El cardenal Ouellet, uno de los tres purpurados que firmó la carta que Roma envió a los obispos alemanes en la que paralizaba la creación de ‘consejos sinodales’ ha concedido una entrevista a Omnes.
La entrevista será publicada en la revista en su edición en papel del mes de febrero aunque ya han adelantado algunas respuestas.
El Prefecto del Dicasterio de los Obispos afirma sobre el Consejo sinodal planteado que: “Si la estructura del Consejo sinodal llevará al establecimiento de un funcionamiento del Consejo sinodal como lo que hemos visto, eso no es católico. Puede la praxis de otras Iglesias pero no es la nuestra. No lo es, porque no se conforma con la eclesiología católica y con el papel singular de los obispos, derivado del carisma de la ordenación, que supone que han de tener su libertad para enseñar y decidir».
«Hay ahí una fórmula sutil, por la que podrían decidir voluntariamente renunciar y aceptar de antemano el voto mayoritario de ese eventual Consejo. Lo cierto es que eso no se puede hacer; sería renunciar al oficio episcopal», señala el purpurado a Omnes.
Dice Ouellet a Omnes: “No tienen competencia para hacer esto”. Y se muestra prudente en cuanto a la voluntad manifestada por Bätzing de seguir adelante, pero garantizando el respeto a la normativa canónica: “Si quieren hacerlo así, lo deben mostrar. ¿De qué forma será? A partir de la experiencia no lo vemos así; al contrario, la experiencia nos dice que esto es peligroso”.
Además, el cardenal Ouellet afirma que el Camino Sinodal alemán «causa división, y es una de las cosas que les dije: división no solamente en la Iglesia, sino también en el colegio episcopal mundial, como se vio con los obispos que intervinieron para expresar sus preocupaciones a partir de lo que oyen. La unidad del episcopado mundial es absolutamente fundamental para la Iglesia, sobre todo en un mundo que camina hacia una ‘tercera guerra mundial’ que ya está en acto. El episcopado mundial es una fuerza de paz extraordinaria, que necesitamos proteger y mantener. El hecho de que todas estas propuestas pudieran sembrar confusión en el pueblo de Dios tampoco ayuda a la paz mundial, ni a la paz en la Iglesia”.
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El cardenal Oullet es igual o peor que sus pares alemanes, NO ENGAÑAN A NADIE! Todos están en el mismo charco de la masoneria!
A este cardenal habría que recordarle las palabras del Señor: «Sácate primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver con claridad la mota que está en el ojo de tu hermano» (Lc 6,42). Y digo esto, porque el Papa Francisco y los que le siguen (como monseñor Ouellet), están sembrando confusión doctrinal y división en la Iglesia, con lo que resulta irónico que hablen de la división que generan otros.
Es decir, que no estás de acuerdo con el rechazo del «Consejo Sinodal » que ha expuesto el Cardenal y por tanto estas de acuerdo con lo que viene del mismo?. No me ha quedado claro, o es que se trata de aprovechar una vez más cualquier ocasión para atacar a la jerarquía (bueno a la parte con la que no estás conforme, claro) y al Papa?.
O es que solo tú y unos cuantos os sentís legitimados (por no se sabe quién) para no solo decidir lo que está bien o mal sino también para determinar quién establece la disciplina dentro de la Iglesia?
Yo tampoco estoy de acuerdo. El motivo por el que el Sínodo alemán es malo es porque es herético y se aparte del depósito de la fe. No porque cause división. Y, si tanto les perturba, lo tienen bien fácil. Apliquen el derecho canónico y todo el mundo a su casa. Tienen la autoridad para hacerlo. Lo que pasa, es que se quedan en la entrevista y en la cartita. Mano dura!!! Que para otras cosas menos importantes la tienen
No sea demagogo, que ya somos mayores, hombre. Con lo que no estamos de acuerdo es con el argumento que emplea para oponerse al Sínodo, que es sumamente débil y maleable: ¿qué es eso de que no se puede crear división porque eso afecta a la paz mundial? Y ¿cómo que es la experiencia la que nos indica que el camino sinodal alemán es peligroso? ¿Acaso no hay ya suficientes motivos como para juzgarlo herético? ¿Es que solo se trata de una cuestión de si se es competente o no para hacer algo? Y ¿qué decir de lo de la unidad de los obispos? Parecen argumentos meramente burocráticos y administrativos, cuando lo más importante es que hay intentos muy graves de cambiar la doctrina.
La disciplina ya está establecida: se llama Derecho Canónico.Que se aplique ipso facto y punto.