La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha celebrado en Madrid su 260º reunión los días 27 y 28 de septiembre.
En este encuentro, los obispos han repasado varios de los documentos sobre los que están trabajando las distintas Comisiones Episcopales y organismos de la CEE antes de su paso a la Plenaria de noviembre.
Luis Argüello, todavía portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, ha comparecido en rueda de prensa para hacer balance de los temas discutidos y aprobados por la Permanente.
Sucesión de Argüello
Esta rueda de prensa ha sido el casi adiós del arzobispo de Valladolid de sus cargos en Añastro. El próximo mes de noviembre, en la celebración de la Asamblea Plenaria, los obispos españoles deberán buscar un sustituto a Argüello. El propio portavoz, aunque no ha desvelado ningún nombre, ha dejado la puerta abierta que su sucesor pueda ser un «obispo, sacerdote o laico».
El secretario general parece que buscar guardar distancias con la elección de su sustituto. En la votación de sus sucesor, se ofrecerá a los obispos una terna con varios nombres de entre los que deberán elegir al nuevo secretario general de la CEE. De igual modo, Argüello ha subrayado que los propios obispos pueden presentar promover nombres pero deben contar con la firma de al menos otros diez obispos.
Colaboración con el Defensor del Pueblo
Respecto a la colaboración de la Iglesia española con la comisión de investigación que está realizando el Defensor del Pueblo, el arzobispo de Valladolid ha respondido a la pregunta de los periodistas, que «no se nos ha solicitado ninguna colaboración concreta». Al mismo tiempo, ha recordado que la propia Conferencia Episcopal ha encargado este trabajo al despacho Cremades.
Monseñor Argüello ha insistido en que están a la espera de que el despacho termine la auditoria que está realizando, para la que le dieron de plazo un año. Además, el portavoz de los obispos españoles ha desvelado que el próximo 14 y 15 de octubre se llevarán a cabo unas jornadas en la sede de la CEE con los responsables de los temas de abusos de todas las diócesis de España.
Argüello quita hierro a las declaraciones de Irene Montero
Argüello también ha hecho referencia a la polémica de estos días que sacude a Irene Montero. «Nos preocupa que muchas de las leyes que están surgiendo tienen una concepción de la persona que sorprendentemente parece bastante contraria a algunos postulados del arco ideológico en el que se sitúa la ministra de Igualdad», ha afirmado el portavoz de los obispos españoles.
Además, el secretario general ha subrayado que «no se puede ser solidario de cintura para arriba, si se es insolidario de cintura para abajo». Entrando al meollo del asunto, Luis Argüello ha manifestado que cree que la ministra de Igualdad «defendiera en esas declaraciones que los niños puedan mantener relaciones sexuales». El arzobispo de Valladolid ha insistido en que lo que le preocupa mucho es el planteamiento que se esconde detrás en los textos legislativos y en la exposición de motivos. «Se ve una concepción de la persona inasumible», ha agregado el portavoz en referencia a esos textos legislativos.
Los años de Argüello como portavoz y secretario general
Sobre sus años al frente de la secretaría general y la portavocía de la CEE, Argüello ha confesado que ha sido «una experiencia enriquecedora a nivel personal».
Así mismo, ha destacado que la relación con las distintas Administraciones públicas «es complicada», ya que siempre prima la cordialidad en las formas pero luego siempre hay sorpresas.
Monseñor Argüello ha puesto de relieve como un hecho importante la visita que hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la sede de los obispos ya que se trataba de la primera vez que un presidente visitaba la casa de la Iglesia en España.
Durante este tiempo, el arzobispo de Valladolid ha tenido que vivir varias crisis como la pandemia o ahora los distintos conflictos que sacuden el panorama internacional. Argüello ha asegurado que «estamos en una super crisis y se ha dado una patada en el tablero de la globalización».
Argüello y el clergyman
Luis Argüello también ha sacado el tema que, de manera asombrosa, causó polémica en algunos ambientes.
El pasado domingo, el arzobispo vallisoletano ordenó a dos diáconos en la catedral de Valladolid. Al poco tiempo se hizo viral en redes sociales un trozo de un homilía en donde reivindicaba vestir de cura como «una revolución cultural», cosa en la que ha vuelto a insistir hoy en rueda de prensa.
Argüello ha destacado que en su homilía a los nuevos diáconos quiso poner en valor «el amor célibe y la obediencia a la verdad que nos hace libres». El arzobispo ha añadido otra rueda anécdota que le sucedió este verano en un encuentro con curas y laicos en el que algunos preguntaban ¿»quienes son los curas»?, ante la imposibilidad de poder identificarlos por las vestimentas.
«Parece trasnochado, pero se trata de hacer visible a Dios», ha remarcado el secretario general de la CEE en referencia a vestir de cura. Argüello ha insistido en que «en un mundo tan sexualizado se trata de hacer ver el amor célibe de Dios. Esa es la propuesta y es entusiasmante».
Lo que prácticamente todo el mundo comparte es la gran labor realizada por monseñor Luis Argüello durante estos años al frente de la secretaría general y portavocía de la Iglesia en España. Los obispos españoles tienen ahora la misión de encontrar un digno sustituto de Argüello, quien escapará del foco mediático para centrarse en sus tareas pastorales en Valladolid.
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«Nos preocupa que muchas de las leyes que están surgiendo tienen una concepción de la persona que sorprendentemente parece bastante contraria a algunos postulados del arco ideológico en el que se sitúa la ministra de Igualdad», ha afirmado el portavoz de los obispos españoles.
¿Me lo traduces, Argüello, a un lenguaje simple y con ejemplos?
«el uso del clergyman: «Parece trasnochado, pero se trata de hacer visible a Dios»»
Primero se dijo que la sotana y el hábito eran anticuados, de eso hace como cincuenta años, y que el clergyman, por el contrario, era la modernidad non plus ultra, y que sería el atuendo eterno del sacerdocio hasta el fin del mundo.
Y ahora, 2022, resulta que el clergyman es anticuado y tiene los días contados.
De otro lado, desconocemos cuál es el nuevo atuendo clerical ultramoderno que se nos propone, porque si es el vestido de laico, esto ya tiene más de 50 años de antigüedad, y es propio de los curas progres.
Quizás el nuevo atuendo es ir con una sotana con los colores propios de la Agenda 2030…
En qué quedamos… 😉
Lo diré una y mi veces. Es mejor el clergymsn a nada, pero la vestimenta del sacerdote católico es la sotana y siempre lo será
En lo de Irene Montero es un cagón. Dijo lo que dijo con absoluta claridad y, teniendo oportunidad de hacerlo, no las rectificó. Hay miedo por parte de los obispos. No merece la pena dejar de defender la verdad para, así, no ser insultados.
Creo que en lo de Irene Montero es mucho más inteligente don Luis de lo que se está comentando, decir que no quiso decir lo que dijo hace mucha más pupa a Irene Montero que toda la parafernalia en contra que está recibiendo. Don Luis mete el rejón donde se debe: en las leyes, no en declaraciones de una iletrada que lo mismo dice niñas que niñes, o una cosa y la contraria.
El abandono de la sotana o de cualquier otro atuendo clerical es un abandono de testimonio público de lo que uno es y de la determinación y profundidad de su creencia y de su condición. Un sacerdote con sotana da testimonio de Cristo aen un radio de dentenares de metros, porque es muy visible y llamativo. Inmediatamente que ves a ese hombre, con ese atuendo, lo primero que piensas es en Dios. «Dad testimonio» nos repiten una y otra vez sacerdotes modernistas que se quitan los atuendos en cuanto acaba la misa. La sotana es el uniforme del guerrero de Dios, del soldado sagrado. ¿Qué pensaremos de un soldado que esconde su uniforme? ¿Es fiable?¿Dará su vida si es preciso?… pero si tiene miedo de mostrar su uniforme sin que corra peligro alguno ¿Qué ocurrirá cuando se encuentre ante la persecución?.
Titular hoy del medio digital «El Español: La Iglesia, contra Vox y a favor de Irene Montero: «No defendió que los niños pudieran tener sexo».
Monseñor Argüello.
Una de las características de una secta es que imponen a sus sectarios una visión de las cosas que no tienen nada que ver con la realidad. Lo que dijo la señora Irene Montero lo comprende hasta un niño de parvularios. Pero parece ser que usted nos quiere corregir, como sino tuviesemos oídos para oir. Por lo tanto usted es en realidad un sectario, perteneciente a una secta que no es precisamente la Santa Iglesia Católica y Apostólica.
Que le vaya bien, pero más le valdría atarse una piedra de molino y tirarse al agua. Igual tiene suerte, el Pisuerga baja sin caudal, y no se ahoga.
Usted es una deshonra de martíres como el niño san Pelayo, que fue martirizado por rechazar los propositos deshonestos de un adulto.
Por último, monseñor Argúello: Si usted no quiere luchar, ser complaciente con el mundo, huir de las persecuciones porque tiene miedo, por favor cuelge la sotana. Nadie le criticará por ello, a no ser los hombres de mala voluntad. Haga como San Cipriano que en la primera persecución huyó y se ocultó. Después, en una segunda persecución no se ocultó, y hoy día es una de las grandes glorias de la Santa Iglesia Católica y Apostólica.
Él si que está trasnochado. El progrerío huele a neftalina que tira pa atrás
«Tratado en defensa de los ateos», por Monseñor Argüello. Inspirado en la obra homónima de San Agustín de Hipona.
Era un simple comentario, no pretendía responder a nadie, pero ha salido aquí. Disculpas.
Ha sacado la patita comunista de toda la vida, es un infiltrado de la masonería en la iglesia desde que perteneció a la Plataforma Democrática anti Franquista, los que algunos historiadores creen dieron la orden del asesinato del almirante Carrero Blanco. Hasta hace muy poco se sentía orgulloso por haber colaborado con acabar con aquel régimen que era confesional católico. Espero que los feligreses de Valladolid le den la bienvenida que se merece.