuando ganó el CEDA las elecciones. Sí provocó la muerte de 1200 personas en Austuria y destruyó varias iglesias y conventos (la quema de iglesias y conventos no empezó en 1934 sino en 1931 con la llegada de la república. Si no se destruye el PSOE, va a destruir España, con la ayuda del PP (se podría decir PPSOE). No es socialista ni obrero y menos español. Luego en febrero de 1936, hicieron pucherazo en julio mataron a Calvo Sotelo, jefe de la oposición. Con razón quieren imponer su propia versión mentirosa de la historia de España y la llaman «Memoria democrática». Además, de haber entregado todo el oro del Banco de España a Stalin, si no hubiera ganado Franco, España hubiera acabado como Cuba. Claro, para ellos la historia de España comienza en 1812 con la Constitución (liberal) de Cádiz.
Que Dios bendiga a Mons. Sanz Montes y le dé a España otros obispos como él.
Vota feijoo, con F de Francia y ya verás como se pone.
Bravo por Mons. Sanz. Yo hace tiempo que voto a este partido. ¡Ánimo VOX! De esta lo conseguimos.
Aquí habla.un obispo hombre de Dios, no como la mayoría de sus colegas de la CEE. Hombre, Argüello desde que es arzobispo de Pucela habla de otra manera, muy distinta a como lo hacía siendo portavoz de esa CEE, plagada de insustanciales miembros consagrados de la Iglesia, unos quizás masones, otros corroídos de socialismo o de francisquismo buenoprogreglobalista, una
cierta
mayoría traidores a la historia de la Iglesia española y a quien como máximo gobernante de España la defendió hasta el último aliento de su vida y se honró en Cristo Jesús en la hora de su muerte…
Ciertamente, el único voto con claros indicios de coherencia, sin nuestras todavía de traición, sin atisbos de globalismo ateo tiene tres letras…
Aquí habla.un obispo hombre de Dios, no como la mayoría de sus colegas de la CEE. Hombre, Argüello desde que es arzobispo de Pucela habla de otra manera, muy distinta a como lo hacía siendo portavoz de esa CEE, plagada de insustanciales miembros consagrados de la Iglesia, unos quizás masones, otros corroídos de socialismo o de francisquismo buenoprogreglobalista, una
cierta
mayoría traidores a la historia de la Iglesia española y a quien como máximo gobernante de España la defendió hasta el último aliento de su vida y se honró en Cristo Jesús en la hora de su muerte…
Ciertamente, el único voto con claros indicios de coherencia, sin nuestras todavía de traición, sin atisbos de globalismo ateo tiene tres letras…
A buen entendedor… El problema es que, incluso entre los católicos, hay muchos que no quieren entender. Y, que quede claro, no se trata de atarse a un partido determinado, sino de valorar en cada momento y en cada elección cuál de ellos se acerca más en su programa a la fe y la moral de la Iglesia, y luego votar en conciencia y coherencia: no por el mal menor, sino por el bien posible.
Apoyo totalmente tu tesis, Juan.
No obstante quiero añadir que en el momento de elegir la fuerza política a quien dar el voto, creo que lo mas importante es tener en consideración varias cosas:
Si lo que prometen o defienden encaja con nuestro pensamiento de deseo de nación, però sin dejarnos llevar por el fanatismo que no deja razonar bien.
Hay que ver a los políticos como gestores de los impuestos que pagamos, de nuestras creenzas espirituales, del orden, la gobernanza, la corrupción, relaciones con otros paises…
Pero, por encima de todo, seguir el programa ofrecido y, si no lo cumplen no volverlos a votar. Esto vale para qualquin partido. De momento mi pensamiento esta enfocada a dar el voto a VOX. De momento los mas limpios en todos los conceptos.
Gracias D. Jesús.
«Respeto por la historia sin reescribirla», «derogar la ley de memoria histórica», «unidad moral». Juegos pirotécnicos que no responden a la realidad sino a prejuicios inveterados. ¿Cuál es la historia que tenemos que respetar si nadie ha sido capaz de contarla con honradez y veracidad? Nuestros muchachos no saben historia porque nadie se la ha contado con respeto a la verdad. ¿Por qué derogar la ley de memoria histórica? España tiene que asumir su pasado como pueblo, al estilo del pueblo alemán, rechazar el franquismo y su dictadura, así como el nacionalcatolicismo que no hizo sino traicionar la justicia y el Evangelio. «La unidad moral» se crea respetando la democracia, respetando las leyes, buscando la justicia. El PP es un partido corrupto y VOX, su monaguillo aspirante a la celebración. Hay mucha tela que cortar y el arzobispo Sanz tiene tijeras de muy mal sastre.
En cuanto al respeto a la democracia, así sin más, dice la Biblia, o sea, dice La Palabra De Dios : “no seguirás a la mayoría en promover el mal “. La democracia es un sistema de contar votos. Pero habrá que ver qué se vota no? También Franco organizaba referéndums en los que había una participación masiva y apoyo total, luego… etc etc etc
Sr. Tostòn de la Calle. Controle sus arrebatos de cristofobia nada inteligentes y reconozca que VOX tiene razón, y la razón. A Pedro Sánchez ya no le salva ni su pelele Feijóo con contratitos ni cheques en blanco. Aquí se viene a razonar y a debatir a la luz de la fe, no a insultar a los votantes de VOX, para eso ya está el panorama mediático muy completo. Váyase a dar el tostón a otro sitio.
Hasta el Beato Juan XXIII elogió el régimen de D. Francisco Franco.
TOSTON…La historia que yo estudié en los años 60, está escrita y bien escrita, por muchos historiadores honestos y veraces, otra cosa es que Vd. no la quiera creer. Muchos chicos no la estudian porque, desde Zapatero, se les inculcó la historia de la mentira la del odio a España a sus gloriosos conquistadores que llevaron a evangelizar el mundo. La masonería se ha encargado de cambiar esa historia y de culpar a España de todos los males que, precisamente, han hecho ellos en el mundo.
La ley de memoria histórica hay que derogarla por mentirosa, porque sólo cuenta lo «malo» que fue Franco y no lo malos que fueron ellos durante la II Republica, empezando por ser una república bastarda que nadie votó, exigiendo que el Alfonso XIII se fuera de España, (y menos mal que no le mataron) siguiendo por la persecución que se hizo a la Iglesia, a los católicos, sacerdotes y conservadores por el mero hecho de ir a misa y de serlo. Ellos, los rojos, si que no respetan ni la democracia ni las leyes
Asumir su pasado ¿incluye considerar criminales a los de un bando de la guerra civil y santos varones a los del otro (pese a que estos últimos ya estuvieran asesinando bastante antes de la guerra)? Pero en fin, supongo que para ti la «unidad moral» consiste en votar con la ETA, los de paracuellos, las checas, los GAL, los defensores del telón de acero, los del oro de Moscú, el oro del Vita (lo que no tuvieron tiempo de enviar a Moscú), los millones de los ERE gastado en lo que todos sabemos, viajar en Falcon aunque sea para ir al cuarto de baño y demás demostraciones de «democracia» y «justicia» al estilo extremo zurdo.
Le iba a contestar, pero en el momento en el que he leído nacionalcatolicismo y la comparación de la dictadura en España con la Alemania nazi, me ha dado pereza. Sin duda, la ignorancia es muy atrevida
Igual me ha ocurrido a mí. No ya es que sea pereza, es irritante la falta de rigor histórico. Dicho con otras palabras: Es un tostón.
Esta misiva de Jesús Sanz Montes no ha sido publicada en Esta hora, el medio de la archidiócesis de Oviedo, como solía hacer semanalmente con sus cartas pastorales ,sino en un diario de tirada nacional.Un detalle no menor.