Francisco les contesta: «Tengo en cuenta lo que ustedes me dicen en la carta, les acompaño y estoy cercano a Ustedes».
(Aciprensa/InfoVaticana)- El grupo de “Padres y obispos da Caminhada” (del camino), formado por exponentes de la teología de la liberación, solicitó al Papa Francisco que haya más sacerdotes negros en Brasil, considerando la gran cantidad de personas de esa raza que hay en el país sudamericano.
El mencionado grupo surgió tras un encuentro de comunidades eclesiales de base (CEBs), una iniciativa creada en 1970 e inspirada en los métodos del marxismo cultural y que tuvo entre sus promotores a intelectuales relacionados a la teología de la liberación como Fray Betto, Leonardo Boff y Oscar Beozzo.
Hoy las CEBs están marcadas por la promoción de movimientos sociales como el Movimiento Sin Tierra (MST) y partidos socialistas como el Partido de los Trabajadores (PT) o el Partido Comunista de Brasil.
La carta de los “Padres da Caminhada” fue escrita el 19 de junio, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y Jornada de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, en el contexto de la muerte de George Floyd en Estados Unidos, lo que generó una serie de protestas violentas contra el racismo en distintas partes del país y del mundo.
Los firmantes afirman que los sacerdotes negros, para responder “al llamado de nuestro Señor Jesucristo, como operarios de su mies”, sienten en su “formación, la rodilla de nuestros formadores, presionando nuestros cuellos. Sabemos lo que significa el grito ¡No puedo respirar!”.
Los firmantes dicen además que los sacerdotes negros son “vistos como inferiores, ridiculizados” al recorrer “callados y agachados el camino formativo, temerosos de no ser aceptados para las sagradas órdenes”. Solicitaron al Papa que que cambiara “el modus operandi de la Nunciatura Apostólica respecto a la elección de los obispos” ya que, en su opinión, “la Nunciatura actúa sin consultar debidamente a las Iglesias locales, ni siquiera al obispo a ser sustituido por razón de edad, ni a la Regional de la CNBB ni con la misma CNBB”.
“En un país de mayoría negra deberíamos poder tener más obispos negros”, agregan. “¿Por qué un sacerdote negro en Brasil no puede ser obispo? ¿O será que la elección está vinculada a la supremacía blanca?”, cuestionan.
Entre los firmantes hay 83 sacerdotes y 5 obispos, dos de ellos prelados de origen europeo: Adriano Ciocca, originario de Italia y Erwin Krautler, originario de Austria, ambos participantes en el Sínodo de la Amazonía hace un año.
Religión Digital ha publicado las dos cartas, la enviada por los sacerdotes y la respuesta del Papa.
Respuesta del Papa Francisco a la Carta de los Padres y Obispos de la Caminada
Vaticano, 9 de septiembre de 2020
Querido hermanos sacerdotes,
Hoy he recibido vuestra carta del pasado 19 de junio trámite de Mons. Michele Di Tolve.
Gracias, gracias por escribirme, y comenzar la carta con los versos de Castro Alves “Navio Negreiro”.
Tengo en cuenta lo que ustedes me dicen en la carta, les acompaño y estoy cercano a Ustedes. Hablaré de este asunto con el Card. Oullet, prefecto de la Congregación para los Obispos.
Entiendo lo que dicen sobre la Nunciatura y el modo de elegir los candidatos al Episcopado. Ahora irá un Nuncio nuevo y también hablaré con él.
Gracias por el testimonio sacerdotal que dan. Rezo por ustedes; por favor háganlo por mi.
Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.
Fraternalmente,
Francisco.
Carta al Papa Francisco de los Padres y Obispos de la Caminada
«Ayer Sierra Leona,
La guerra, la caza del león,
El sueño dormido para nada
Bajo las tiendas de la inmensidad!
Hoy… el sótano negro, profundo,
Infecto, apretado, inmundo,
Tener la plaga del jaguar…
Y el sueño siempre cortado
Por el desplume de un finado,
Y el golpe de un cuerpo en el mar…»
Navio Negreiro, Castro Alves.
Santo Padre, nuestro querido Papa Francisco.
Los versos de arriba son un extracto de la poesía del Navio Negreiro de Castro Alves. Escrita en 1870, en la ciudad de São Paulo, la poesía relata la situación sufrida por las víctimas africanas de la trata de esclavos, traídas en barcos de esclavos, en su atormentada travesía, sin retorno, de África a Brasil.
Víctimas, Santo Padre, somos, «tutora», en tierra firme.
Somos sacerdotes brasileños, descendientes de la Madre África, hombres de corazón bondadoso, alegres por naturaleza, llenos de vida, enriquecidos por la herencia recibida de nuestros antepasados y por la gracia de haber sido llamados, también por Cristo, a trabajar en la construcción del Reino de Dios. Somos más de 110 millones de afrobrasileños, una población sólo superada por la de Nigeria, en África.
La violenta muerte de George Floyd en los Estados Unidos desató una ola de manifestaciones en todo el mundo que pusieron de relieve un hecho ineludible: ¡Las vidas de los negros tienen valor!
En nuestra brasileñidad, fuertemente marcada por la esclavitud, sentimos en nuestra propia piel que, muchas veces, este Valor y riqueza no son reconocidos.
Yendo directo al grano, nosotros, sacerdotes negros, para responder al llamado de nuestro Señor Jesucristo, como trabajadores de Su Mies, sentimos, en nuestra formación, la rodilla de nuestros formadores comprimiendo nuestro cuello. Sabemos lo que significa el grito: ¡NO PUEDO RESPIRAR!
Acosados, inferiorizados, ridiculizados, recorrimos el camino formativo callados y con miedo, temiendo no ser aceptados a las órdenes sagradas.
El 3 de junio, en la Audiencia General, usted dijo: «No podemos tolerar ni cerrar los ojos a ninguna forma de racismo o exclusión y pretendemos defender el carácter sagrado de la vida humana…».
Ante estas palabras, Santo Padre, nos sentimos animados a hacerle llegar nuestra voz.
¡Sabemos, Santo Padre, que usted es un Hombre de Dios! ¡Su corazón es humano! ¡Y ha buscado poner a la Santa Iglesia en el camino de la Vida, la Esperanza, la Justicia y la Paz!
Ha luchado valientemente contra el clericalismo y todos los arcaicismos que elitizan y fosilizan la Iglesia y la hacen inhumana, mundana y alejada de las mayorías empobrecidas.
Es precisamente por estas numerosas iniciativas que nos sentimos animados a clamar para que, como Padre y Pastor del rebaño, nos vea, nos escuche y venga en nuestro auxilio.
¡Llame a nuestros pastores a una conversión sincera!
Cambie el modus operandi de la Nunciatura Apostólica con respecto a la elección de los obispos. La Nunciatura actúa sin consultar debidamente a las Iglesias locales, ni siquiera al obispo que debe ser reemplazado por la edad, ni al Regional de la CNBB o a la propia CNBB.
Necesitamos pastores que estén en sintonía con el Evangelio. Necesitamos Pastores que realmente busquen tener el olor de las ovejas y que se preocupen por formar un presbiterio fiel al Evangelio de Jesús: «Buscad primero el Reino de Dios y su justicia…». (Mt 6, 33).
En un país con una mayoría negra podemos tener más obispos negros. ¿Por qué un sacerdote negro en Brasil no puede ser obispo? ¿O la elección está vinculada a la supremacía blanca?
¡Estamos cansados de diplomáticos vanidosos y de carrera, ansiosos de poder! Esto no nos diferencia en absoluto del poder establecido, que somete a los hombres y mujeres de esta tierra, especialmente a los menos favorecidos, pobres, negros, indios y todos aquellos que viven y mueren abandonados en las periferias territoriales y existenciales, a condiciones de vida viles.
Tenemos muchos sacerdotes teólogos, profesores y doctores negros, que corresponden ciertamente al deseo del Santo Padre de tener en la Iglesia pastores capaces de empatía y sinergia con la vida del pueblo sufridor y fiel, ahora duramente golpeado por la epidemia del Covid-19.
¡Nuestro grito está aquí, Santo Padre, con la certeza de ser escuchados en nuestro clamor!
Con sencillez y parresía y en la sincera adhesión a lo que nos has enseñado en Evangelii Gaudium, Laudato Si’, Amoris Laetitia, Querida Amazonía y, sobre todo, por sus actitudes y gestos valientes, firman los sacerdotes y obispos de la caminada, un numeroso grupo de ministros consagrados, que se apoyan mutuamente para seguir mejor las huellas de Jesús en su amor y cuidado de los pobres y los pequeños, proclamado con vigor profético tanto en la sinagoga de Nazaret (Lc 4, 14-21) como en el Sermón de la Montaña (Mt 5, 3-10).
Alex José Kloppenburg – Diócesis de Bagé – RS
Adamor Lima – Parroquia de las Islas – Diócesis de Abaetetuba – PA
Monseñor Adriano Ciocca Vasino – Prelatura de São Feliz do Araguaia – MT
Altair Manieri – Arquidiócesis de Londrina – PR
Antônio Carlos Fernandes, SDN – Espera Feliz – Diócesis de Caratinga – MG
Antonio De Jesús Sardinha – Vicario General – Diócesis de Jales/SP P.
Antonio José de Almeida – Diócesis de Apucarana – PR
Antonio Lopes de Lima – Diócesis de Limoeiro do Norte – EC
Antonio Manzatto – Arquidiócesis de São Paulo P. Basilio Vidal Vileci – Diócesis de Crato – CE P.
Benedito Ferraro – Arquidiócesis de Campinas – SP
Brasílio Alves de Assis – Diócesis de Registro – SP
Celso Carlos Puttkammer dos Santos – Prelatura de Marajó – Soure/PA
Danilo Lago Severiano – San Felixdo Xingu – Prelatura de San Félix – PA
Danilo Vitor Pena – Diócesis de Jacarezinho – PR
Dennis Koltz – PIME – Macapá
Diego Giuseppe Pelizzari – Diócesis de Londrina – Consejo Misionero Indígena – CIMI
Dirceu Luiz Fumagalli – Arquidiócesis de Londrina – PR
Domingos Rodrigues – Parroquia Arcángel Gabriel – Diócesis de Bagé – RS
Edegard Silva Junior – Misionero Saletino – Diócesis de Pemba – Mozambique
Edmar Augusto Costa – Arquidiócesis de Río de Janeiro – RJ
Edson André Cunha Thomassim –
Edson Zamiro da Silva – Diócesis de Apucarana – PR
Elauterio Conrado da Silva Junior – Diócesis de Bagé – RS
Monseñor Erwin Käutler – Obispo Emérito Prelado de la Diócesis de Xingu – Altamira – PA
Ezael Juliatto – Arquidiócesis de São Paulo – SP
Flavio Corrêa de Lima – Diócesis de Novo Hamburgo – RS.
Monseñor Flávio Giovenale, SDB – Diócesis de Cruz del Sur – AC
Francisco de Aquino Junior – Diócesis de Limoeiro do Norte – EC
Francisco Gecivam García – Arquidiócesis de Maringá – PR
Geraldino Rodrigues de Proênça – Diócesis de Apucarana – PR
Gilberto Tomazi – Vicario General – Diócesis de Caçador-SC
Hermes Antonio Tonini – Diócesis de Lages – SC
Ivanil Pereira da Silva – Parroquia de Santa Rita de Cássia – Cianorte – Diócesis de Umuarama
Jean Fabio Santana, SJ – Arquidiócesis de São Paulo – SP
Jorge Corsini – Diócesis de Registro – SP
Jorge Luiz A. Souza – Arquidiócesis de São Paulo – diácono de SP
Jorge Pereira de Melo – Arquidiócesis de Londrina – Parroquia de Santo Antonio – Londrina.
José Amaro Lopes de Sousa – Diócesis de Xingú – Altamira – PA
José Cristiano Bento dos Santos – Arquidiócesis de Lonbrina – PR
José Geraldo Magela Vidal – Arquidiócesis de Mariana – MG
Monseñor José Luiz Ferreira Salles, CSsR – Diócesis de Pesqueira – PE
José Mário Stroeher – Obispo Emérito de Rio Grande – RS
José Oscar Beozzo – Diócesis de Lins – SP
José Roberto Moreira – Parroquia Nsa. Sra. Da Boa Viagem – Bocaina do Sul – Diócesis de Lages
Lázaro Gabriel Lourenço – Diócesis de Miimeira – SP
Leandro de Mello – Arquidiócesis de Passo Fundo – RS
Leomar Antonio Montagna – Arquidiócesis de Maringá – PR
Lino Mayer – Diócesis de Rio Grande – RS
Luciano da Paixão – Arquidiócesis de Londrina – PR
Luis Miguel Modino – Misionero Fidei Donum – Arquidiócesis de Manaus – AM
Luiz Carlos Palhares – Diócesis de Apucarana – PR
Luiz Roberto Sandini – Diócesis de Chapecó – SC
Monseñor Manoel João Francisco – Obispo de la Diócesis de Cornélio Procópio – PR
Manoel José de Godoy – Parroquia de São Tarcísio – Arquidiócesis de Belo Horizonte – MG
Marcos Roberto Almeida dos Santos – Arquidiócesis de Maringá – PR
Mauro Batista Pedrinelli. Arquidiócesis de Londrina – PR
Medoro de Oliveira Souza Neto – Diócesis de Valênça – RJ
Nadir Luiz Zanchet – Diócesis de Balsas – MA
Nelito Dornelas – Gobernador Valadares – MG
Pascal Tunaissi B., SX. CIMI – Redención – PA
Paulo Humberto Rodrigues Cruz – Arq de Belém do Pará – Área Misionera de São Clemente – PA
Paulo Joanil da Silva, OMI – Diócesis de Belém – PA
Paulo Sérgio Bezerra – Paróquia N. Sra. do Carmo – Itaquera – Diócesis de São Miguel Paulista
Pedro Curran, OMI – Arquidiócesis de Manaus – AM
Roberto Valicourt, OMI – Arquidiócesis de Manaus – AM
Rui Fernando de Oliveira Santos -Diócesis de Apucarana – PR
Sebastião Rodrigues da Silva – Paróquia São Francisco de Assis CP – Dióc. de Cornélio Procópio
Sérgio Eduardo Mariucci, SJ –
Sérgio Lima Pereira – Arquidiócesis de Pelotas – RS
Severino Leite Diniz – Parroquia Nsa. Sra. Aparecida – Promesa – Diócesis de Lins – SP
Sisto Magro – PIME – Macapa – AP
Vilmar Gazaniga – Diócesis de Caçador – SC
Vilson Groh – Florianópolis – SC
Vitor Galdino Feller – Vicario General – Arquidiócesis de Florianópolis- SC.
Wilfrido Mosquer, OSFS – Arquidiócesis de Pelotas – RS
Wilmar Villalba Ortiz, OFM Conv – Parroquia de la Santa Cruz – Ubatuba – SP
Wilner Charles, OSFS
Brasil, 19 de junio de 2020 Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, Día de Oración por la Santificación del Clero
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Volem bisbes catalans! Célebre eslogan en la Cataluña del tardofranquismo. Resultado: la antigua Cataluña cristiana hoy secularizada casi por completo. En Brasil la religión católica lleva años en caída libre y siendo remplazada por las sectas protestantes. ¡Pero la preocupación de sus obispos son el Amazonas y que haya más obispos negros! ¿Por qué no pelirrojos o zurdos?
Nada se me ocurre más racista que promocionar por la pigmentación de la piel.
Estamos alcanzando unas cotas jamás imaginadas.
Este tema me recuerda lo de: » ¡Volem bisbes catalans ! «.
Bueno.Vale-
Puestos a desvariar, para adaptarse a los porcentajes de la población, ¿por qué no piden que la mitad de sacerdotes sean mujeres?
Y desde luego resulta significativo que un Papa que nunca ha contestado las Dubia, sea tan rápido para responder a esos extremistas, y encima dando apoyo a su absurda propuesta.
Queremos Obispos Santos!!!!
Me has quitado las palabras de la boca.Coincido plenamente contigo. 🙏🙏🙏
A verdade é que a população negra no Brasil não corresponde nem mesmo a 10% da população, de acordo com o IBGE (Instituto Brasileiro de Geografia Estatística). Então, afirmar que o Brasil é um país onde a maioria da população é negra não corresponde à realidade. Podemos ter mais Bispos negros, mas não é preciso mentir ao Papa para isso.
Bueno, no es exactamente como usted dice, aunque tampoco lo es como afirman los firmantes. La suma de negros y mestizos, según las últimas estadísticas, superan muy levemente el 50% de la población brasileña. Pero, sea como fuere, ese no es el problema. Lo que tenemos que pedir no son obispos blancos, negros o mestizos. Lo que hay que pedir, como algunos dicen aquí mismo, es obispo santos.
Concordo com o senhor
Sempre que tenho viajado ao Brasil, hé visto muitas pessoas mulatas, mais ou menos pretas, mas poucas pessoas realmente pretas. Nao falo que nao teham, mas dizer que os pretos em Brasil sao a maioria da populaçao….. Em fim: já se sabe que a mentira é uma ferramenta muito util para conseguer objetivos muitas vezes inconfesáveis
Estamos al final de todo lo que siendo, pronto dejará de ser; así que mejor sea tanto para el que predica como para el que escucha que escrito está que: «Muchos serán los llamados y pocos los escogidos»
Las cuotas atentan directamente al mérito. No se pede dar un puesto por ser de una raza o un sexo. Si tal sucede, quien lo consigue siempre está en entredicho, aunque lo haya obtenido de una manera meritoria. Siendo como soy una persona crítica con el papel de la Revolución Francesa y acérrimo enemigo de Napoleón, tengo que admitir que la meritocracia es lo único que salvo, tanto del personaje como del movimiento. En resumen, mérito, no cuotas.
Se ordenará Obispo al que parezca más adecuado. NO atendiendo al color de la piel. Esto podían contestar muchísimas otras instituciones (en Oxford y Cambridge también se pedía que «hubiera más alumnos negros» ???). Se entra por méritos, no por la raza. Pero en el caso de la Iglesia, al hablar de obispos, es mil veces más sangrante y absurdo y…
«Queremos Obispos santos». Y tanto
Queremos obispos y sacerdotes católicos y santos. Del color que sean, a quién le importa.
Habría que avisarle a esta gente acerca del desprecio de que fueron objeto los Obispos católicos africanos fieles a la Fe, en los dos últimos Sínodos, por parte de los Obispos modernistas, especialmente los alemanes.
No parecen haberse enterado. O sufren de ceguera en el ojo izquierdo.
«No creo que los firmantes de la carta quieran mucho al negro Sarah».
Acertadísimo todo el comentario, amigo Belzunegui.
Especialmente la última frase
Puede poner una cuota para ingresar negros. Cada X obispos entra alguno negro y listo.
dicho con ironía porque es todo una farsa, ningún ser divino avala este suicidio mental colectivo. Telón por favor!!