¿Evitó Francisco un Motu proprio más duro para el Opus Dei?

El Papa Francisco reunido con dos prelados del Opus Dei en una audiencia en el Vaticano.

Hay quien apunta que así fue. Que el recién nombrado cardenal, el jesuita Gianfranco Ghirlanda, ha estado en desacuerdo con la configuración jurídica del Opus Dei es algo que viene de lejos. En concreto desde la bula Ut Sit de san Juan Pablo II.

Con la promulgación de la nueva Constitución Predicate Evangelium el pasado mes de marzo, Francisco inició un proceso de reforma de la curia romana. Una de las novedades, fue la decisión de pasar las prelaturas personales del Dicasterio de los Obispos al Dicasterio del Clero.

El papel del cardenal Ghirlanda

El propio Ghirlanda explicó en la rueda de prensa que «lo que ha hecho el papa Francisco es restablecer la coherencia dentro del orden canónico entre la competencia del dicasterio y la acción de la prelatura personal, el modo cómo las prelaturas personales están configuradas en el código, en plena coherencia con el Vaticano II y la legislación de Pablo VI», dijo en referencia al nuevo encaja del Opus Dei en la Iglesia.

El cardenal jesuita y experto canonista, es de los que ha considerado al Opus Dei como «una iglesia dentro de la Iglesia» y que gozaba de un poder y un encaje demasiado beneficioso gracias a la protección de san Juan Pablo II.

Entre los planes iniciales, fuentes solventes apuntan que estaba previsto enviar al Opus Dei al Dicasterio de la Nueva evangelización. Esto finalmente fue corregido y las prelaturas personales, la Obra en este caso, quedó incardinada en el Dicasterio del Clero. Quienes defienden este movimiento, argumentan que la gran mayoría de temas que trata el Opus Dei con la Santa Sede tiene que ver con el clero de la prelatura y por ello no verían con malos ojos cambio.

Es público la buena relación que mantienen el Papa Francisco con el número dos del Opus Dei, el también argentino Mariano Fazio y encargado de lidiar con la curia romana. Según apuntan algunas voces, Francisco habría rebajado el tono de un primer documento que llegó a sus manos y que iba a ser mucho más duro para la todavía única prelatura.

A pesar de esto, todavía existe cierto temor dentro del Opus Dei a que puedan llegar nuevas indicaciones de Roma, como desde nombrar un cardenal comisario al estilo la Orden de Malta o los Heraldos del Evangelio o incluso hacer de la Obra una especie de fraternidad sacerdotal en donde los sacerdotes sean los únicos miembros «oficiales» de la prelatura y los laicos queden marginados a un papel de meros colaboradores externos sin vínculo jurídico.

Motu Proprio y reforma de Estatutos

Tras el Motu proprio del pasado mes de julio, el Opus Dei tiene que modificar parte de sus Estatutos, que deberán ser revisados y aprobados de nuevo por la Santa Sede. Si bien es cierto, que desde Roma no se ha dado mayores indicaciones en el sentido de hacia qué dirección han de reformarse, por lo que no es descartable nuevas conversaciones entre el Papa y el prelado para aclarar exactamente lo que se quiere con la reforma de los Estatutos.

Además, esta reforma en la que ya trabajan canonistas de la prelatura, podría suponer la celebración de un Congreso extraordinario dentro del Opus Dei para dar el visto bueno y seguir los cauces previstos para reformar los Estatutos de la Obra, a pesar de la insistencia en el año 1982 de san Juan Pablo II tras la bula Ut Sit de que eso no se tocase.

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