Mons. Santiago Gómez, obispo de Huelva: «Siempre que asimilamos la Iglesia a una ONG, estamos secularizando internamente la fe»

Santiago Gómez Sierra, obispo de Huelva Santiago Gómez Sierra, obispo de Huelva
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Hoy se cumplen tres años desde que el Papa Francisco nombró a monseñor Santiago Gómez Sierra como obispo de la diócesis de Huelva.

Santiago Gómez Sierra, de 65 años, sucedió en el cargo a José Vilaplana Blasco, el cual llevaba al frente de la diócesis onubense desde el año 2006. En esta entrevista con InfoVaticana, el obispo de Huelva aborda los retos que tiene por delante la diócesis andaluza y la Iglesia en general.

Además, reivindica el papel fundamental que ha tenido la Iglesia a lo largo de la historia en Europa y occidente; carga contra la ideología de género y anima a «reaccionar con firmeza» contra el aborto o la eutanasia recordando que «estos atentados contra la vida humana son un serio peligro para la cultura, para la convivencia y para la sociedad».

P-Acaban de celebrar la tradicional romería de El Rocío con la presencia del nuncio Mons. Bernardito Auza, ¿cómo ha vivido este acontecimiento?

R-Este Pentecostés del año 2023, ha tenido la singularidad de contar con la presencia del Nuncio de su Santidad en España, pues el día 14 de junio se cumplió 30 años de la venida del Papa S. Juan Pablo II al Rocío, cuando dijo aquella frase que ha quedado grabada en el alma de la devoción a la Virgen del Rocío: “que todo el mundo sea rociero”, diciendo, también, que el Rocío sea una escuela de vida cristiana, en esa tarea y labor estamos empeñados.

Santiago Gómez
Santiago Gómez, obispo de Huelva en la Romería del traslado de la Virgen en el año 2022 (Diócesis de Huelva)

P-Hoy se cumplen tres años desde su nombramiento como obispo de Huelva, ¿qué balance hace hasta ahora?

R-Cuando llegué recordé las palabras del Papa San Juan Pablo II en Novo Millenio Ineunte cuando dice: “No se trata, pues, de inventar un nuevo programa. El programa ya existe. Es el de siempre… se centra en Cristo mismo, al que hay que conocer, e imitar, para vivir en Él…y transformar con él la historia hasta…La Jerusalén celeste” (nº 29). Esa es la tarea que quiero continuar en la Diócesis. Fundamentalmente impulsar una Iglesia Misionera, fortalecer la transmisión de la fe en la familia y en todos los ámbitos donde eso es posible y al mismo tiempo subrayar el fortalecimiento del tejido comunitario, porque la invitación a seguir a Jesucristo es también invitación a incorporarse a una familia, la familia de Dios, la Iglesia.

P-¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la diócesis de Huelva?

R-El reto fundamental es la transmisión de la fe y el fortalecimiento de la conciencia de pertenencia, el sentido comunitario de la Iglesia. En esta Diócesis, como en muchas otras en España, la piedad popular es una gran ayuda cómo cauce de transmisión de la fe y de la vida cristiana.

Credo, Sacramentos, Mandamientos y Oración, son los cuatro pilares de la identidad cristiana

P-¿Y la Iglesia en general?

R-La Iglesia, en general, creo que tiene el reto de afirmar y mantener una identidad clara del ser cristiano, de la fe cristiana. Esta identidad la encontramos en el Catecismo de la Iglesia Católica. Credo, Sacramentos, Mandamientos y Oración, son los cuatro pilares de la identidad cristiana. Mantener esa identidad es fundamental y, al mismo tiempo, una identidad que tiene que explicarse, dar razón de nuestra esperanza, en una sociedad que ya no entiende la vida cristiana. Con paciencia, con delicadeza y con el testimonio de la buena conducta tenemos que evangelizar sin cansarnos.

P-Dentro de la CEE es usted miembro de la comisión la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado. ¿Cómo cree que debemos afrontar el reto de la evangelización a día de hoy en España?

R-Creo que afrontar el reto de la Evangelización hoy en España debe partir de la convicción de que no se puede dar por supuesta. El reto de la evangelización nos exige que hagamos todo lo que está en nuestra mano para suscitar de nuevo la fe en el corazón de las personas. Es necesario tener presente lo que decía Pablo VI en Evangelii Nuntiandi: No hay evangelización verdadera mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino y el Misterio de Jesús de Nazaret Hijo de Dios. Para el cristiano Dios no es una abstracción, sino que tenemos que remitirnos a Jesús, que dice: “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre”. Por tanto, remitir a Cristo es la tarea permanente de la Nueva Evangelización.

Santiago Gómez, obispo de Huelva
Santiago Gómez, obispo de Huelva, durante la homilía en la Misa del Rocío en el año 2022 (diócesis de Huelva)

P-¿A qué achaca este rápido proceso de secularización de la sociedad española?

R-La secularización en la sociedad española tiene un contexto en la secularización de la cultura europea, incluso de la cultura occidental. Hay una historia que ha ido marginando la religión y, particularmente, el cristianismo desde hace siglos. Se ha olvidado que no se entienden los derechos humanos, ni la cultura de occidente, ni por supuesto la cultura de Europa, ni la cultura española sin la fe cristiana, sin la aportación de la Iglesia Católica. No se ha hecho justicia con la Historia y haciendo tabla rasa se quiere construir una nueva cultura. La ideología de género tiene mucho que ver con este proyecto. Por otra parte, la secularización también se debe a causas internas dentro de la propia Iglesia Católica. Siempre que asimilamos la Iglesia a una ONG estamos secularizando internamente la fe.

La Iglesia tiene que levantar la voz en defensa de la vida humana con argumentos racionales

P-En numerosas ocasiones usted se ha mostrado tajantemente contrario al aborto o a la eutanasia. ¿Le preocupa que vaya pasando el tiempo y la sociedad normalice este tipo de cuestiones?

R-Por supuesto que el aborto y la eutanasia me preocupan, como le preocupan a la Iglesia y a la comunidad cristiana. Inconscientemente en la sociedad se puede ir dando un proceso que identifique lo que es legal con lo que es moral. Así lo legal se convierte inconscientemente en moral. Debemos reaccionar con firmeza, no podemos sucumbir a una estrategia de acomodación, para no molestar con estos temas. La cultura dominante llega hasta la locura y la irracionalidad de convertir el aborto o la eutanasia en un derecho de las personas. La Iglesia tiene que levantar la voz en defensa de la vida humana con argumentos racionales, en primer lugar, e iluminados desde la revelación divina. Estos atentados contra la vida humana son un serio peligro para la cultura, para la convivencia y para la sociedad.

P-Acabamos de salir de un periodo de elecciones municipales y autonómicas y en breve estamos llamados a votar otra vez para las elecciones generales. ¿Qué debe tener en cuenta un católico antes de votar?

R-Con motivo de las elecciones municipales hice un mensaje para los diocesanos ofreciendo algunos criterios a tener en cuenta a la hora de decidir el voto, igual valdrían para las elecciones generales. La Iglesia católica no tiene un partido propio, pero puede proponer unos criterios comunes para una conciencia bien formada, criterios que se encuentran en la Doctrina Social de la Iglesia. Estas son el respeto y la dignidad de la persona humana, desde su concepción hasta su muerte natural; el bien común, que no es el bien de un grupo sino el bien de todas las personas y de todas las dimensiones de la persona; La subsidiariedad, principio clave en la doctrina social de la iglesia, que rechaza propuestas estatalistas que no respetan ni la familia y ni el papel de los padres con sus hijos, o politiza tantas instancias y tantos grupos que forman el tejido social no se respetan; y la solidaridad con todos los grupos sociales y con todas las personas, una solidaridad que, particularmente, tiene en cuenta a los más pobres y marginados. Un católico tiene que ver cómo estos principios están reflejados en las propuestas de los partidos a los que vota.

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Comentarios
24 comentarios en “Mons. Santiago Gómez, obispo de Huelva: «Siempre que asimilamos la Iglesia a una ONG, estamos secularizando internamente la fe»
  1. Y si convertimos la Iglesia en un grupo de puristas guardianes de una fe vacía de misericordia, serán (o ya lo son en algunos casos) los nuevos fariseos, que una y mil veces crucifican al Señor porque les molesta lo que dice y hace.

    1. Marquitos, nadie pretende hacer de la Iglesia un grupo de guardianes puristas, salvo claro está de la pureza de Cristo.

      En cambio, sí hay quienes quieren convertir a la Iglesia es una simple ONG.

      El fariseo al que reprueba Cristo es que cada uno tenemos en nosotros mismos. Cuando uno emplea el término «fariseo» contra terceros, he ahí un fariseo auténtico. ¿En qué se diferencia del fariseo su pensamiento de «gracias, Señor, porque yo no soy como estos guardianes puristas de Infovaticana»? En nada, es exactamente lo mismo.

      Jesucristo hace lo siguiente: evangelizar siempre.
      Jesucristo dice lo siguiente: siempre hay que evangelizar, sin excepciones ni censuras, anunciar toda la Verdad.

      Creo que a quien le molesta lo que Cristo hace y lo que Cristo dice es a ti, Marquitos, que lo quieres manipular a tu antojo.

  2. La Iglesia no es una ONG pero no es menos que una ONG, es màs.

    Es decir:
    No ser una ONG no la exime de la obra humanitaria de las ONGs sino q la enriquece con su obra evangelizadora. Es misión.

    Es la firma lo q las distingue pues la obra humanitaria de la Iglesia lleva la firma de Cristo.Y así aquellos q reciben la ayuda de un cristiano conocen a Cristo por medio de este: por sus obras y testimonio de vida.

    1. ACS, a Cristo se le conoce cuando se le anuncia, cuando se da razones acerca del elemento salvífico de su Palabra.

      Condicionar el anuncio de la Palabra al «testimonio de vida» es una trampa peligrosa, porque las más de las veces, la vida de los católicos no es santa ni ejemplar, sino pecadora y repleta de tropezones. Y sin embargo, eso no es excusa para cesar en la evangelización activa.

      Frente a quienes ocultan la necesaria apologética y la subordinan al sentimentalismo ramplón, frente a quienes abusan del «testimonialismo vital», debe recordarse siempre que la evangelización y la apologética son deberes inexcusables, sea cual sea el testimonio vital de cada uno.

      La fe puede y debe ser revelada para todos y de la misma forma, no con revelaciones privadas que llevan al relativismo y al humo de Satanás.

      San Eulogio de Córdoba expresamente lo estableció: se debe anunciar a Cristo a despecho del desánimo que nuestros propios pecados puedan causarnos.

      1. Hidaspes,

        que pesado , por Dios!!!!! no sé cuantas veces se lo tengo que explicar!!!! y usted dale que dale con su obsesiva persecución por motivo
        inexistente. Buff…a ver si ahora se entera!!!!:

        TESTIMONIO DE VIDA: Incluye:

        – vivir coherentemente con nuestra condición cristiana, fieles a Cristo, en el amor a Dios y al prójimo, en la entrega al servicio a los demás (ayuda humanitaria) etc. Más facil: » dar ejemplo».

        -dar a conocer a Cristo nuestro Rey, pero con el amor de (1Cor 13) y los frutos del Espíritu Santo de (gal 5), sabiendo encontrar los momentos para hablar y los momentos para callar (eclesiastés 3) -que significa hablar de Cristo con tacto, delicadeza, suavidad). Y no como ustedes lo interpretan: » para que no se ofendan, no!!!! sino para que esa ofensa no LES ALEJE DE CRISTO!, que es a quien llevamos al mundo.

        – Coherencia entre estas dos actitudes.

        SIGUE…

        1. «…hablar de Cristo con tacto, delicadeza, suavidad…»

          SIGNIFICADO DE LA FRASE:

          Anunciar a Cristo, anunciar sus maravillas, hablar de «NUESTRA FE, explicar que Cristo nos ama, y que murió por nuestra salvación etc.

          PERO, NO SIGNIFICA:

          ACUSAR a quien evangelizamos de SUS PECADOS
          NI CONDENARLE por ellos
          NI AMENAZARLES, con el infierno.
          porque esto no es anunciar sino denunciar.

          ANUNCIAMOS LA BUENA NUEVA:
          Que Cristo murió por nosotros y resucitó y que si le seguimos también nosotros resucitaremos en Él. Que gracias a su muerte y ,por el bautismo, somos injertados en su Cuerpo Místico y así, en Él, nos convertimos en hijos adoptivos del Padre.

          QUIEN ES EL ACUSADOR?

          «…Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado.

          1. ACS, evangelización activa, que significa:

            1º. Anunciar la Buena Nueva de forma íntegra, de modo que el no tolerar el pecado no equivale a «acusar» ni a juzgar. Allá donde Misericordia y Verdad se plantean como cuestiones incompatibles, allí reina Satanás.

            2º. Proclamar la Verdad de Cristo, porque eso es verdadero Amor y verdadera Misericordia, no significa condenar.

            3º. Advertir de las consecuencias del pecado, inclusive del Infierno, dado que hacer eso es Amor y Misericordia, por el Dios juez y el Dios amor no son excluyentes, son el mismo Dios.

            ¿Quién es el acusador? Usted, obviamente.

            En resumen, su «testimonio de vida» es relativismo y subjetivismo (ya condenados por la Iglesia), y su «delicadeza y suavidad» son adoración a Satanás.

            Conviértase, trilero farsante, antes de que sea demasiado tarde.

          2. ACS, en resumen.

            Usted confunde el «no juzgar» con la tolerancia ante el pecado.

            Usted confunde Misericordia con relativismo.

            Usted pide «testimonios» y coherencias como excusa para cegar la evangelización, que es algo que le quita el sueño y que odia con todo su ser.

            Usted invoca pasajes bíblicos que nada tiene que ver con los temas planteados, para luego escudarse infantilmente en ellos (el clásico de «no me lo diga a mí, dígaselo a San…)».

            Y no, no me explique nada, porque por desgracia, su objetivo lo entendemos todos los comentaristas acá desde hace tiempo. Y por eso no cejamos de corregirle con paciencia y caridad cristiana, y de orar por su conversión.

          3. QUIEN ES EL ACUSADOR?

            «…Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado.

          4. «ACUSAR a quien evangelizamos de SUS PECADOS
            NI CONDENARLE por ellos
            NI AMENAZARLES, con el infierno»

            ¿Se refiere usted a como hacía Cristo y como mandaba hacer? Hay que ver qué «buena» es usted; muchísimo más buena que Cristo. Por eso se permite el lujo de enmendarle la plana con todo desparpajo. Y claro, lo de acusar, condenar y amenazar lo deja usted para los católicos que la corrigen en esta página, a quienes sí les reprocha pecados inexistentes y, de forma más o menos encubierta, les amenaza con el infierno. A ver si es usted un poquito más coherente o menos hipócrita. Menudo «testimonio de vida» pésimo está dando usted aquí. ¡Como para dar lecciones!

          5. Catholicvs,

            Si se ha sentido aludido, tal vez deba meditarlo y ponerlo en oración pero no me culpe a mí.

          6. ¿Aludido? Mi comentario, lo mismo que el suyo propio y que el pasaje que transcribe, alude a usted. ¿O es que ni siquiera lee lo que usted misma transcribe?

        2. ACS, ¡pero qué pesado es usted!

          Deber de evangelización. Incluye:

          1. Anunciar la Palabra de Dios a cada momento. No hay momento para callar ni momento para secuestra parte de la Palabra. Se anuncia toda la Palabra, en todo momento.

          2. Anunciar la Palabra de Dios a trozos o sesgadamente no guarda relación con el amor cristiano.

          3. Anunciar la Palabra aun cuando nuestra vida no sea santa ni perfecta. La incoherencia no veta la evangelización, que opera siempre y en todo lugar.

          4. La decisión de abrazar a Cristo o de alejarse de Cristo es de cada uno, nosotros hemos de evangelizar siempre y de forma íntegra. No podemos callar por temores mundanos.

          No hace falta que me explique nada, porque, para variar, redunda en el mismo error malévolo: el testimonialismo como excusa para cegar y detener la evangelización. La Buena Nueva se tiene que anunciar siempre, con coherencia o sin ella, sin momentos de silencio o de ocultación.

          1. QUIEN ES EL ACUSADOR?

            «…Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado.

          2. «ACUSAR a quien evangelizamos de SUS PECADOS
            NI CONDENARLE por ellos
            NI AMENAZARLES, con el infierno»

            ¿Se refiere usted a como hacía Cristo y como mandaba hacer? Hay que ver qué «buena» es usted; muchísimo más buena que Él. Por eso se permite el lujo de enmendarle la plana con todo desparpajo. Y claro, lo de acusar, condenar y amenazar lo deja usted para los católicos que la corrigen en esta página, a quienes sí les reprocha pecados inexistentes y, de forma más o menos encubierta, les amenaza con el infierno. A ver si es usted un poquito más coherente o menos hipócrita. Menudo «testimonio de vida» pésimo está dando usted aquí. ¡Como para dar lecciones!

          3. Catholicvs,

            Si se ha sentido aludido, tal vez deba meditarlo y ponerlo en oración pero no me culpe a mí.

            Y le dejo q me aburre

          4. ¿Aludido? Mi comentario, lo mismo que el suyo propio y que el pasaje que transcribe, alude a usted. ¿O es que ni siquiera lee lo que usted misma transcribe?

            No, no lo deja porque se aburra: lo deja porque uno no puede defender lo indefendible de forma indefinida; y además sabe que jamás va a quedar por encima como el aceite.

    2. ACS Araceli Campos Sarmiento. «La Iglesia no es una ONG pero no es menos que una ONG». ¿NO te fatiga decir tanto disparate? La verdad que cansas.

  3. Palabras veraces y muy razonables las del sr. Obispo. De toda la entrevista destaco su denuncia de que lo legal no tiene que corresponderse siempre con lo moral y con que “La cultura dominante llega hasta la locura y la irracionalidad de convertir el aborto o la eutanasia en un derecho de las personas.”

    1. Enrique, muy cierto, el delirio de los «neoderechos» de género. Y que paradójicamente, conllevan cada uno de ellos la derogación efectiva de derechos naturales.

      Calificar los caprichos propios de derecho, y calificar a los derechos del disidente de «odio», he ahí el camino que se ha seguido desde el poder.

  4. Suscribo al 100 por 100 las afirmaciones del obispo Santiago Gómez en esta entrevista.
    Expresa con mucha claridad cuáles son los problemas principales que debe afrontar la Fe y la Iglesia hoy en día.

  5. Este mejor sería que se aplicara el cuento a sí mismo. La hipocresía tiene estas cosas. Mucho pontificar pero agenda 2030 total y viento en popa a toda vela.

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