El cardenal Woelki señala que es Roma quien debe decidir sobre la bendición de parejas homosexuales

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El cardenal y arzobispo de Colonia, Rainer Maria Woelki, insiste en defender que las decisiones no pueden tomarse de manera unilateral.

La reciente Asamblea Sinodal alemana está provocando que la relación entre Roma y Alemania depende de un hilo. Aunque los obispos alemanes insisten en afirmar que quieren seguir unidos a la Iglesia católica, las decisiones tomadas esta última semana en la que se han aprobado consignas heréticas y contrarias a la doctrina y moral católica, apuntan a una evidente ruptura de los alemanes de manera unilateral con la Santa Sede. Desobedecen a Roma sin consecuencias.

El cardenal Woelki ha hablado para el medio alemán Kölnische Rundschau la decisión sobre la bendición de las parejas homosexuales debe tomarse a nivel de la Iglesia Universal. «El cardenal Woelki conoce el profundo deseo de las parejas del mismo sexo por una bendición de la Iglesia, con lo que el arzobispo puede empatizar», explicó la archidiócesis al Rundschau sobre la cuestión de la aprobación de la bendición de parejas gays.

Los participantes del Camino Sinodal aprobaron por abrumadora mayoría un texto denominado “Bendiciones para las parejas que se aman” por una mayoría de casi el 93%. Entre los obispos de la Conferencia Episcopal Alemana que forman parte del Camino Sinodal, el texto fue aprobado por 38 a 9, con 11 abstenciones. El cardenal Woelki fue uno de los que se abstuvo en la votación.

«El cardenal Woelki asume que el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana se esforzará por aclarar esta cuestión en Roma y espera la opinión de la Santa Sede», dijo el arzobispado al citado medio alemán.

Roma ya dictaminó sentencia: No

El purpurado alemán muestra una excesiva y cobarde prudencia que podría rozar la tomadura de pelo. Resulta chocante que Woelki se escude en Roma cuando la Santa Sede ya dejó bien claro que no se puede bendecir el pecado.

Si de verdad quedan obispos en Alemania en comunión con Roma, no pueden guardar silencio ni poner excusas. El Vaticano, a través de la Congregación de la Doctrina de la Fe, respondió hace justo dos años a una duda enviada al dicasterio sobre si la Iglesia podía impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo. La respuesta fue tajante: no. Y dicha respuesta fue aprobada por el Papa Francisco.

Para ser coherentes con la naturaleza de los sacramentales, «cuando se invoca una bendición sobre algunas relaciones humanas se necesita – más allá de la recta intención de aquellos que participan – que aquello que se bendice esté objetiva y positivamente ordenado a recibir y expresar la gracia, en función de los designios de Dios inscritos en la Creación y revelados plenamente por Cristo Señor». «Por tanto, son compatibles con la esencia de la bendición impartida por la Iglesia solo aquellas realidades que están de por sí ordenadas a servir a estos designios», explica la nota.

«Por este motivo, no es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo», determina el escrito.

La Iglesia «no bendice ni puede bendecir el pecado: bendice al hombre pecador, para que se reconozca como parte de su designio de amor y se deje cambiar por Él». La Iglesia «no dispone, ni puede disponer, del poder para bendecir uniones de personas del mismo sexo en el sentido anteriormente indicado», termina la nota de la Congregación emitida hace dos años.

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Comentarios
23 comentarios en “El cardenal Woelki señala que es Roma quien debe decidir sobre la bendición de parejas homosexuales
  1. El cardenal Woelki es un bjen pasror.
    En cambio es muy grave que el Papa no está haciendo nada para frenar la deriva de 38 obispos alemanes que ya deberían haber sido suspendidos, lo que convierte a Francisco en cómplice del cisma alemán.

      1. De buen pastor nada. Se ha rilado.
        Roma no tiene nada que decidir, es algo que esta decidido desde siempre. Desde San Pablo. Es como si Roma tuviese que decidir que a partir de ahora cuando sale el sol lo vamos a llamar día.
        Woelki no se ha opuesto a todas las herejías alemanas.

        1. Eso mismo he pensado. ¿Aquí va de la opinión de Bergoglio la cosa? ¿Si Bergoglio dice que «sí a que los gays se casen» ya hay que hacerlo? Si eso ocurriera, Bergoglio sería un Papa hereje y no podríamos aceptarlo de ninguna de las maneras.

          1. Es el Probe Migue, un cretino trasnochado, con más años que Matusalén y más m…… que un palomo cojo.

  2. «es Roma quien debe decidir sobre la bendición de parejas homosexuales».

    ¿Roma puede hacer eso?
    Éste es un caradura que pone de manifiesto una realidad en la Iglesia, a día de hoy: que los fieles ya no son ovejas, son borregos.
    Partiendo del axioma de que ahora los papas desde el mismo momento de su elección ya son santos (pasan de mirada torva a mirada misericordiosa) y todopoderosos en la Iglesia; que con el «poder de las llaves» y con el «tu es Petrus» pueden atar, y desatar hasta los matrimonios que Cristo declaró atados hasta la muerte, pueden hacer que lo blanco sea negro y que lo negro sea blanco, enmendar la plana al mismo Cristo dejándole por machista (no solo no tuvo apóstolas, sino que en la Última Cena, cuando estableció el sacerdocio, no había ni una señora), y pueden, ¡oh milagro!, contradecir el magisterio de todos sus predecesores vendiendo como virtud lo que estos habían proscrito y condenado como error…

    1. … sin que se vea afectada su infalibilidad ni la de ellos, y en lugar de ser tenidos por réprobos ser elevados a los altares.
      El mayor milagro es que todas estas cosas, como el Misterio de la Trinidad Santísima, encajan perfectamente en la mente de un católico actual.
      Ahora entiendo por qué algunos se empeñaban en que en el Concilio había que replantear la relación entre la fe y la razón, y reformular la naturaleza y misión de la Iglesia.

  3. El cardenal Rainer Maria Woelki es un gran hombre de fe que lucha heroicamente en un ambiente hostil hacia la Santa Iglesia. Por contra, Bergoglio y su camarilla alemana son una cuadrilla de sinvergüenzas a los que hay que obligar a dimitir.

    1. Tenemos el listón muy alto y todo lo que pasa por debajo nos vale.
      ¿De verdad cree usted que es un buen prelado alguien que en vez de decir que ni la Iglesia, ni el Papa, ni nadie puede bendecir uniones homosexuales, diga que es Roma la que tiene que pronunciarse al respecto? ¿Y si Roma dice que sí?
      Para este señor el problema no es bendecir un pecado que clama al cielo, el problema es que una parte podrida de la Iglesia desobedezca al papa (a Dios si pueden desobedecerlo), que está más podrido que ellos pero que, ya es difícil, es más taimado y disimula más.
      Insisto: el problema de la Iglesia no son los pastores, somos los borregos de los fieles.

  4. Bendecir en nombre de Dios lo que Dios abomina no se puede decidir ni de forma unilateral ni multilateral. Este cardenal también ha sucumbido a la presión de los homosexuales activos que parasitan la Iglesia, y que no es que tengan, como dice, un profundo deseo de recibir una bendición de la Iglesia, que no de Dios, sino de reivindicar con «orgullo» y blanquear su pecado también en la Iglesia, que no es lo mismo. Es terrible que tantos cardenales y obispos ya no sepan ni lo que es pecado.

  5. ¡Qué manera de marear la perdiz! Mentes cerriles empeñadas en defender lo que no tiene defensa posible. Cada uno que viva como le dé la gana, pero sin exigir la bendición para una relación pecaminosa. Lo que no pué ser, no pué ser y además es imposible.

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