Novedades de Predicate Evangeium: Más protagonismo para laicos y cambios en el Opus Dei

Papa Francisco curia
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Para sorpresa de muchos, el Papa Francisco promulgó el pasado sábado 19 de marzo, en la festividad de San José, la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium sobre la Curia Romana.

Entrará en vigor el próximo 5 de junio, solemnidad de Pentecostés. Esta nueva Constitución Apostólica, es «fruto de un largo proceso de escucha que comenzó con las Congregaciones Generales que precedieron al Cónclave de 2013, la nueva Constitución, que sustituye a la «Pastor bonus» de Juan Pablo II promulgada el 28 de junio de 1988 y vigente desde el 1 de marzo de 1989, consta de 250 artículos», informa el Vaticano.

El nuevo preámbulo indica que «la conversión misionera de la Iglesia está destinado a renovar la Iglesia según la imagen de la misma misión de amor de Cristo. Sus discípulos y discípulas, por tanto, están llamados a ser «luz del mundo». Esta nueva Constitución confirma un camino de reforma iniciado por el Papa ya aplicado casi en su totalidad en los últimos nueve años, a través de las fusiones y ajustes que se han producido y que han dado lugar al nacimiento de nuevos Dicasterios.

A partir de ahora, se oficializa el cambio de denominación que usa la nueva Constitución sobre la Curia Romana. Lo que antes conocíamos como Congregación ahora serán los Dicasterios. Según el cardenal Semeraro, “Congregación” era un expresión que “excluía” a los laicos, “Dicasterio” los abarca, ha señalado hoy en rueda de prensa el purpurado.

Mayor protagonismo para los laicos

«El Papa, los Obispos y otros ministros ordenados no son los únicos evangelizadores en la Iglesia. Ellos «saben que no fueron instituidos por Cristo para asumir por sí mismos todo el peso de la misión salvífica de la Iglesia en el mundo». Todo cristiano, en virtud del Bautismo, es discípulo-misionero “en la medida en que ha encontrado el amor de Dios en Cristo Jesús”. No puede ser ignorada en la actualización de la Curia, cuya reforma, por tanto, debe prever la implicación de los laicos, incluso en funciones de gobierno y responsabilidad», reza el punto 10 de la nueva Constitución para la Curia. De este modo, el Papa abre la puerta a que en un futuro cargos de responsabilidad dentro del Vaticano sean ocupados por hombres y mujeres.

Esta reforma, «no es un fin en sí misma, sino un medio para dar un fuerte testimonio cristiano; fomentar una evangelización más eficaz», dice en punto 11. De este modo, el papel de la Curia queda definido de la siguiente manera: «La Curia consiste, en primer lugar, en reconocer y apoyar la labor que realizan al Evangelio y a la Iglesia, en el consejo oportuno, en favorecer la conversión pastoral que promuevan, en solidaridad solidaria por su iniciativa evangelizadora y su opción pastoral preferencial por los pobres, por la protección de los menores y de las personas vulnerables y por toda contribución en favor de la familia humana, la unidad y la paz».

Reducción del número de Dicasterios

«Era necesario reducir el número de Dicasterios, uniendo aquellos cuya finalidad fuera muy similar o complementaria, y racionalizar sus funciones con el fin de evitar la superposición de competencias y hacer más eficaz el trabajo», afirma el documento.

Se produce la unificación del Dicasterio para la Evangelización de la antigua Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización: los dos responsables de los dicasterios se convierten en pro-prefectos, ya que la prefectura de este nuevo Dicasterio está reservada al Papa. De hecho, la Constitución dice: «El Dicasterio para la Evangelización está presidido directamente por el Romano Pontífice».

Por otro lado, se crea también el Dicasterio para el Servicio de la Caridad, representado por la “Elemosineria”, que asume un papel más significativo en la Curia: «El Dicasterio para el Servicio de la Caridad, llamado también “Elemosineria Apostólica”, es una expresión especial de la misericordia y, a partir de la opción por los pobres, los vulnerables y los excluidos, ejerce en cualquier parte del mundo la obra de asistencia y ayuda hacia ellos en nombre del Romano Pontífice, que en los casos de particular indigencia u otra necesidad, dispone personalmente las ayudas que se han de asignar».

El Dicasterio para la doctrina de la Fe también presenta novedades. «Se instituye dentro del Dicasterio la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, cuya función es asesorar y asesorar al Romano Pontífice, así como proponer las iniciativas más adecuadas para la protección de los menores y de las personas vulnerables», dice el artículo 78. Entre sus principales tareas, seguirá estando la misión de «hacer todo lo posible para que no falte una refutación adecuada de los peligrosos errores y doctrinas que se difunden entre el pueblo cristiano».

El Opus Dei «cambia de interlocutor»

En este apartado aparece otra novedad. El artículo 117 de la nueva Constitución, establece que el Dicasterio para el Clero «tiene competencia sobre todo lo que atañe a la Santa Sede en cuanto a las Prelaturas personales». Este cambio afecta a la única Prelatura existente, el Opus Dei quien hasta ahora dependían del Dicasterio para los Obispos.

Ante esta novedad, el Prelado del Opus Dei, Monseñor Fernando Ocáriz, lanzó un mensaje para todos los fieles de la Obra:

«Habréis tenido noticia de que el Papa Francisco ha aprobado esta mañana la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, con la que se procede a una reorganización de la curia romana, por la que os invito a rezar. Entre las numerosas modificaciones, se establece que las prelaturas personales se encuadren en el Dicasterio del Clero.

Cambia el interlocutor ordinario con la Santa Sede (muchos de los asuntos que la Prelatura trata habitualmente con la curia romana tienen relación con su presbiterio), pero no se modifica en nada la sustancia de la Prelatura del Opus Dei, formada por laicos y sacerdotes, mujeres y hombres, como se establece en los Estatutos que la Sede Apostólica dio a la Obra.

En la solemnidad de San José, patrón de la Iglesia universal, encomendamos al Señor el servicio que la Curia romana presta a la Iglesia y al mundo. Pidamos también a Dios que cada laico y cada sacerdote, cada mujer y cada hombre del Opus Dei sepamos vivir con actitud evangelizadora, con optimismo, ofreciendo nuestra amistad a todas las personas y buscando ante todo la amistad con Jesucristo».

Este cambio promulgado por el Papa podría afectar a los Estatutos del Opus Dei. La Constitución Apostólica «Ut sit» de san Juan Pablo II fue la que erigió el Opus Dei en Prelatura Personal. Ahí se estableció que «la Prelatura depende de la Sagrada Congregación para los Obispos y, según la materia de que se trate, gestionará los asuntos correspondientes ante los demás Dicasterios de la Curia Romana». Además, también resulta llamativo que el Opus Dei, en la que la inmensa mayoría de sus fieles son laicos, pase a depender del Dicasterio del Clero.