El Consejo de Ministros de España ha aprobado hoy el anteproyecto de ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.
Tras un acuerdo entre los socios del Ejecutivo de Sánchez, esto es, el PSOE y Unidas Podemos, se permitirá la rectificación de nombre y sexo de las personas ‘trans’ en el Registro Civil a partir de los 14 años. En sólo cuatro meses, y por mera voluntad, uno podrá autodeterminarse hombre o mujer según su voluntad.
La ley quiere despatologizar la transexualidad, y se ha esperado precisamente a esta semana, la del ‘Orgullo gay’, para dar el primer paso para su aprobación. Primero tendrá que pasar los preceptivos filtros consultivos y luego ser aprobada en el Congreso de los Diputados.
El obispo auxiliar de Valladolid y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha sido el primer obispo de renombre en comentar el proyecto de ley que pretende sacar adelante el Gobierno y que tiene como impulsora principal a Irene Montero.
“La «ley trans» transforma el sentimiento en categoría jurídica y entroniza la voluntad de poder sin ningún límite objetivo”, ha escrito el portavoz de los obispos españoles en su cuenta de Twitter.
“Ignora la realidad sexuada de todas las células del cuerpo y, sobre todo, desprecia a las personas que sufren al proponerles como salida el cambio del DNI”, ha afirmado el prelado, que esta semana fue elogiado por Pedro Sánchez.
La semana pasada, Argüello también criticó la ley de manera indirecta, durante la rueda de prensa que tanto dio que hablar por el tema de los indultos. El portavoz de la CEE sostuvo que el problema catalán no se podía “resolver solo desde el sentimiento”. “No vale decir ‘yo me siento esto o lo otro’. No vale ni para la identidad nacional ni para la identidad antropológica”, dijo. “No vale decir ‘yo me siento’ y me cambio el DNI. No se puede elevar el sentimiento a categoría jurídica. Las categorías jurídicas tienen sus propias leyes del juego y en ellas prima el ‘logos’”, señaló.
La «ley trans» transforma el sentimiento en categoría jurídica y entroniza la voluntad de poder sin ningún límite objetivo. Ignora la realidad sexuada de todas las células del cuerpo y, sobre todo, desprecia a las personas que sufren al proponerles como salida el cambio del DNI
— Mons. Luis Argüello (@MonsArguello) June 29, 2021
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Una crítica llena de sentido a la «Ley Trans»; bien por monseñor Arguello.
Con esta ley, España se pone de espaldas a la naturaleza en nombre del sentimiento y la ideología. Lo pagaremos todos, especialmente los más débiles.
«AUNQUE UN ESTADO HAGA LEYES PARA QUE LOS BURROS VUELEN,A LOS BURROS NO LES SALEN ALAS»
P.Jorge Loring.
¿Una de cal y otra de arena? Supongo que con esto querrá arreglar la monumental metedura de pata de los indultos. ¿Si tanta sensatez manifiesta con esa ley loca por qué no la tuvo con los ataques a la unidad de España?
No se puede negar la naturaleza preconstituida en la corporeidad que caracteriza al ser humano. Es erróneo pensar que ha sido la sociedad la que la ha determinado o que podemos crearla nosotros mismos basándola en fantasías. El individuo debe aceptar su propia naturaleza y llenarla personalmente de sentido.
La manipulación de la naturaleza, que hoy deploramos por lo que se refiere al medio ambiente, se convierte aquí en la opción de fondo del hombre respecto a si mismo. Ese desprecio a la naturaleza del hombre le lleva su propia autodestrucción.
Pienso luego existo versus existo luego pienso.
El progre primero es, y luego existe.
Felizmente que todavía se dice yegua y caballo; gallina y gallo, vaca y toro.
También el modernismo ha convertido la fe en un sentimiento subjetivo que se convierte luego en ley y derecho: la falsa libertad religiosa y de conciencia es eso precisamente, sentimientos convertidos en ley. La primacía de la ley positiva subjetiva sobre la ley natural objetiva puesta por Dios. No sé qué es lo que critican entonces.
Con la ley del gaymonio pasaba lo mismo: el sentimiento elevado a título creador de derechos, y el Estado metido a inspector de alcobas y dormitorios. Otro tanto pasará con las leyes trans.