¿Qué se necesita para ser obispo en España?

Fernando Prado Ayuso
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Después del nombramiento del entrevistador del Papa, el claretiano Fernando Prado, como obispo de San Sebastián, la Comunidad de Lanceros ha elaborado un vademécum para que los sacerdotes españoles tengan claro qué es lo que se necesita para ser obispo en España. 

El canon 378 del Código de Derecho Canónico vigente establece como norma general en la Iglesia que “para la idoneidad de los candidatos al Episcopado se requiere que el interesado sea:

  1. insigne por la firmeza de su fe, buenas costumbres, piedad, celo por las almas, sabiduría, prudencia y virtudes humanas, y dotado de las demás cualidades que le hacen apto para ejercer el oficio de que se trata;
  2. de buena fama;
  3. de al menos treinta y cinco años;
  4. ordenado de presbítero desde hace al menos cinco años;
  5. doctor o al menos licenciado en sagrada Escritura, teología o derecho canónico, por un instituto de estudios superiores aprobado por la Sede Apostólica, o al menos verdaderamente experto en esas disciplinas.
  • 2. El juicio definitivo sobre la idoneidad del candidato corresponde a la Sede Apostólica”. 

En España los requisitos para ser obispo, incluso para promocionar, deben ser, además de los anteriores si es que sigue vigente el CIC, los siguientes: 

  • Haber sido editor de las obras del papa Francisco cuando éste era arzobispo de Buenos Aires. Haberle hecho un libro entrevista. No queremos decir que el papa esté devolviendo ningún favor al candidato, solo que es la mejor forma de que el papa le conozca y gane puntos en la lista. Por ejemplo, Fernando Prado. 
  • Ser religioso, preferentemente de los Claretianos, o de los Agustinos, o de los Jesuitas en el caso de que aspiren a cardenal de la curia vaticana. El trabajo del cardenal Aquilino Bocos, claretiano y protector de los claretianos, está dando importantes frutos. Solo falta que consiga que el actual obispo de León, el claretiano Luis Ángel de Las Heras, se convierta en el próximo arzobispo de Madrid. De nuevo, habría que hablar de Fernando Prado.
  • Ser dirigido espiritual o cercano al jesuita Germán Arana, el señor del gran poder. Por ejemplo, Fernando Varela o Jesús Vidal.
  • Ser sacerdote aragonés amigo del cardenal Omella. Casos de José Antonio Satué y Ernesto Brotóns, la guardia pretoriana de Omella. 
  • Haber escrito en editoriales progresistas como PPC, Reinado Social,  Sal Terrae, tener una columna en Vida Nueva o similares. A sensu contrario, quien haya escrito en Mundo Cristiano, Palabra, que se olviden. Por ejemplo, el auxiliar de Getafe, José María Avendaño. 
  • Haberse dedicado a los inmigrantes, a los pobres, a los desfavorecidos, a los descartados, a los social, a Cáritas, sobre todo en la época en la que el consiliario era Omella. Por ejemplo, García Cadiñanos o Cobo. 
  • Haber prestado importantes servicios al cardenal Omella dentro de la Conferencia Episcopal. Por ejemplo, haciendo campaña por los candidatos de Omella, lo que también tiene como premio una segura promoción. 
  • Haber pedido salir de Madrid, lo que le viene muy bien a Omella para demostrar la incapacidad del arzobispo de Madrid. Santos Montoya. 
  • Haber convencido a un titular que lo mejor es que se dedique a viajar y así no tiene que trabajar en la diócesis. Cristóbal Déniz, les recordamos que es obispo auxiliar de Canarias. 
  • No pertenecer a ningún movimiento ni realidad eclesial, sobre todo al Opus Dei, a los Kikos o a Comunión y Liberación. Movimientos vetados en la actual época. Mejor dicho, pertenecer a los Operarios Diocesanos como el caso de Jesús Pulido, que además ha trabajado en la Conferencia Episcopal.  

Lamentamos que los sacerdotes que no cumplan estos requisitos o que hayan sido propuestos en épocas anteriores no lleguen a ser obispos en la Iglesia española.  

Diego Lanzas