Francisco: «El cristiano no disminuye la gravedad del sufrimiento, pero alza la mirada al Señor»

Papa cardenales obispos fallecidos Francisco en la misa por los cardenales y obipos fallecidos en 2021 (Vatican Media)
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El Papa Francisco ha presidido esta mañana, en la Basílica de San Pedro, la tradicional misa de principios de noviembre por los cardenales y obispos fallecidos durante el último año. Según cifras que recoge Il Sismógrafo, han sido 17 purpurados, y 191 prelados los que han muerto desde noviembre del año pasado.

“¡Qué importante es aprender el arte de esperar al Señor!”, exclamó Francisco al comienzo de la homilía. “Esperándole dócilmente, confiadamente, ahuyentando fantasmas, fanatismos y clamores; preservando, especialmente en tiempos de prueba, un silencio lleno de esperanza. Así es como nos preparamos para la última y más grande prueba de la vida, la muerte”, afirmó.

“Pero primero están las pruebas del momento, está la cruz que tenemos ahora, y por la cual le pedimos al Señor la gracia de saber esperar allí, allí mismo, su salvación que viene”, dijo.

Ante las dificultades y problemas de la vida, dijo el Pontífice, “es difícil tener paciencia y mantener la calma”. “La irritación crece y a menudo llega el desánimo. Puedes pasar así a estar fuertemente tentado por el pesimismo y la resignación, a ver todo negro, a acostumbrarse a tonos desanimados y lamentosos”, añadió.

En la prueba ni los buenos recuerdos del pasado “son capaces de consolar”, porque “la aflicción lleva a la mente a detenerse sobre los momentos difíciles”, señaló. “Y esto acrecienta la amargura, parece que la vida sea una cadena continua de desgracias”, lamentó el Santo Padre.

“Hoy, ante el misterio de la muerte redimida, pedimos la gracia de mirar la adversidad con otros ojos”, continuó el Papa. “Pedimos la fuerza para saber vivir en el silencio dulce y confiado que aguarda la salvación del Señor, sin lamentarnos, sin quejarnos, sin dejarnos entristecer”, dijo Su Santidad.

Lo que parece un castigo, explicó Francisco, “resultará ser una gracia”, una nueva demostración del amor de Dios por nosotros. “Saber esperar en silencio ―sin parloteo, en silencio― la salvación del Señor es un arte, en el camino de la santidad”, aseguró.

“Ahora, más que nunca, no hace falta gritar, provocar clamores, amargarse; cada uno necesita testimoniar con la vida la fe, que es espera dócil y esperanzadora. La fe es esta: espera dócil y esperanzada”, señaló el Sumo Pontífice.

“El cristiano no disminuye la gravedad del sufrimiento, no, pero alza la mirada al Señor y bajo los golpes de la prueba confía en él y reza: reza por los que sufren. Mantiene los ojos en el cielo, pero sus manos siempre están extendidas en el suelo, para servir concretamente al prójimo. Incluso en el momento de la tristeza, de la oscuridad, el servicio”, exhortó el Santo Padre.

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Comentarios
7 comentarios en “Francisco: «El cristiano no disminuye la gravedad del sufrimiento, pero alza la mirada al Señor»
  1. Francisco dice: «Ahuyentando fantasmas, fanatismos», y ya podemos imaginar a qué se refiere, porque para él, defender la verdadera doctrina y refutar el pensamiento global es propio de fanáticos y rígidos.
    Además habla de la resignación como una tentación, cuando la resignación es virtud cristiana.

    1. Francisco dice: «Cada uno necesita testimoniar con la vida la fe», y sin embargo Nuestro Señor nos dijo que la fe se predica con palabras.

      1. Y además de estos errores está lo que no dice, ya que en toda la homilía Francisco no diserta sobre la realidad del Purgatorio, no habla del estado de las almas que necesitan nuestros sufragios, penitencias e indulgencias para acortar sus padecimientos y llegar al Cielo, cuando siendo una misa exequial sería muy útil recordarlo.
        Con todo lo cual podemos concluir que la homilía es errática y pobre de contenido.

  2. “es difícil tener paciencia y mantener la calma”

    ¡Y tan difícil! Que se lo digan a la pobre china a la que él dio varios manotazos en la plaza de San Pedro ante la mirada atónita de todo el mundo. Ya saben: no hay que predicar con la palabra (que eso es proselitismo y es muy malo), sino con el ejemplo: ahí puso en práctica lo que siempre ha querido decir con ello, dando un verdadero ejemplo de «paciencia y de saber mantener la calma», y no sólo palabras (que se las lleva el viento).

  3. A mi me da mucha tristeza con los que están enfermos y son ateos. ¡ Qué terrible mal¡
    El cristiano tiene por cirineo nada menos que a Cristo,, y cómo se siente que nuestro peso, Él lo lleva en gran parte.
    Se sufre, duele, pero siempre, siempre Cristo está. Es cuando más lo podemos sentir, cuando en el dolor nos abraza y nos dice lo.mucho que nos quiere.
    Dicen que Dios Padre busca rostros dolorosos que le recuerden a su Hijo,, ahora, con éste mundo al revés,, hay muchos, creo.

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