La Iglesia católica se encuentra inmersa en el año dedicado a san José, pero también, por si no lo sabían, estamos en el Año Familia Amoris Laetitia, que arrancó el pasado 19 de marzo ―día de san José― coincidiendo con el quinto aniversario de la exhortación apostólica postsinodal y que se prolongará hasta el 26 de junio de 2022.
Con este motivo, la Delegación de Laicos, Familia y Vida de la archidiócesis de Madrid ha decidido impulsar distintas iniciativas para dar a conocer el texto y, sobre todo, profundizar en cómo trasladarlo a toda la pastoral familiar.
“Además de revisar los cursos de novios y de replantear el acompañamiento a matrimonios en crisis, entre otras propuestas, se han lanzado un Espacio de Acompañamiento al Duelo y otro Espacio de Escucha, Acompañamiento y Mediación”, leemos en el periódico de la diócesis, Alfa y Omega.
Al hilo de la llamada del Papa a estar junto a las familias heridas, dice el órgano del arzobispado madrileño, esta segunda propuesta ya ha ofrecido varias charlas formativas para gente de Iglesia que acompaña o quiere acompañar a aquellas que viven “la experiencia de tener en su seno a personas con tendencias homosexuales”, según explican desde la delegación. “Como se nos indica en Amoris Laetitia”, aseveran, se trata de evitar “toda discriminación” y asegurar “un respetuoso acompañamiento”.
A partir de septiembre se retomarán las sesiones, con un calendario que cuenta con las apariciones, entre otros, de Marciano Vidal, que dará una ponencia titulada ‘La fundamentación desde la teología moral del acompañamiento espiritual de personas de orientación sexual diversa’, la del jesuita José María Rodríguez Olaizola, que impartirá una titulada ‘En tierra de nadie, que es tierra de todos. Pertenencias difíciles en la Iglesia’, y la de Maria Luisa Berzosa, religiosa que se dedica a este tipo de pastoral.
Marciano Vidal es un religioso redentorista y autor de varios libros. El 22 de febrero de 2001 mereció toda una nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe, firmada nada más y nada menos que por el cardenal Joseph Ratzinger, en ese momento prefecto del dicasterio, en la que se decía que parte de su obra no podía “ser utilizados para la formación teológica”, debido a los errores y ambigüedades que poseía.
Más tarde, en 2012, El País informaba de que Doctrina de la Fe, en este caso capitaneada por el sucesor de Benedicto, el cardenal Levada, había pedido a una editorial religiosa la retirada de otro libro de Vidal en Argentina, en este caso uno dedicado, precisamente, a la homosexualidad.
En cuanto al jesuita Olaizola, no ha sido reprendido por el Vaticano. Sin embargo, el sacerdote mostró un rechazo velado al responsum de Doctrina de la Fe que recordaba que no se pueden bendecir parejas del mismo sexo. “Bendecir se ha vuelto selectivo”, escribía el jesuita tres días después de la publicación del documento.
Bendecir se ha vuelto selectivo.
— jmolaizola sj (@jmolaizola) March 18, 2021
El año pasado dedicó un artículo al ‘orgullo gay’ en el que fantaseaba con que llegar un día en el que la Iglesia avanzara y tuviera una “mayor y mejor integración, acogida y aceptación de la realidad de las personas homosexuales, de su necesidad y su derecho de amar, y superemos las dosis de incomprensión que aún hay en algunas personas de Iglesia hacia la realidad de las personas LGTBQ”. En otra ocasión, apoyó esta celebración publicando una imagen de la cruz de Cristo con los colores LGTB. Esto no impidió que fuera el hombre elegido por los obispos para predicar los ejercicios espirituales de este año.
Maria Luisa Berzosa, por otra parte, fue entrevistada por La Razón, donde dijo el catecismo «todavía tiene expresiones fortísimas sobre los homosexuales que hay que dejar atrás en favor de una Iglesia inclusiva. Lo bueno sería que no hubiera marginación en nombre de Dios. ¿En nombre de qué Dios estamos hablando si discriminamos?».