Los entresijos de la diplomacia vaticana

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Es bien sabido que no todo lo que ocurre dentro de la Iglesia es bueno y querido por Dios. La Iglesia es Santa y es una verdad de fe, que a su vez está compuesta por todos nosotros que somos pecadores.

Sí, desde el Papa hasta el último bautizado somos pecadores. Esto por tanto afecta a sacerdotes, obispos y cardenales. A lo largo de estos años, la diplomacia vaticana se ha llenado de lobos con piel de cordero, con ambiciones mundanas y muy alejadas de la fe católica y del propio Evangelio.

En no pocas ocasiones el comportamiento temeroso o impropio de personas con poder dentro de la Iglesia causa gran escándalo difícil de reparar. Escandalizados quedan muchos fieles cuando ven algunas declaraciones y actuaciones de quienes deberían ser garante seguro de la fe católica y escandalizados quedan también muchos sacerdotes, quienes de buena fe, entran en el circuito diplomático como un servicio a la Iglesia y ven como algunos, no todos, «peces gordos», aprovechan su puesto y condición para llevar una vida que nada tiene que ver con la vocación de servicio a la cual está llamado alguien que ocupa un puesto en representación de la Santa Sede.

Con este fin, para desgranar y desvelar el funcionamiento de este organismo que es la diplomacia vaticana, extendida por todo el mundo en representación del Vaticano en cada país, inauguramos un nuevo blog en InfoVaticana que llevará por nombre «dentro de una Nunciatura».

Su autor, contará su experiencia personal trabajando para la Santa Sede en distintos lugares y misiones. Ya en su primer artículo de presentación, el autor esboza alguno de los temas que irán apareciendo con el tiempo.

Experiencia diplomática

El protagonista reconoce que «lo que he vivido durante tantos años, la práctica totalidad de mi vida sacerdotal la he pasado trabajando en el Servicio Exterior de la Santa Sede, me haya escandalizado. Es que muchas de las cosas de las que he sido testigo harían ruborizarse al mismo marqués de Sade».

«Ciertamente, no sólo he visto cosas malas, he sido testigo de grandes maravillas que la Iglesia Universal tiene, he sido testigo de cómo el Evangelio da frutos de gracia en numerosos países muy lejanos de nuestra querida España e incluso Europa. He conocido personas, seglares, religiosos y sacerdotes, que trabajan para el Vaticano que son verdaderos cristianos, personas de fe y vida espiritual, pero también he visto justo lo opuesto», afirma el sacerdote en su primer artículo sobre su etapa diplomática.

La clave está en que «durante demasiado tiempo se nos ha intentado identificar la Iglesia con la Curia, la Iglesia Universal con la estructura temporal del Vaticano. No quiero hacer a la gente apartarse del verdadero, sereno y maduro amor a Pedro y sus sucesores, sino abrir los ojos ante lo que hoy se ha convertido el Vaticano. Señalar que algunos de sus males son endémicos y no dependen de éste o aquel Papa. Muchos cargan las tintas contra el actual Romano Pontífice, Su Santidad Francisco, pero es que gran cantidad de los problemas de la Curia se remontan a décadas atrás. Demasiadas veces los papas no son sino víctimas de un aparato burocrático desencarnado que nada tiene que ver con el mensaje evangélico», apunta el autor.

«No critico el hecho de la existencia de un andamiaje administrativo, critico el hecho de que dicho andamiaje en lugar de ayudar al Papa a pastorear la Iglesia, se ha convertido en un fin en sí mismo, en una institución que parasita a la Iglesia y que vive de ella, jugando con el sentimiento religioso de tantos y tantos buenos católicos que no dudan en vaciar sus bolsillos para financiar a esta panda», subraya el protagonista.

Todo esto y mucho más, podrán leerlo en las sucesivas entradas en este nuevo blog en InfoVaticana.

https://infovaticana.com/blogs/nunciatura/presentacion-del-blog/