Conforme van pasando las semanas, las piezas del puzle en Añastro parecen ir encajando poco a poco.
Con el reciente nombramiento de Argüello como arzobispo de Valladolid, él mismo fue el encargado de anunciar que cuando tenga lugar la próxima Asamblea Plenaria en el mes de noviembre, abandonará su cargo como portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal para centrarse exclusivamente en sus tareas pastorales al frente de la archidiócesis vallisoletana.
Recientemente, se han anunciado varios cambios en el grupo mediático de los obispos españoles, Ábside Media. El actual presidente y consejero delegado, Fernando Giménez Barriocanal, dejará ambas responsabilidades para centrarse en la gestión económica de la Conferencia Episcopal, según desveló ABC.
En la presidencia, a partir de ahora de carácter representativo, le sustituirá José Luis Restán, actual director editorial de COPE, y el nuevo consejero delegado será el hasta ahora director general de la cadena, Javier Visiers.
Según ha podido saber InfoVaticana, detrás de esos cambios en COPE se esconde la intención de Fernando Giménez Barriocanal por convertirse en secretario general de la Conferencia Episcopal Española. Actualmente, dentro del organigrama de la CEE, Barriocanal ocupa el cargo de Vicesecretario para Asuntos Económicos, quien depende a su vez del Secretario General.
Con el anuncio de Monseñor Argüello de abandonar esas responsabilidades, Barriocanal habría mostrado sus interés por ocupar dicho cargo y estaría haciendo esfuerzos para ello. El abandono de su puesto en COPE habría sido toda una declaración de intenciones.
Estatutos de la CEE
Según los Estatutos de la Conferencia Episcopal, en el apartado que se refiere a la Secretaría General, nada impediría que Barriocanal ocupase ese puesto.
El artículo 43 establece que «el Secretario General de la Conferencia será Secretario de la Asamblea Plenaria, de la Comisión Permanente y de la Comisión Ejecutiva, en cuyas reuniones tendrá voz y, si es Obispo, también voto». Esto no impide que un laico no pueda ocupar el cargo de Secretario General aunque no tenga voto en la toma de decisiones.
De este modo, el nombre de Barriocanal se suma a las quinielas y deberá competir contra otros dos obispos auxiliares que suenan también con fuerza para ocupar el lugar de Argüello como son José Cobo, uno de los obispos auxiliares de Madrid o Francisco César García Magán, obispo auxiliar de Toledo.
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Yo me quedo con el Auxiliar de Toledo, que es genuinamente religioso. Ya tenemos demasiados «políticos» en la Iglesia Universal como para nombrar Secretario General al más político de todos los que pululan por la CEE. Espero que los obispos españoles sean coherentes con su condición religiosa y se dejen de un seguidismo que beneficia a los trepas, a los que tanto condena el Santo Padre en la Iglesia. Así que háganle caso, por favor.