(The Pillar/Luke Coppen)-Los jóvenes católicos franceses que acudirán a la Jornada Mundial de la Juventud en agosto se caracterizan por su fervor y su voluntad de ir contra corriente, según una nueva encuesta.
La encuesta, publicada por el semanario católico La Croix, ofrece una visión del pensamiento de los más de 30.000 jóvenes que se espera que viajen de Francia a Lisboa para asistir a la JMJ del 1 al 6 de agosto.
Según los investigadores, el 75% de los encuestados afirma asistir a misa al menos una vez por semana, y el 24% varias veces por semana.
Estudios anteriores habían mostrado que sólo el 7% de todos los jóvenes católicos bautizados en Francia asisten a misa semanalmente, lo que significa que los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud destacan entre sus coetáneos.
A la pregunta de por qué iban a misa, el 47% respondió que buscaba «un momento de encuentro íntimo con Jesús y de renovación espiritual», y el 24% se sintió atraído por «la celebración de un misterio sagrado».
El sociólogo Yann Raison du Cleuziou declaró a La Croix que las cifras mostraban que «la misa ocupa un lugar central en su experiencia espiritual y, por tanto, en su identidad».
Raison du Cleuziou sugiere que les atrae más el deseo de un encuentro personal con Dios que el de participar en una celebración colectiva, como en generaciones anteriores.
La encuesta también reveló que los peregrinos están abiertos a la Misa celebrada según el Misal de 1962, también conocida como «Misa tradicional en latín». Francia está considerada como uno de los principales centros mundiales del tradicionalismo católico.
Casi el 20% afirma asistir ocasionalmente a este tipo de misa, mientras que al 11% le gusta tanto como la misa vernácula, y el 8% la prefiere. Sólo el 12% la veía como «un paso atrás innecesario».
Los resultados de la encuesta se han publicado en vísperas de la peregrinación anual de París a Chartres, que atrae a católicos de mentalidad tradicional de todo el mundo. Según los organizadores, este año se han inscrito la cifra récord de 16.000 personas, la mitad de ellas menores de 20 años.
Más de la mitad de los encuestados -un 40% hombres y un 60% mujeres- afirmaron que era «gratificante ser identificado como católico entre los jóvenes de su generación», mientras que el 51% ha considerado la posibilidad de hacerse sacerdote o religioso.
La encuesta también examina las inclinaciones políticas de los jóvenes católicos. Los investigadores clasificaron el 52% como afines a la derecha, el 14% a la extrema derecha, el 8% al centro, el 7% a la izquierda y el 5% a la ecopolítica.
«No es el catolicismo el que se inclina hacia la derecha», argumenta Raison du Cleuziou, «sino que es el catolicismo de derechas el que se perpetúa mejor que el catolicismo de izquierdas».
En cuanto al papel de la mujer en la Iglesia – un tema que ha dominado el proceso sinodal en el mundo – el 33% dijo que «las mujeres tienen suficiente reconocimiento en la Iglesia», mientras que el 31% pensaba que las mujeres necesitan más reconocimiento, pero sin ser admitidas al diaconado o al sacerdocio.
Una cuarta parte se mostró de acuerdo con la afirmación de que «los católicos no deben ser juzgados o identificados por su orientación sexual», mientras que un tercio dijo que los católicos que se identifican como LGBT «tienen su lugar en la Iglesia en la medida en que no promueven la homosexualidad como igual a la heterosexualidad». Alrededor de una quinta parte dijo que «no se puede ser católico y practicar la homosexualidad».
El redactor jefe de La Croix, Jérôme Chapuis, sugiere que la encuesta confirma una «tendencia importante».
«Estos jóvenes católicos -entre los más comprometidos- parecen nadar a contracorriente de sus mayores. Su sensibilidad hacia la liturgia, su relación con la institución, sus opciones sociales: en todos estos temas, la mayoría están en posturas muy diferentes respecto a las generaciones que les precedieron», escribe.
La Croix elaboró la encuesta, realizada del 7 al 11 de mayo, poniéndose en contacto con los peregrinos que se habían inscrito en la Jornada Mundial de la Juventud a través de la Conferencia Episcopal Francesa, la Comunidad del Emmanuel, la Comunidad de Chemin Neuf y la Comunidad de Saint Martin. Se recibieron 4.028 respuestas completas.
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Si van a la JMJ no tendrán mucho fervor
Viví y trabajé en Francia. Aquello es un erial en lo que respecta a la fe. El cristianismo en la Galia no sólo está sometido a una omnipresente presión laicista anticristiana, sino que el clero, en general, adolece de tics muy parecidos al de sus colegas germanos. Dentro y fuera de la Iglesia, el cristianismo en Francia es un desastre. No obstante, tienen su aldea de irreductibles, tanto en los lefebvrianos como en tradicionalistas que se hallan de forma regular dentro de la Iglesia. En general, donde se ha mantenido la Tradición, el catolicismo se ha mantenido. La peregrinación de Chartres es Tradicional y atrae a los interesados en Cristo como un imán poderoso. No se trata de deporte ni está en proceso de secularización como el camino de Santiago, sino de una experiencia religiosa en estado puro, y por eso se celebra con la Misa de siempre. De hecho, esta celebración excluye al catolicismo modernista de una manera tan expresa que no necesita poner ningún cartel.