Cupich y el magisterio oblicuo

Cupich magisterio
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Esta película ya la hemos visto. En realidad, cada pontificado, la impronta de una personalidad, de un hombre, libre para seguir e interpretar las inspiraciones del Espíritu, acaba mostrando patrones que lo hacen característico y reconocible. Y en la manera indirecta pero clara en la que se ha ‘canonizado’ la interpretación deseada por Roma de Traditionis custodes –mediante la publicación en el diario oficial L’Osservatore Romano de su aplicación en la Diócesis de Chicago, nos llega un recuerdo del modo en que se ‘aclaró’ cómo debía aplicarse la exhortación postsinodal Amoris laetitia.

Como recordarán, entonces el medio fue una carta, una simple carta privada, no oficial, del Papa al episcopado bonaerense, alabando su interpretación permisiva y calificándola de “la única interpretación posible”. Hoy, con Cupich, tres cuartos de lo mismo: si el Pravda eclesial destaca el caso de una sola diócesis en su aplicación del texto papal, eso transmite la misma idea: así es como hay que hacerlo.

Ahora, la forma es desconcertante por desusada en la Iglesia. A lo largo de la historia, los Papas y obispos, cuando han deseado imponer al pueblo fiel una práctica eclesial o una interpretación doctrinal, han procurado siempre que esta venga acompañada de toda la solemnidad y formalidad posible, de modo que nadie pueda albergar la menor duda de la forma correcta y nadie pueda desafiarla sin colocarse en abierta rebeldía con Roma.

En el pontificado de Francisco, en cambio, el método es el contrario. El Santo Padre prefiere comunicar lo que desea de un modo oblicuo e informal, pero no menos evidente. Esto se advierte no solo en lo que ya hemos citado, en ese rehuir los canales oficiales de comunicación ‘ad populum’, sino que incluso cuando se recurre a los medios canónicos, a un motu proprio o una encíclica, Francisco rehúye la acostumbrada precisión del lenguaje eclesiástico histórico para optar por otro más alusivo e inasible, más poético, si se quiere, y por tanto más abierto a la interpretación individual, con recurso a términos insólitos en la comunicación papal como ese recurrente “sueño/soñar”.

No me atrevo a concluir qué consecuencias puede tener en la vida de la Iglesia este sistema de gobernanza indirecta, si es solo un rasgo propio de este pontificado o más bien lo es de esta época, y perdurará en los pontificados posteriores, como una aportación de los nuevos tiempos al gobierno del pueblo de Dios. Pero me parece una cuestión que vale la pena estudiar, con sus efectos buenos y nefastos.

La Santa Sede publica en su web la carta del Papa a los obispos de Buenos Aires sobre Amoris Laetitia

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Comentarios
32 comentarios en “Cupich y el magisterio oblicuo
  1. Francisco emplea ese lenguaje oblicuo para infiltrar su errática ideología con menor resistencia por parte de los fieles, ya que así siempre está la excusa de que el Papa no dice lo que dicen que dice, y con este sistema Francisco consigue hacer penetrar sus errores en el seno de la Iglesia.

    1. Lo que es un error es que gente como usted todavía esté en el seno de la Iglesia cuando es claramente cismático. Váyase a la FSSPX o monte su propia secta y deje que la Iglesia siga su rumbo guiada por el Espíritu Santo de la mano del Sucesor de Pedro, en Papa Francisco.

      1. «…cuando es claramente cismático».

        No diga idioteces. Además de que usted no es católico y suena a guasa que emplee dicha terminología, si no sabe el significado de dicho término mejor que no lo use, que hace el ridículo.

        1. Los cismáticos os defendéis entre vosotros, pero no sois lo suficientemente valientes para dejar una Iglesia en la que ya no creéis para fundar vuestra propia secta en la que seríais cuatro y el gato, evidentemente. Los católicos seguimos caminando hacia adelante animados por la Fe y por el Espíritu y vosotros no sois más que estatuas de sal que el tiempo y la lluvia disolverán irremediablemente.

          1. «Los cismáticos os defendéis entre vosotros»

            Ignoro lo que hacen los cismáticos (no conozco a ninguno). Pero sí sé lo que hacen los modernistas anticatólicos e ignorantes (como usted): trollear; y muy mal, por cierto.

        2. Te equivocas al responderle al tal Marcos. Siempre la misma canción, algunos perdéis el tiempo de manera absurda. Ni comen ni dejan comer, eso es el Marcos y algun otro , que al parecer , trabajan por encargo. Recuerda:»no corras a curar la herida del cínico, pues es brote de mala raíz»( Eclesiástico)

          1. Hoy se le ha ocurrido decir en otra noticia que el Concilio de Trento es «fariseísmo legalista» y afirmando lo que sus abones dogmáticos condenan con excomunión. Es un hereje, por lo que hay que combatir cualquier tipo de veneno que suelte por caridad hacia el prójimo.

      2. Sólo hay que leer el catecismo y compararlo con lo que dice parte de la jerarquía eclesial ¿Quién está faltando a la Verdad? ¿Quién está siendo hereje? ¿Quién es cismático? Vivimos una época en la que los que se apartan de la Fe católica ascienden a puestos importantes en la Iglesia sembrando confusión. Déjenos por lo menos quejarnos, pues en en la estructura sinodal en la que todos pueden disparatar algunos sólo tenemos derecho al pataleo.

      3. Don Marcos: El que divide y se separa de la doctrina, es Francisco, luego ¿quién es el cismático?
        Que se vayan ellos si quieren (más de uno ya se ha apartado de la Iglesia al incurrir en pena de excomunión).
        Los católicos fieles al magisterio pontificio debemos perseverar dentro de la Iglesia combatiendo los errores vengan de donde vengan.

      4. El que incurre en un error de fe eres tú Marcos que crees que todo lo que haga Francisco es infalible, cuando no es así; deberías releer lo que dijo el Concilio Vaticano I cuando instituyó el dogma de la infalibilidad papal y en que casos aplica. Francisco se puede equivocar y de hecho se equivoca. Y muy probablemente, el día de mañana, un nuevo Papa dirá de Francisco, lo que el Papa Leon II, en el año 683 refrendando las Actas del 3er Concilio de Constantinopla (magisterio infalible, ahora s´í), dijo del Papa Honorio I:

        «Anatematizamos a . . . Honorio, que no intentó santificar esta Iglesia Apostólica con la enseñanza de la tradición apostólica, sino que con una traición profana permitió que se contaminara su pureza.»

        No siempre un Papa guía a la Iglesia. Y lo dijo la misma Iglesia a través de su magisterio extraordinario.

    2. Clarísima deducción.
      Pero, por otra parte, creo que sólo engaña al que quiere dejarse engañar. El «así como te digo que sí, te digo que no; así como te digo que puede ser, te digo que no puede ser», funciona sólo para los que se quieren dejar engañar. Y Dios nos creó libres y responsables.

  2. Hay que reconocer que no es fácil desobedecer al tirano; tiene reacciones despiadadas y crueles. Pero mucho peores fueron las persecuciones que hubieron de padecer a lo largo de los siglos los católicos que se las vieron con el arrianismo, la iconoclastia, la herejía luterana, el cisma anglicano, el puritanismo de Cromwell, el laicismo masónico de Francia y de México, el comunismo soviético o el de España, Camboya, China… Cuántos obispos y sacerdotes martirizados, encarcelados y exiliados. Cuántos religiosos asesinados, cuántas iglesias profanadas, cuántos altares destruidos. ¿Y todo eso por qué? Porque los ministros sagrados no han querido renunciar al tesoro más valioso que nos ha confiado Nuestro Señor: la Santa Misa. La Misa que Él enseñó a celebrar a los Apóstoles, que éstos transmitieron a sus sucesores, que los papas han custodiado y restablecido y que siempre ha sido blanco del odio infernal de los enemigos de Cristo y de la Iglesia.

  3. Pensar que esta Santa Misa, por la que se jugaban la vida los misioneros enviados a países protestantes y los sacerdotes presos del gulag está hoy prohibida por la Santa Sede es causa de dolor y de escándalo, además de una ofensa a los mártires que defendieron esa Misa hasta su último suspiro. Pero estas cosas sólo las puede entender quien cree, quien ama y quien espera. Sólo quien vive de Dios.

  4. Esta lenguage no puede ser del Espíritu Santo, porque va en contra del «si, si, no, no» de Jesucristo. Él mismo advierte que TODO lo que está más allá viene DEL MAL.

  5. Quien se limita a expresar reservas o críticas a Traditionis custodes y a las Respuestas cae en la trampa del adversario, porque reconoce legitimidad a una ley ilegítima y no válida, deseada y promulgada para humillar a la Iglesia y a sus fieles, para menospreciar a los tradicionales que tienen la osadía de nada menos que oponerse a doctrinas heterodoxas que estuvieron condenadas hasta el Concilio Vaticano II, que éste hizo suyas y hoy son sello distintivo del pontificado bergo.

    1. Es decir, que no solo exiges que se critique sino que si la critica no es lo feroz que te dicta tu saber y entender tampoco te gusta.
      Igual que una cosa es la heterodoxia y otra la idiotez, una es la defensa de la ortodoxia y otra el fanatismo rampante del que haces gala cada día en estas páginas.

  6. Me duele el servilismo de tantos cardenales y obispos que para agradar a Bergoglio pisotean los derechos de Dios y de las almas que les han sido confiadas y que quieren hacer méritos alardeando de su aversión a la liturgia preconciliar, creyendo hacerse acreedores a los elogios del público y la aprobación del Vaticano. A ellos van dirigidas las palabras del Señor: «Vosotros pretendéis pasar por justos ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo es para los hombres estimable es abominable ante Dios» (Lc.16,15).

    La respuesta coherente y valerosa a un gesto tiránico de las autoridades eclesiásticas debe ser la resistencia y la desobediencia a una orden que es inadmisible. Resignarse a aceptar este enésimo abuso es añadir un precedente más a la ya larga serie de atropellos hasta ahora tolerados y con obediencia servil hacerse responsables de sostener una autoridad que es un fin en sí mismo.

    1. Ahora que leo este texto que amablemente ha publicado nuestro amigo Belzunegui, me gustaría proponer a Infovaticana que, si les parece oportuno, tal vez sería interesante publicar los textos de monseñor Viganó, ya que, aunque en ellos, para algunos pueda haber algún punto controvertido, en general el ex nuncio está muy acertado.

      1. Apoyo la moción, máxime cuando el tiempo va dando la razón a Viganó en prácticamente todo. A mí hace un tiempo me podía parecer aventurado lo que decía sobre la dictadura globalista y la colaboración de Bergoglio. Ahora me parece que casi se queda corto.

  7. El «magisterio» que no se expresa por los cauces oficiales no obliga a los fieles. Los fieles no tenemos que interpretar qué quieren decir los gestos del Papa. Lo que tenga que decir que lo diga claramente. De lo que no diga claramente no tenemos que darnos por enterados.

    1. Cierto. Y además, el presunto «magisterio» que no se limita a enseñar o aclarar la fe católica recibida, sino que contradiciéndola pretende sustituirla por otra nueva o diferente, no sólo enmendado la plana a todos los Papas anteriores y la misma fe de la Iglesia, sino al mismo Cristo, ni siquiera es magisterio, por muy oficial que sea el canal empleado.

      1. Enmendando al mismo Cristo, claro, como no, del que vosotros sois autorizada y única voz. No es que os creais mejores que los obispos, cardenales y el Papa, sino que os comparais como en el mismo Dios. Es impresionante.

        1. Don Carlos Daniel: Comparto lo dicho por Catholicus (siempre muy acertado). El Papa enmienda a Cristo cuando tergiversa la enseñanza de Nuestro Señor.
          Es una contradicción conceptual defender a Francisco en nombre de su autoridad, cuando él se opone a la enseñanza de sus predecesores.

        2. «…del que vosotros sois autorizada y única voz»

          No señor: del que Cristo es la única voz, pues es la Palabra, que la Iglesia ha conservado y transmitido siempre como depositaria de la Revelación, no su dueña, y mucho menos la creadora de «nuevas» revelaciones o interpretaciones contrarias a lo enseñado por 20 concilios ecuménicos y 265 Papas. ¿O éstos estaban equivocados y carecían de autoridad? Porque no se puede soplar y sorber al mismo tiempo, y sólo hay que comparar. Lo suyo sí que es impresionante: la Iglesia, según usted, ha estado equivocada más de dos milenios hasta que ha llegado este pontificado, con sus mariachis incluidos, a abrirnos los ojos, contradiciendo a todos los anteriores. (SIGUE)

          1. Pues, puestos a decidir quién se equivoca, la respuesta es obvia. Si ante las evidentes contradicciones algún católico tiene dudas, sólo tiene que aplicar la regla de fe de San Vicente de Lerins que siempre ha enseñado la Iglesia a través de sus Papas y concilios: creer «quod semper, quod ubique, quod ab ómnibus» (creer sólo y todo cuanto fue creído siempre, por todos y en todas partes).

  8. Es necesario que los obispos, sucesores de los Apóstoles, ejerzan su sagrada autoridad en obediencia y fidelidad a la Cabeza del Cuerpo Místico para desbaratar el golpe de estado eclesiástico que se ha consumado ante nuestra vista. Lo exige el honor del Papado, hoy objeto de descrédito y humillación por parte del que ocupa el Solio de San Pedro. Lo exige el bien de las almas, cuya salvación es ley suprema de la Iglesia. Y lo exige la gloria de Dios, que no permite la menor transigencia.

    El arzobispo polaco monseñor Jan Paweł Lenga ha afirmado que es el momento de llevar a cabo una contrarrevolución en la Iglesia católica si no queremos que la Iglesia se hunda bajo las herejías y los vicios de los mercenarios y los traidores.

  9. La promesa del Non prevalebunt, no prevalecerán, no excluye en lo más mínimo una acción firme y valiente, no sólo por parte de los sacerdotes y los obispos, sino también de los laicos, que hoy más que nunca son tratados como súbditos a pesar de los necios llamamientos a la actuosa participatio y la misión que deben cumplir en la Iglesia. Tomemos nota: el clericalismo ha llegado a cúspide misma bajo el pontificado que, hipócritamente, no hace otra cosa que despotricar contra él.

    +Carlo Maria Viganò, arzobispo

  10. Si expusiera solemnemente sus «doctrinas» seria depuesto, por eso lo hace de modo que siempre quede un margen de error, interpretación, etc. Es un politico. Veáse la imagen de la estatuilla que ha regalado a Sánchez. Y el clima de cariño e intimidad con él y su esposa que sólo lo tiene con los anticatólicos. Una especie de angel una especie de templo y una barca ¿que tiene de cristiano? Es demasiado. Otra especie de deidad extraña nunca vista.

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