Se teme que, tras la muerte de Benedicto, el obispo Wilmer se convierta en prefecto para la Doctrina de la Fe

Heiner Wilmer Heiner Wilmer, obispo de Hildesheim
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El pasado 28 informamos de que, según fuentes vaticanas, un grupo de cardenales logró bloquear el nombramiento del ultraprogresista obispo de Hildesheim, Heiner Wilmer, como prefecto de Doctrina de la Fe. Ahora, aseguran las mismas fuentes, tras la muerte de Benedicto, el nombre vuelve a las quinielas.

Según fuentes anónimas citadas por LifeSiteNews, el previsto nombramiento de Wilmer se detuvo no solo por la presión de un grupo de cardenales, liderado por el exprefecto Gerhard Müller, sino también por el disgusto del Papa Emérito al conocer los rumores de su elección.

“Tengo buenas razones para temer que el nombramiento de Wilmer solo se haya retrasado por la inminente muerte de Benedicto”, señala a LifeSite una fuente de alto rango del Vaticano. “Pero pronto se efectuará el nombramiento, una vez ‘liberado’ el camino”.

La fuente continuó diciendo que “ciertamente se puede decir públicamente, basado en la mejor fuente, que esto ocurre en contra de la voluntad del difunto, que quedó conmocionado por la heterodoxia del candidato y que veía su nombramiento como un traición a su legado”.

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Comentarios
23 comentarios en “Se teme que, tras la muerte de Benedicto, el obispo Wilmer se convierta en prefecto para la Doctrina de la Fe
  1. El Papa Francisco se ha separado de la doctrina católica en varios temas, y quiere implementar cambios erráticos en la Iglesia, para lo cual le irá muy bien nombrar a un heterodoxo como Wilmer.
    Oremos para que acabe pronto este pontificado.

    1. Coincido plenamente con usted, y agrego que tras leer el libro del Padre Charles Murr sobre lo que él presencio durante los años 70,s y 80’s en el vaticano, tengo la fuerte impresión que este papado esta plagado de masones, y lamentablemente la agenda masónica lavan a imponer!
      P.D. Lefebvre tenía toda la razón!

        1. En eso fue en lo que más acertó; en rechazar un concilio que fue un verdadero golpe de estado dentro de la Iglesia. Que por su carácter pastoral, como el propio Concilio a través de su secretario general comunicó, no obliga a ningún católico a creer la doctrina expuesta en él, salvo aquella que anteriormente haya sido declarada «de fe». Resumiendo, una reunión del consejo de administración de una empresa en la que se acuerdan distintas formas de organizar y dirigir la misma, y mediante la cual, con engaños y por la puerta de atrás, han pretendido cambiar la doctrina inmutable de la Iglesia; persiguiendo a cualquiera que haya abierto la boca en defensa de la verdadera fe.

          1. Excelente respuesta. La usaré toda vez que tenga que discutir con ultradefensores del CVII.

        1. Mucho antes. Si no es por el veto de Francisco José I, emperador de Austria-Hungría, el masón Mariano Rampolla del Tindaro hubiera sido papa. En su lugar eligieron a San Pío X.

    2. Esteban suelta un chisme y las chirmoleras de turno se sirven con la cuchara grande. Esteban suelta un chisme “de buena fuente” y se sueltan los enemigos del Papa a vomitar veneno porque si.

      1. Cualquier católico escribe algo y usted, un troll anticatólico que como actor es pésimo, tiene que poner siempre la guinda con sus mal disimulados ataques (y mal escritos también). El único que suelta veneno aquí es usted, a quien ya conocen bien todos los lectores y comentaristas: desde llamar «puta» a una comentarista habitual (Spes), «rata» a Sacerdote mariano, con quien está obsesionado (entre docenas de insultos, a cual más soeces, que le ha dedicado), hasta incluso llamar mentiroso a Francisco (a quien finge «defender», pensando que alguien se lo cree). Sométase a un exorcismo y deje de actuar, farsante.

  2. No solo porque tengo la leve sospecha que, de acá en adelante, las “fuentes anónimas” dentro de los Sacros Palacios seguirán utilizando el argumento qué tal o cual cosa “disgustaba profundamente al Emérito ya difunto”. Ya don Georg ha empezado a utilizar ese argumento, extrapolando sus propias conclusiones. En fin, nada nuevo de la manera de hacer chismes …

    1. Vaya forma de contradecirse: si las fuentes son «anónimas», para qué cita a Gaenstein, que no lo es? Igual sabe usted más que él sobre lo que pensaba y decía BXVI: como le llamaba a usted cada mañana para contárselo… Así, pues, lo que diga Gaenstein son «chismes», frente a lo que usted dice, que es «información privilegiada» de primera mano, naturalmente. ¡Ay, estos corifeos papales!

  3. Lo vuelvo a repetir, el demonio tiene prisa porque sabe que le queda poco, dice el Apocalipsis (el que pueda entenderlo que lo entienda). ¡Qué estas cosas sucedan es lo mejor que nos puede pasar! Para curar una infección hay que sajar la herida, retirar la carne podrida, raspar el hueso si fuera necesario y, llegado el caso, amputar el miembro enfermo.
    Es necesario conocer a los sinvergüenzas que tenemos dentro de la Iglesia, especialmente a los que están calladitos y ocultos (estos son los que no dan la cara, pero apoyan con su voto).

  4. Dios lo quiera, para que termine de derrumbarse la «iglesia» del Vaticano II. Ustedes, los neocones, viven asustados por nunca haber podido clarificar debidamente lo que es la obediencia y la enseñanza infalible. Quizá, por eso, también les corresponda caer. Al fin y al cabo, el progresismo no hubiese acvanzado sin que los conservadores les hubiesen ubicado un piso cada vez más a la izquierda para hacerles de escalón a esta gentuza.

    1. No hace falta ser un lince para saber las respuestas: lo temen los católicos. ¿Por qué? Si a usted le parece normal que se ponga al frente del dicasterio que se ocupa de la doctrina de la fe a alguien que no la profesa, pues no sé qué entenderá usted por normal. Titular clarísimo y manipulador usted, que se le ve la patita.

  5. Es de temer que tras la muerte del Papa Benedicto, muchos en la Iglesia se van a corromper aún más, porque aunque Benedicto XVI era discreto, su sola presencia ayudaba a contener ciertas iniciativas, mientras que con su ausencia, el desenfreno se puede adueñar de Francisco y sus seguidores.

  6. Los alemanes estàn aprobando un cisma… y se propone un obispo alemàn nada menos que para Prefecto de la Doctrina de la Fe? Si èsto se hace efectivo, es claro que Roma se rinde a los cismàticos…

  7. La cabeza de la Iglesia es Cristo, por lo tanto la Iglesia es Santa y el pecado no prevalecerá sobre ella. Da igual los medios que permita el Señor para dirigirla, todo es para bien de los que aman al Señor.

    Yo no creo que Monseñor Wilmer dirija el DDF, pero si así fuera Gloria al Señor siempre.

    El Catecismo de SJP II siempre lo tendremos entre nosotros, para orientarnos en nuestras vidas.

    1. «El Catecismo de SJP II siempre lo tendremos entre nosotros, para orientarnos en nuestras vidas»

      Bueno, lo que queda de él. Porque las modificaciones hechas por Francisco para que incorporare su ideología personal (errada y contraria a la doctrina católica), lo hace menos recomendable que cuando fue escrito originalmente. Véase, por ejemplo, el caso de la «pena de muerte», que tras la manipulación del texto, pretendiendo que cambiándolo ya se lograba cambiar la verdad, ahora se describe de forma opuesta a la doctrina de la Iglesia y como enseñaron los 265 primeros Papas, incluyendo JPII). ¿La verdad ha cambiado? No, sólo ha cambiado el texto, que ahora pone algo falso (nadie ha pretendido jamás que la fe se derive del catecismo, sino a la inversa: el catecismo es un libro que recoge la fe católica; si no lo hace no sirve para nada). Mejor recurra a otros catecismos, como el de San Pío X, tan vigente como siempre y que no dice cosas falsas.

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