Francisco pide no convertir la fe «en tradicionalismo que es la fe muerta de los vivientes»

Papa Misa Canadá Francisco durante la homilía (Vatican News)
|

El Papa Francisco celebró ayer su primera Misa pública de su «viaje penitencial» en el Commonwealth Stadium, de Edmonton (Canadá). En la fiesta litúrgica de San Joaquín y Santa Ana: “abuelos de Jesús”, el Santo Padre exhortó a “ser hijos de una historia que hay que custodiar” y “artesanos de una historia que hay que construir”.

Según medios oficiales, el Pontífice fue recibido por más de 50.000 fieles, dando un recorrido con el papamóvil, saludando y bendiciéndoles. Participaron también autoridades civiles, y miembros de las comunidades indígenas canadienses, a quienes dirige de manera especial este viaje apostólico.

El Obispo de Roma centró buena parte de su homilía en la figura de San Joaquín y Santa Ana y, en general, en todos los abuelos. El Papa invitó a  custodiar esta historia a la que pertenece cada persona, cada familia, de la que es heredero: “somos hijos porque somos nietos. Los abuelos imprimieron en nosotros el sello original de su forma de ser, dándonos dignidad, confianza en nosotros mismos y en los demás”, dijo.

El Sucesor de Pedro también habló sobre el futuro y cómo construir la historia. Una de las frases que dejó el Papa fue la siguiente: «Nos toca hacernos cargo de esta tradición que recibimos, porque la tradición es la fe viva de nuestros muertos. Por favor, no la convirtamos en tradicionalismo, que es la fe muerta de los vivientes, como dijo un pensador.

Ese pensador que citó el Papa Francisco es el estadounidense, Jaroslav Pelikan, quien se pasó del luteranismo a la Iglesia ortodoxa.

A continuación, les ofrecemos la homilía completa pronunciada por el Papa Francisco en su primera Misa pública en Canadá:

Hoy es la fiesta de los abuelos de Jesús; el Señor ha querido que nos reuniéramos en gran número precisamente en esta ocasión tan querida para ustedes, como para mí. En la casa de Joaquín y Ana, el pequeño Jesús conoció a sus mayores y experimentó la cercanía, la ternura y la sabiduría de sus abuelos. Pensemos también en nuestros abuelos y reflexionemos sobre dos aspectos importantes.

El primero. Somos hijos de una historia que hay que custodiar. No somos individuos aislados, no somos islas, nadie viene al mundo desconectado de los demás. Nuestras raíces, el amor que nos esperaba y que recibimos cuando vinimos al mundo, los ambientes familiares en los que crecimos, forman parte de una historia única que nos ha precedido y nos ha generado. No la elegimos nosotros, sino que la recibimos como un regalo; y es un regalo que estamos llamados a custodiar. Porque, como nos lo ha recordado el libro del Eclesiástico, somos «la descendencia» de los que nos han precedido, somos su «rica herencia» (Si 44,11). Una herencia que, más allá de las proezas o de la autoridad de unos, de la inteligencia o de la creatividad de otros en el canto o en la poesía, tiene su centro en la justicia, en ser fieles a Dios y a su voluntad. Y eso es lo que nos han transmitido. Para aceptar de verdad lo que somos y cuánto valemos, tenemos que hacernos cargo, de aquellos de quienes descendemos, aquellos que no pensaron sólo en sí mismos, sino que nos transmitieron el tesoro de la vida. Estamos aquí gracias a nuestros padres, pero también gracias a nuestros abuelos, que nos hicieron experimentar que somos bienvenidos en el mundo. A menudo fueron ellos los que nos amaron sin reservas y sin esperar nada de nosotros; nos tomaron de la mano cuando teníamos miedo, nos tranquilizaron en la oscuridad de la noche, nos alentaron cuando a plena luz del día tuvimos que decidir sobre nuestra vida. Gracias a nuestros abuelos recibimos una caricia de parte de la historia; aprendimos que la bondad, la ternura y la sabiduría son raíces firmes de la humanidad. Muchos de nosotros hemos respirado en la casa de los abuelos la fragancia del Evangelio, la fuerza de una fe que tiene sabor de hogar. Gracias a ellos descubrimos una fe familiar, una fe doméstica; sí, es así, porque la fe se comunica esencialmente así, se comunica “en lengua materna”, se comunica en dialecto, se comunica a través del afecto y el estímulo, el cuidado y la cercanía.

Esta es nuestra historia que hay que custodiar, la historia de la que somos herederos; somos hijos porque somos nietos. Los abuelos imprimieron en nosotros el sello original de su forma de ser, dándonos dignidad, confianza en nosotros mismos y en los demás. Ellos nos transmitieron algo que dentro de nosotros nunca podrá ser borrado y, al mismo tiempo, nos han permitido ser personas únicas, originales, libres. Precisamente de nuestros abuelos aprendimos que el amor jamás es una imposición, nunca despoja al otro de su libertad interior. De esta manera, Joaquín y Ana amaron a María y amaron a Jesús; y así es cómo María amó a Jesús, con un amor que nunca lo asfixió ni lo retuvo, sino que lo acompañó a abrazar la misión para la que había venido al mundo. Tratemos de aprender esto como individuos y como Iglesia: no oprimir nunca la conciencia de los demás, no encadenar jamás la libertad de los que tenemos cerca y, sobre todo, no dejar nunca de amar y respetar a las personas que nos precedieron y nos han sido confiadas, tesoros preciosos que custodian una historia más grande que ellos mismos.

Custodiar la historia que nos ha generado —nos dice el Libro del Eclesiástico— significa no empañar “la gloria” de nuestros antepasados, no perder su recuerdo, no olvidarnos de la historia que dio a luz nuestra vida, acordarnos siempre de aquellas manos que nos acariciaron y nos tuvieron en sus brazos. Porque es en esta fuente donde encontramos consuelo en los momentos de desánimo, luz en el discernimiento, valor para afrontar los desafíos de la vida. Pero también custodiar la historia que nos ha generado significa volver siempre a esa escuela donde aprendimos y vivimos el amor. Ante las decisiones que tenemos que tomar hoy, significa preguntarnos qué harían los mayores más sabios que hemos conocido si estuvieran en nuestro lugar, qué nos aconsejan o nos aconsejarían nuestros abuelos y bisabuelos.

Queridos hermanos y hermanas, preguntémonos, entonces, ¿somos hijos y nietos que sabemos custodiar la riqueza que hemos recibido? ¿Recordamos las buenas enseñanzas que hemos heredado? ¿Hablamos con nuestros mayores, nos tomamos el tiempo para escucharlos? En nuestras casas, cada vez más equipadas, cada vez más modernas y funcionales, ¿sabemos cómo habilitar un espacio digno para conservar sus recuerdos, un lugar especial, un pequeño santuario familiar que, a través de imágenes y objetos amados, nos permita también elevar nuestros pensamientos y oraciones a quienes nos han precedido? ¿Hemos conservado la Biblia o el rosario de nuestros antepasados? Rezar por ellos y en unión con ellos, dedicar tiempo a recordarlos, conservar su legado. En la niebla del olvido que asalta nuestros tiempos vertiginosos, hermanos y hermanas, es necesario cuidar las raíces, y así es cómo crece el árbol, así se construye el futuro. Reflexionamos ahora sobre un segundo aspecto: además de ser hijos de una historia que hay que custodiar, somos artesanos de una historia que hay que construir. Cada uno de nosotros puede reconocer lo que es, con sus luces y sus sombras, según el amor que ha recibido o le ha faltado. El misterio de la vida humana es este: todos somos hijos de alguien, fuimos generados y formados por alguien, pero cuando nos hacemos adultos, estamos también llamados a generar, a ser padres, madres y abuelos de alguien más. Así, pues, viendo a la persona en que nos hemos convertido, ¿qué queremos de nosotros mismos? Los abuelos de los que procedemos, los mayores que soñaron, esperaron y se sacrificaron por nosotros, nos plantean una pregunta fundamental: ¿qué tipo de sociedad queremos construir? Hemos recibido tanto de manos de los que nos han precedido, ¿qué queremos dejar en herencia a nuestra posteridad? ¿Una fe viva o una fe al “agua de rosas”, una sociedad basada en el beneficio individual o basada en la fraternidad, un mundo en paz o un mundo en guerra, una creación devastada o un hogar todavía acogedor?

Y no olvidemos que este movimiento da vida, pues va desde las raíces hasta las ramas, las hojas y las flores y los frutos del árbol. La verdadera tradición se expresa en esta dimensión vertical: de abajo para arriba. Tengamos cuidado de no caer en la caricatura de la tradición, que no se mueve en una línea vertical —de las raíces al fruto— sino en una línea horizontal —adelante-atrás— que nos lleva a la cultura del “retroceso” como refugio egoísta; y que no hace más que encasillar el presente y preservarlo en la lógica del “siempre se hizo así”.

En el Evangelio que hemos escuchado, Jesús dice a los discípulos que son dichosos porque pueden ver y oír lo que tantos profetas y justos desearon ver y oír (cf. Mt 13,16-17). Efectivamente, muchos creyeron en la promesa de Dios de la venida del Mesías, le prepararon el camino, anunciaron su llegada. Sin embargo, ahora que el Mesías ha llegado, los que pueden verlo y oírlo están llamados a acogerlo y a anunciarlo.

Hermanos y hermanas, esto también vale para nosotros. Nuestros predecesores nos transmitieron una pasión, una fuerza y un anhelo, un fuego que nos corresponde reavivar; no se trata de custodiar cenizas, sino de reavivar el fuego que ellos encendieron. Nuestros abuelos y nuestros mayores deseaban ver un mundo más justo, más fraternal, más solidario, y lucharon por darnos un futuro. Ahora, nos toca a nosotros no decepcionarlos. Nos toca hacernos cargo de esta tradición que recibimos, porque la tradición es la fe viva de nuestros muertos. Por favor, no la convirtamos en tradicionalismo, que es la fe muerta de los vivientes, como dijo un pensador. Respaldados por ellos, por nuestros mayores, que son nuestras raíces, nos corresponde a nosotros dar fruto. Nosotros somos las ramas que deben florecer y producir nuevas semillas en la historia. Así pues, hagámonos una pregunta concreta. Ante la historia de la salvación a la que yo pertenezco y frente a quienes me han precedido y amado, ¿qué hago? Si tengo un papel único e insustituible en la historia, ¿qué huella estoy dejando en mi camino; qué estoy haciendo, qué estoy dejando a los que me siguen; qué estoy dando de mí? Muchas veces la vida se mide por el dinero que se gana, por la carrera que se realiza, por el éxito y la consideración que se recibe de los demás. Pero estos no son criterios generativos. La pregunta es: ¿estoy generando, estoy generando vida? ¿Estoy difundiendo en la historia un amor nuevo y renovado? ¿Anuncio el Evangelio allí donde vivo, sirvo a alguien gratuitamente, como hicieron conmigo los que me precedieron? ¿Qué estoy haciendo por mi Iglesia, por mi ciudad, por mi sociedad? Hermanas y hermanos, es fácil criticar, pero el Señor no quiere que seamos sólo críticos con el sistema, no quiere que seamos cerrados, no quiere que seamos “de los que retroceden”, de los que se echan atrás, como dijo el autor de la carta a los Hebreos (cf. Hb 10,39), sino nos quiere artesanos de una historia nueva, tejedores de esperanza, constructores de futuro, artífices de paz.

Que Joaquín y Ana intercedan por nosotros. Que nos ayuden a custodiar la historia que nos ha generado y a construir una historia generadora. Que nos recuerden la importancia espiritual de honrar a nuestros abuelos y mayores, de sacar provecho de su presencia para construir un futuro mejor. Un futuro en el que no se descarte a los mayores porque funcionalmente “no son necesarios”; un futuro que no juzgue el valor de las personas sólo por lo que producen; un futuro que no sea indiferente hacia quienes, ya adelante en la edad, necesitan más tiempo, escucha y atención; un futuro en el que no se repita la historia de violencia y marginación que sufren nuestros hermanos y hermanas indígenas. Es un futuro posible si, con la ayuda de Dios, no rompemos el vínculo con los que nos han precedido y alimentamos el diálogo con los que vendrán después de nosotros: jóvenes y mayores, abuelos y nietos, juntos. Vayamos adelante juntos, soñemos juntos. Y no olvidemos el consejo de Pablo a su discípulo Timoteo: “Acuérdate de tu madre y de tu abuela” (cf. 2 Tm 1,5).

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
77 comentarios en “Francisco pide no convertir la fe «en tradicionalismo que es la fe muerta de los vivientes»
  1. Dice San Pablo: «Yo mismo recibi esta tradición que os he transmitido» (1 Cor 11, 23). Pero en cambio el Papa menoscaba la tradición a la que insulta llamándola «fe muerta de los vivientes.» Y esto lo hace cuando, tanto en discursos como en textos escritos, proclama mensajes contrarios a la doctrina definida (véase por ejemplo en Amoris Laetitia, en los cambios en el Catecismo, y en múltiples afirmaciones).
    Si a diferencia del actual, el próximo pontífice es fiel, es previsible que c o
    n d e n a rá los errores del Papa Francisco, como ya se hizo, por mucho menos, con el Papa Honorio I.

      1. Pedro: El Concilio de Constantinopla III en el año 681 y el Papa León II, excomulgaron y anatematizaron al Papa Honorio I (después de muerto) y condenaron sus errores por haber consentido el monotelismo. Y durante muchos años los nuevos pontífices, al hacer su juramento decían : «Juro no caer en los errores del Papa Honorio.»
        Por tanto lo del Papa Francisco no es algo nuevo, sino que ya hay precedentes en la Historia de la Iglesia. La diferencia es que Honorio cayó en un solo error, mientras Francisco incurre en muchos.

        1. Entonces, si es seguro que un papa legítimo y de buena doctrina, es decir, católico, excomulgaría a Francisco sin ninguna duda, entonces por pura lógica y sentido común no hace falta esperar a tal decisión; Ya lo es, ya está excomulgado porque ´él mismo se ha separado de la Iglesia.

        2. El error del monotelismo en su época equivale al actual error del ecumenismo de las religiones e indiferentismo religioso de la libertad humana, no sólo sostenido por Francisco sino por muchos más papas y clérigos.

        3. Sacerdote Mariano, tus acusaciones ya las refutó san Roberto Belarmino en «De Romanao pontífice», Tomo II, libro IV, capítulo XI. Te recomiendo su lectura.

        4. Tenga en cuenta que hoy día se están reactivando estas falsas acusaciones de herejes de la época contra papas legítimos para pretender que «no pasa nada porque Francisco sea hereje, ya que ha habido otros papas herejes», lo cual es absolutamente falso. De hecho el concilio Vaticano I lo declaró en su constitución Pastor Aeternus:
          «Esta Sede de San Pedro siempre permanece libre de error alguno, según la divina promesa de nuestro Señor y Salvador al príncipe de sus discípulos: «Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y cuando hayas regresado fortalece a tus hermanos» Este carisma de una verdadera y nunca deficiente fe fue por lo tanto divinamente conferida a Pedro y sus sucesores en esta cátedra»

          1. ¿Tampoco ha habido anti-papas, que fueron considerados «legítimos» durante sus respectivos pontificados, y que la Iglesia sólo condenó tras su muerte? No creo que éso también lo niegue, porque es de público conocimiento y así lo reconoce la misma Iglesia. Y esas exclusiones se produjeron mucho antes del Concilio Vaticano I, que al definir el dogma no inventó nada nuevo ni estableció nuevas verdades que creer, sino que expuso como tal y confirmó lo que siempre había sido verdad. Por eso a todo aquel que, habiendo estado sentado alguna vez en la cátedra de San Pedro, fuera imposible defender como «libre de error», directamente se le borraba de la lista de Pontífices y ¡verdad a salvo! (fuera antes o después de la definición dogmática). No excluya que ocurra tal cosa con Francisco en el futuro, pues es más que evidente que su magisterio no está «libre de error», sino lleno de errores incompatibles con la fe católica que alguien deberá subsanar.

    1. No es la fe muerta de los vivientes sino la fe de lis muertos vivientes.
      Zombis intelectuales como vosotros, friki carcas.
      Y el Dios inexistente al que rendís pleitesía es el origen de esa enfermedad, de esa plaga que os convirtió en muertos vivientes comedores de carroña.

      1. «Zombis, frikis, carcas, plaga, carroña»… Además de repetirse como el ajo (parece que se le acaban los exabruptos y ocurrencias), ¿usted habla de enfermedad? Desde luego, el que no se consuela es porque no quiere. Y a ver si aprende a escribir de una vez o al menos usa un corrector automático, so lerdo.

      2. MENSAJE PARA EL BECARIO TONTO DE INFOVATICOÑA
        Haz el favor de borrar todos los mensajes del suplantador de JUAN NADIE. Eres mu tooorpe chaval.

        1. ¿Ha escrito ya a D. Fernando Beltrán, director de Infovaticana, para decirle que resetee su cuenta y poder acceder con otro email (la única forma de publicar con un nick concreto es emplear el mismo correo electrónico con el que dio de alta esa cuenta)? No, ¿verdad? Además, no se sorprenda: contra toda probabilidad usted escribe ciertas palabras exactamente igual que el supuesto troll y que Uno (y como nadie más); aunque usted no se haya dado cuenta. Debe de ser por éso que les ha elegido a ambos… por la coincidencia. Pobri´ños.

      1. Menos mal que usted, que es Séneca redivivo, ha llegado para corregir las estupideces ajenas y sustituirlas por las suyas propias, aún mayores y bastante peor escritas. Ejemplo: «pero fijo bastantes». ¿Qué significa éso exactamente, aparte de que usted fija algo que no ha dicho, pues ha omitido el objeto directo? Bueno, qué le estoy contando a usted de complementos verbales, si apenas sabe escribir… (a veces olvido que usted, además de analfabeto, tiene serios problemas de comprensión debido a su deficiencia).

          1. No era una pregunta: que usted no es Séneca salta a la vista, «ingenioso». Menudo repertorio tan amplio tiene: «folla, folla, sexo, caca, pedo, culo, pis, carca, carca, rígidos, culo, culo…». Un frustrado sexual con menos luces que una cueva paleolítica, intentando llamar la atención con sus ridículas deposiciones infantiloides, llenas de faltas de ortografía. Patético. Como troll es un auténtico inútil (imagino que como en todo lo demás).

        1. CATHOLICUS
          No se si sabe usted lo del mono y la tiza.
          Haga el favor de soltar la tiza del FALSO JUAN NADIE. No sea simple y no le haga caso, o que piensa ¿que le va a convertir usted solito?

          1. ¿Convertirle? ¿En qué? Es más probable que se convierta en príncipe tras el beso de una princesa.

        1. Pues sí que es usted «adelantado» en algo (salvo en incultura). Como para hablar de retrasos ajenos… ¡Qué cómico! Y en cuanto a «suelto», lo único que está suelto es algún tornillo en su cabeza, como se encarga de demostrar cada vez que le da por exponer todo lo que tiene en ella, que es bien poco. Pero no se le pueden pedir peras al olmo: de donde no hay, no se puede sacar.

  2. Además, en su insulsa homilía, Francisco apuntala lo que parece la intención principal de este viaje que quiere propagar la difamación contra la Iglesia con expresiones como: «Un futuro en el que no se repita la historia de violencia y marginación que viven nuestros hermanos y hermanas indígenas.»

    1. «Nuestros abuelos y nuestros mayores deseaban ver un mundo más justo, más fraternal, más solidario, y lucharon por darnos un futuro. »
      Este hombre definitivamente perdió el norte,esto parece un discurso podemonguer con lenguaje inclusivo y todo.
      Vamos a ver Don Francisco, el cristiano está aquí de paso,aquí tiene que ganar la vida eterna,el cristiano vive en el mundo pero no es del mundo.El cristiano se desvive por la SALVACIÓN DE LAS ALMAS,pues esa es la Voluntad de Dios.
      Y ya que usted es mundano,revise su ideología porque fomentando el comunismo,el aborto ,el amancebamiento y la sodomía nunca va a conseguir ese mundo fraternal que pretende.Nunca.
      Conviértase y crea en el Evangelio antes de que el Señor lo llame a su Presencia.

      1. Y también fomenta desde el minuto 1 de su nefasto pontificado el blanqueamiento del Islam. Aunque no le faltaron importantes precedentes en esta locura

    2. Así es: propaga los delitos que haya podido cometer la Iglesia. Pero las cosas buenas, que son infinitamente más, siempre las ha callado; por lo visto es mejor que no se sepan.

  3. Los mensajes modernistas y mundanos vacían los templos, a marchas forzadas. El tradicionalismo, pese a la persecución vaticana (o quizás precisamente a causa de ella), consigue atraer a más creyentes a los templos. Yo no me considero tradicionalista, sino simplemente tradicional, pero debe reconocerse lo que es evidente y notorio.

    En el doloroso cisma que vivimos, es evidente que una rama está condenada a la muerte, tanto espiritual como biológica. La otra, en cambio, tiene futuro.

    Pese a todo, en el lejano horizonte se intuye que la Iglesia prevalecerá una vez más. Cuando el culto a los dogmas del globalismo diabólica se extinga, allí habrá católicos (tradicionalistas) que seguirán dando testimonio de la fe.

    La Tradición a todos venció, y a todos vencerá. No va a ser distinto con la pseudoreligión global.

    1. Yo tampoco soy tradicionalista y menos sedevacantista (porque Xto no se fue a dormir la siesta a la muerte del gran Pío XII, sino que siguió al timón de la Barca, a pesar de los pesares) pero, ¡qué curioso!…¿será la «sinodalitis» que obsesiona y trastroca la realidad hasta jacerla desaparecer? Todo muy «democrático» pero apenas el.pobre pueblo fiel se pregunta por tantas «dubias», ambigüedades, oscuridades, excentricidades (como la del cura en paños menores en la playa italiana), excesos y «novedades» viejas pero muy viejas con olor rancio y putrefacto de «progresismo» de los 60, 70 y 80… se lo «misericordia» implacablemente.

  4. Bergogolio, tu fe custodia la Pachamama, la pedofilia de MacCarrick y Zanchetta, la antittadicion de Antitraditionis Custodes, el sacrilegio de los adúlteros de AL, tu custodias el pecado.

  5. Ojalá pudiera creer que aún tendremos un Papa mejor, después del Papa Francisco, Pe. mariano.
    Son tantas las señales que, trás el vendrá el CAOS… Y señal más gran es la APOSTASIA en la Iglesia– que esta muy viva– como nos dice Jesús.

      1. No, es el primer «cuerno» de los dos que tiene la falsa iglesia predicha en Apocalipsis 13:11.

        «Y vi otra bestia que subía de (bajo) la tierra. Tenía dos cuernos como un cordero, pero hablaba como dragón. Y la autoridad de la primera bestia la ejercía toda en presencia de ella. E hizo que la tierra y sus moradores adorasen a la bestia primera, que había sido sanada de su golpe mortal».

        El falso profeta es el segundo «cuerno», Bergoglio es el Juan el Bautista del mismo, el que le está preparando el camino.

      1. ¡Viva la incultura!
        ¡Y el analfabetismo!
        ¡Y la psicopatía!
        ¡Y la fealdad del troll!
        Viva, viva.

        (Y no olvide su «caca-pedo-culo-pis», troll; o esos bonitos tiempos verbales con los que usted nos deleita, como la segunda persona del imperativo del verbo hacer, que según usted es «HACTE»).

  6. Aquí hay que entender una cosa. Cuando el modernismo habla de que algo está vivo o muerto está hablando del evolucionismo darwiniano. Por lo tanto cuando se dice «fe viva» o «Tradición viva» significa que como los organismos vivos, la fe o la tradicion va cambiando y evolucionando con el tiempo, es decir, la fantasiosa hermenéutica de la continuidad, ese continuo de cambios continuos sin ruptura.
    Cuando dicen que algo está muerto como la supuesta «fe muerta», se refieren a que permanece siempre igual como las piedras, como las tablas de Moisés. Todo cambio novedoso es siempre cismático en materia doctrinal, y lo es en el culto, si cambia la esencia o lo declarado a perpetuidad.

    1. Personalmente estoy deseando que el papa cambie toda la doctrina (infalible) que quiere cambiar para obligar a retratarse a todo el mundo católico, teniendo que elegir radicalmente o a Dios o al diablo, ya sabemos que no hay término medio.
      Lo que no deja de ser curioso es que los progresistas (modernistas) son la inmensa mayoría en el catolicismo, y aún así, el papa, no se atreve a cambiarla simplemente, sino que sólo hace que darle vueltas a las cosas para que no se note mucho que ha cambiado la doctrina (AL), o que sea asimilado por todos (Tradición) que los cambios son fruto de un progreso lógico.

      1. Es que echa una de cal y unas cuantas de arena, para que no se le vea demasiado el plumero… Pero eso no quita que muchos ya nos hayamos dado cuenta de sus intenciones. Yo prefiero seguir la doctrina de los anteriores papas que he conocido; Benedicto XVI afirma que la Verdad no cambia ni pasa nunca de moda, y a ello me atengo.

        1. En realidad Benedicto se refiere a la verdad en materia moral. En todo lo que no es moral, a Benedicto no le ha importado aceptar el cambio de doctrina del concilio pastoral. Si defiendiese realmente que la verdad no cambia hubiese renegado del ecumenismo de las religiones porque la «verdad que no cambia» en este caso es que el ecumenismo de las religiones y rezar con herejes por la paz está condenado por la iglesia.

      2. Aquí uno dispuesto a retratarse.
        ¿Que me vas a hacer, retrasado mental?
        Me vas a flagelar con tu ridícula tradición.
        Me das un miedito….
        Puedes masturbarte con un cirio tradicional en tu tradicional culo.

        1. «culo, culo, masturbación, caca, pedo, culo, culo, retrasado, retrasado». No hace falta que le diga nada más porque usted ya lo sabe, ¿verdad? Menudo papelón hace. Igual hasta se cree malote y todo, JAJAJAJAJAJAJA.

  7. Otra tontería más.
    Si fuera mínimamente sensato, se limitaría a leer en público fragmentos del Catecismo, y listo. Y nos evitaría tener que escuchar tanta frase absurda dicha por un supuesto Pontífice, que en cuanto abre la boca ya deja salir sus obsesiones y sus errores.
    Pobre Iglesia nuestra, Dios mío.

    1. Bienvenido a la herejía Santo Padre. Enseguida se dará cuenta de que está siguiendo al verdadero Dios y no a ese mierda tradicional que siguen los zombis ultra carcólicos.

      1. «ultra ultra, masturbación, caca, pedo, culo, pis, Santo Padre, Santo Padre, zombis, carcas»

        Para enmarcar sus aportaciones (en la cátedra de Psiquiatría de cualquier universidad, claro, no vaya usted a pensar).

          1. No están tan mal… para un niño de 2 años que acaba de aprender a hablar y que cree que escandaliza a sus padres (ingenuo). Pero usted ya es talludito para éso (a escribir, en cambio, aún no ha aprendido). Cada día se hace más evidente su necesidad de bromuro (por su abstinencia no buscada, pues nadie se presta ni pagando). Así está todo el día tan tenso y hablando de lo que no practica; pura obsesión. Pero nada, usted a su aire, no se vaya a traumatizar: «caca, caca, pedo, rígidos, rígidos, culo, pis, culo, culo…».

  8. Bergoglio se las toma con los que puede y con los que lo dejan hacerlo.
    A los alemanes que están tratando de formar su propia Iglesia nacional católica separada en el culto, la moral, lo económico y el poder (esto es lo que más le duele a Bergoglio) no les dice casi nada, se las toma con los que se quedan en los templos.
    Las naves y el atrio serán destruidos y sólo se salvará el tabernáculo.
    Pero es cierto que amaron los templos más que la fe porque San Atanasio le dijo a los herejes les dejamos los templos para conservar la fe.
    Pero muchos tradicionalistas y conservadores quieren una quinta dentro de una Iglesia católica ecuménica con tradicionalistas, conservadores y progresistas pero los progresistas quieren sus propias Iglesias nacionales católicas reformistas separadas ricas para los ricos.
    ¿Para qué necesitan a Bergoglio?
    La Iglesia partida, cada uno tirando de una parte de sus vestidos y sus carnes.
    Sembraron tempestades ahora que cosechen.

  9. Francisco dice distinguir tradición de tradicionalismo, pero por las obras se le reconoce, siendo evidente que el argentino ataca explícitamente la Tradición, cuando, sintiéndose amo y señor de la Iglesia, se atreve, sin tener autoridad para hacerlo, a cambiar las tradiciones recibidas de los apóstoles y proclamadas por pontífices auténticos. Francisco pretende implementar un cambio de religión en clara ruptura con sus predecesores.

    1. La ruptura con la Tradición ya se da con los sucesores de Pío xii, no con los sucesores de Benedicto XVI.
      En todo caso será la «re ruptura» pero es la del modernismo progresista con el modernismo conservador.
      No existía el modernismo sólo un poquito. O modernismo del todo como con Francisco, o vuelta a la Tradición como hasta Pío XII.

      1. Hablar de «modernismo conservador» es tan contradictorio como hablar de la «cuadratura del círculo»: un oxímoron que conduce, aceitadamente y casi sin darse cuenta, al absurdo del sedevacantismo….¡pero cómo no nos dimos cuenta! Si después de Pio XII Cristo se fue a dormir la siesta, abandonó el timón de la Iglesia y todavía no se despertó… por favor, no aumenten la confusión en medio de la tormenta perfecta…

        1. Es cierto, el modernismo conservador de Juan Pablo y Benedicto es tan absurdo que conduce a una segunda ola de sedevacantismo, ahora llamada BENEVACANTISMO.
          Por lo menos los viejos sedevacantistas sí que conservaron la fe católica íntegra y tradicional. Esta segunda ola cree en todos los errores doctrinales modernistas excepto en materia moral, como ambos papas. Los primeros dicen que no hay papa desde Pío XII, pero es que los segundos dicen que el Papa es otro señor, y eso ya es muy similar al cisma del Palmar de Troya: reconocer a otro como papa es irse de la iglesia.

  10. Es el colmo del ci- nismo, pide perdon por haberse dejado influenciar por el mundo en el pasado (m entira) mientras el se somete al mundo de una manera que no se habia visto jamás.
    Este hombre lo tiene todo.

  11. BOINAS ROJAS A los mártires de la Tradición
    Boinas rojas españolas, huestes henchidas de ideal, que conservaron ellas solas, el sentimiento nacional.
    Son los caudillos de la Fe, sembradores de ilusión, que con la vista puesta en ella, harán triunfar la Santa Tradición.
    Siempre en vanguardia en el combate, sereno y noble el corazón, en la bravura del embate vibra el espíritu español.
    Luchan pletóricos de fe, luchan vibrantes de ilusión, harán triunfar la Santa Tradición.
    Adelante boinas rojas, por la fe y el ideal, adelante el requeté. Viva Cristo Rey.

    Dedicado al Papa Francisco, perseguidor de tradicionalistas…….que Dios te perdone.

    1. El papa siempre habla en términos derivados de la Revolución Francesa como fraternidad, del trilema masónico, por que el actúa como masón, aunque a lo mejor no sabe que lo es. La fraternidad como la filantropía son los términos preferidos por el Gran Oriente que habla en francés, por eso desde el golpe masónico en la iglesia del Vaticano II, la jerarquía dejó de hablar como antaño en cristiano para expresarse en masonés. Y prohibió el latín. No caigamos en su trampa es el lenguaje del demonio.

    2. En su introducción a su obra el Estado Nuevo el mártir tradicionalista Victor Pradera, dijo que; la Tradición no es todo lo pasado, la Tradición es el pasado que sobrevive por sus virtudes y tiene por tanto virtud para hacerse futuro. El Tradicionalismo siempre defendió la unidad de ser, arraigada en el espíritu, en la cultura y en la sangre. Por eso el Tradicionalismo defiende la Unidad Católica por que el catolicismo fue el hecho aglutinante de la patria desde su fundación. Sin embargo llegado el liberalismo que conlleva en si mismo el germen de la disolución, todo lo permanente dejó de serlo, ni Dios por tanto se salvó, fue la disolución espiritual del pueblo , de la familia y finalmente de la nación, a ese paso vamos. La España católica resistió mientras que la iglesia se mantuvo fiel, cuando cayó en la traición del concilio nos quedamos sin apoyo moral, nos quedamos en el vacío, y en esas estamos esperando el final o el milagro.

  12. Todos los que tienen amor por la persona de Benedicto XVI (lo cual está muy bien), deberían leer «El triunfo del modernismo sobre la exégesis católica», de Mons. Francesco Spadafora. Ahí, se cuenta, cómo Ratzinger siendo prefecto para la doctrina de la Fe, a sabiendas, dejó enterrar las tres verdades de fe que debe acompañar a toda exégesis católica.
    1. Inspiración Divina de las Sagradas Escrituras. 2. Su inerrancia absoluta y 3. La Iglesia es la única intérprete autorizada.
    Todo ello en favor de la nueva exégesis protestante (ahora también católica) que niega esas tres verdades.
    Además, como Spadafora falleció antes, no pudo ver el Jesús de Nazaret de Ratzinger, donde efectivamente él mismo realiza una nueva exégesis modernista de los Evangelios al margen de las tres verdades de fe mencionadas.

  13. Todo lo que se diga contra lo que hace este hombre es inútil, por un oido le entra y por otro le sale. Y eso si se entera. Pero, Dios que es justo, premia a los buenos y castiga a los malos. Debería temer o por lo menos pensar en estas palabras que están en el catecismo de mi infancia, y lo aprendí de memoria. Y tengo 65 años. Y no importa acordarme de ellas en tanto en cuenta me pueden servir a mí, no quiero olvidarme de ellas. Pero él sí las ha olvidado. Ya ni siquiera tengo ganas de rezar por su conversión. Es inútil. Aunque Dios escribe derecho con renglones torcidos. Ya veremos. Cristo murió y resucitó al tercer día. La Iglesia también resucitará. Al principio sólo tenía un miembro, la Virgen María. Sólo había un Sagrario, su Seno sacratísimo. Con El visitó a su prima Santa Isabel. Y volverá a pasar, Cristo vencerá otra vez a pesar de los malos.

    1. Cristo vence al final pero no la Iglesia que es creatura divinizada, no vayamos como falsos profetas a enseñar nuevas falsas primaveras de la Iglesia y triunfos que no se ven por ningún lado.
      ¿Por qué no leer el Apocalipsis?
      Es un libro de esperanzas y de esperas, es momento de esperar.
      ¿Qué cosa? La Segunda Venida.
      ¿Y si no viene? ¿Y si la Iglesia se recupera y el katejón se restablece y…?
      Bueno, mala suerte amigo, será en otra oportunidad porque lo que hay que esperar más que nada, más que el triunfo de la Iglesia, es la Segunda Venida pero ¿Encontraré fe a mi regreso?
      ¿Fe en qué? En mi regreso, diría Cristo.
      Tú sólo sirves de escándalo porque piensas como hombre y no como Dios.
      ¿Qué no querían aceptar sus discípulos?
      Quiero una Iglesia rica y poderosa como un nuevo Mesías y así se sentaron sobre la Bestia del Mar.
      ¿Y la Iglesia anonadada y el pequeño rebañito? ¿Y la Iglesia del martirio? ¿No la quieres?

      1. Concuerdo. Apenas comenzó este ciclo leí un comentario jubiloso de Leonardo Boff, eufórico, saludando la llegada de una «nueva primavera» (SIC) en la Iglesia… ¿Primavera? No: invierno, esterilidad, confusión, canibalismo «misericorde» , y sobre todo: desolación, desierto, hielo. ¡Ah… pero ¿cómo no lo advertimos?! ¡Si todo este desastre no es fruto podrido y maloliente del modernismo, sino del «cambio climático»! ¡Cosas vederes Sancho, que non crederes!

      2. » Cristo vence al final pero no la Iglesia que es creatura divinizada, no vayamos como falsos profetas a enseñar nuevas falsas primaveras de la Iglesia y triunfos que no se ven por ningún lado».

        Perdón, pero creo que está usted en un error. Ya que no es que triunfe Cristo al final; sino también la Iglesia. Las fuerzas del infierno no prevalecerán sobre la Iglesia, porque la Iglesia es ni más ni menos que Jesucristo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Verbo encarnado e Dios y con l Espíritu Santo la divinidad trinitaria. Jesús le dijo a Pedro: «Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, de la cual, El es, la piedra angular, la que desecharon los arquitectos. La Iglesia es Cristo y su Iglesia triunfará. Otra cosa son los hombres de la Iglesia, porque esos son los que fallan. Perfecto solamente Dios y todos los hombres que se salven, se salvarán por la misericordia de Dios. Saludos

        1. Víctor: la Iglesia no es Cristo. La Iglesia la componen todos los fieles católicos, vivos y difuntos, con Cristo a la cabeza. El Cuerpo Místico de Cristo es la Iglesia católica. Por eso se habla de Iglesia militante (los que aún viven en este mundo), Iglesia purgante (quienes están en el Purgatorio) e Iglesia triunfante (de la que, como ya he dicho, Cristo es su cabeza, y de ella forman parte la Santísima Vírgen, los apóstoles, los mártires, los santos y todos los fieles que ya están en el cielo). Todos formamos parte, como miembros, del Cuerpo Místico de Cristo, esto es, de la Iglesia.

  14. Me imagino que para Bergoglio en Argentina sentir la siguiente trilogía, debía ser lo mismo que para un demonio el agua bendita: Tradicion Familia Propiedad… Plinio Correa de Oliveira es la antítesis perfecta de este mamarracho que funge de Papa.

  15. El amor a Dios y la fe en Él se ha transmitido desde la creación, según el Antiguo Testamento, por los patriarcas y profetas que existieron y que, en las distintas épocas, anunciaron la venida del Mesías. Si no hubiera habido tradición, quizás estaríamos hablando y adorando cualquier cosa. Como dijo Pablo VI el humo del Maligno se ha filtrado en la Iglesia.

    Una cosa es la política y otra llevar la palabra de Dios a todos los rincones del mundo, como encomendó Jesús.

  16. Yo me pregunto:
    ¿Quien modera este sitio?
    Me han suprimido un comentario que, aunque severo, no era insultante ni soez. Tan sólo pretendía reflejar la realidad, que es tremenda.
    Sin embargo he visto comentarios de algún troll auténticamente repugnantes y nadie los borra. Me gustaría saber cuál es el criterio real para no ser borrado.
    A veces da la impresión de que el moderador (si es que es persona) no está en sus cabales.

    1. «Me gustaría saber cuál es el criterio real para no ser borrado»

      ¿Se lo han suprimido o directamente no se ha publicado? Porque lo que hay es moderación automática de palabras y algunas impiden que se publique. Pruebe a publicarlo empleando términos que sospeche que son los que dan el problema (sólo es cuestión de ir probando).

  17. No sólo repudia el sexto mandamiento, sino que brama contra el cuarto.
    El alineamiento con la perversa Agenda 2030 y con las élites masónicas, de las que nos avisa Mons. Viganò, es atronador.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles