Francisco: «Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios»

Vatican Media
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El Papa Francisco celebró la Santa Misa en la solemnidad de Santa María Madre de Dios el primero de enero en la Basílica de San Pedro. Durante la homilía, Francisco habló sobre la mujer, denunciando la violencia que muchas veces es cometida sobre ellas y destacó que son «son fuente de vida».

Les ofrecemos la homilía del Santo Padre, publicada por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

«Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer» (Ga 4,4). Nacido de mujer: así es cómo vino Jesús. No apareció en el mundo como adulto, sino como nos ha dicho el Evangelio, fue «concebido» en el vientre (Lc 2,21): allí hizo suya nuestra humanidad, día tras día, mes tras mes. En el vientre de una mujer, Dios y la humanidad se unieron para no separarse nunca más. También ahora, en el cielo, Jesús vive en la carne que tomó en el vientre de su madre. En Dios está nuestra carne humana.

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El primer día del año celebramos estos desposorios entre Dios y el hombre, inaugurados en el vientre de una mujer. En Dios estará para siempre nuestra humanidad y María será la Madre de Dios para siempre. Ella es mujer y madre, esto es lo esencial. De ella, mujer, surgió la salvación y, por lo tanto, no hay salvación sin la mujer. Allí Dios se unió con nosotros y, si queremos unirnos con Él, debemos ir por el mismo camino: a través de María, mujer y madre. Por ello, comenzamos el año bajo el signo de Nuestra Señora, la mujer que tejió la humanidad de Dios. Si queremos tejer con humanidad las tramas de nuestro tiempo, debemos partir de nuevo de la mujer.

Nacido de mujer. El renacer de la humanidad comenzó con la mujer. Las mujeres son fuente de vida. Sin embargo, son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre. Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer. La salvación para la humanidad vino del cuerpo de una mujer: de cómo tratamos el cuerpo de la mujer comprendemos nuestro nivel de humanidad. Cuántas veces el cuerpo de la mujer se sacrifica en los altares profanos de la publicidad, del lucro, de la pornografía, explotado como un terreno para utilizar. Debe ser liberado del consumismo, debe ser respetado y honrado. Es la carne más noble del mundo, pues concibió y dio a luz al Amor que nos ha salvado. Hoy, la maternidad también es humillada, porque el único crecimiento que interesa es el económico. Hay madres que se arriesgan a emprender viajes penosos para tratar desesperadamente de dar un futuro mejor al fruto de sus entrañas, y que son consideradas como números que sobrexceden el cupo por personas que tienen el estómago lleno, pero de cosas, y el corazón vacío de amor.  

Nacido de mujer. Según la narración bíblica, la mujer aparece en el ápice de la creación, como resumen de todo lo creado. De hecho, ella contiene en sí el fin de la creación misma: la generación y protección de la vida, la comunión con todo, el ocuparse de todo. Es lo que hace la Virgen en el Evangelio hoy. «María, por su parte ―dice el texto―, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón» (v. 19). Conservaba todo: la alegría por el nacimiento de Jesús y la tristeza por la hospitalidad negada en Belén; el amor de José y el asombro de los pastores; las promesas y las incertidumbres del futuro. Todo lo tomaba en serio y todo lo ponía en su lugar en su corazón, incluso la adversidad. Porque en su corazón arreglaba cada cosa con amor y confiaba todo a Dios.

En el Evangelio encontramos por segunda vez esta acción de María: al final de la vida oculta de Jesús se dice, en efecto, que «su madre conservaba todo esto en su corazón» (v. 51). Esta repetición nos hace comprender que conservar en el corazón no es un buen gesto que la Virgen hizo de vez en cuando, sino un hábito. Es propio de la mujer tomarse la vida en serio. La mujer manifiesta que el significado de la vida no es continuar a producir cosas, sino tomar en serio las que ya están. Sólo quien mira con el corazón ve bien, porque sabe “ver en profundidad” a la persona más allá de sus errores, al hermano más allá de sus fragilidades, la esperanza en medio de las dificultades; ve a Dios en todo.

Al comenzar el nuevo año, preguntémonos: “¿Sé mirar con el corazón? ¿sé mirar con el corazón a las personas? ¿Me importa la gente con la que vivo, o la destruyo con la murmuración? Y, sobre todo, ¿tengo al Señor en el centro de mi corazón, o tengo otros valores, otros intereses, mi promoción, las riquezas, el poder?”. Sólo si la vida es importante para nosotros sabremos cómo cuidarla y superar la indiferencia que nos envuelve. Pidamos esta gracia: vivir el año con el deseo de tomar en serio a los demás, de cuidar a los demás. Y si queremos un mundo mejor, que sea una casa de paz y no un patio de batalla, que nos importe la dignidad de toda mujer. De una mujer nació el Príncipe de la paz. La mujer es donante y mediadora de paz y debe ser completamente involucrada en los procesos de toma de decisiones. Porque cuando las mujeres pueden transmitir sus dones, el mundo se encuentra más unido y más en paz. Por lo tanto, una conquista para la mujer es una conquista para toda la humanidad.

Nacido de mujer. Jesús, recién nacido, se reflejó en los ojos de una mujer, en el rostro de su madre. De ella recibió las primeras caricias, con ella intercambió las primeras sonrisas. Con ella inauguró la revolución de la ternura. La Iglesia, mirando al niño Jesús, está llamada a continuarla. De hecho, al igual que María, también ella es mujer y madre, la Iglesia es mujer y madre, y en la Virgen encuentra sus rasgos distintivos. La ve inmaculada, y se siente llamada a decir “no” al pecado y a la mundanidad. La ve fecunda y se siente llamada a anunciar al Señor, a generarlo en las vidas. La ve, madre, y se siente llamada a acoger a cada hombre como a un hijo.

Acercándose a María, la Iglesia se encuentra a sí misma, encuentra su centro, encuentra su unidad. En cambio, el enemigo de la naturaleza humana, el diablo, trata de dividirla, poniendo en primer plano las diferencias, las ideologías, los pensamientos partidistas y los bandos. Pero no podemos entender a la Iglesia si la miramos a partir de sus estructuras, a partir de los programas y tendencias, de las ideologías, de las funcionalidades: percibiremos algo de ella, pero no el corazón de la Iglesia. Porque la Iglesia tiene el corazón de una madre. Y nosotros, hijos, invocamos hoy a la Madre de Dios, que nos reúne como pueblo creyente. Oh Madre, genera en nosotros la esperanza, tráenos la unidad. Mujer de la salvación, te confiamos este año, custódialo en tu corazón. Te aclamamos: ¡Santa Madre de Dios! Todos juntos, por tres veces, aclamemos a la Señora, en pie, Nuestra Señora, la Santa Madre de Dios: [con la asamblea]: ¡Santa Madre de Dios, Santa Madre de Dios!

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Comentarios
31 comentarios en “Francisco: «Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios»
  1. Toda violencia infringida contra tu semejante es una profanación de Dios (salvo aquella encaminada a la defensa de la propia vida)
    Tan difícil resulta proclamar mensajes NO sesgados?

    1. Ahí se le ve lo que es, y lo que es el feminismo del NOM, primero callar a las mujeres a tortas y luego condenar la violencia y encima metiendo a Dios por medio.

  2. Los expertos empiezan a analizar el video del triste suceso. La señora oriental es cualquier cosa menos una loca exaltada y es la más comedida de su entorno. Si la observamos bien, algunos ya afirman que es china, no está sacando fotos, espera en silencio religioso la llegada de Francisco, se dirige a Francisco en inglés en tono de reproche y da la impresión que por eso el papa se aleja dándole la espalda. Es en este momento es cuando esta señora lo toma del brazo para que la escuche y Francis empieza a darle los violentos manotazos. Nos dicen que lo que esta mujer estaba gritando y continúa haciéndolo cuando se está alejando el Papa Francisco es: I just wanna say (sólo quiero decirle) Don´t destroy the fold (no destruya el rebaño) Don’t betray the See (no traicione la Sede petrina). Si esto es cierto, lo sabremos en estos días con precisión, añadiría un elemento de gravedad mucho mayor al hecho.

  3. “Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios”
    Lo siento pero no es una profanación de Dios; es una profanación de la ley de Dios. Si no sabes distinguir entre criatura y Creador, mejor dedícate a otra cosa o jubílate. ¡ Basta de manipulaciones demagógicas !

  4. Padre Sam: «Si sólo te fijas en el momento cuando Francisco pierde la paciencia con una peregrina, y pasas por alto su petición d perdón (y con voz temblorosa), estás siendo injusto: viendo el mal e ignorando el bien. Recuerda: «seremos medidos con la vara que midamos». Lo dice Jesús.»

  5. Mucho hablar de madres y mujeres, y ni una palabra sobre el aborto, una violencia ejercida hacia y por las mujeres. Pos’ fale.

  6. «Toda violencia infligida a la mujer»…………y al niño y al anciano y al hombre, y al joven, y al sano y al enfermo, son una profanación a Dios. Es que parece ahora qué solo la mujer es el centro del universo. Aunque no está mal que lo diga, por lo del maltrato.

    1. Alberto.
      Estoy de acuerdo, pero cuando dice :»Aunque no está mal que lo diga, por lo del maltrato.», se refiere a la mujer y hay que recordar que también hay hombres maltratados. Para ellos, no hay siquiera una palabra, como si no fuera importante el tema.

  7. La señora asiática es maleducada y agresiva que casi hace caer al papá. El servicio de seguridad muy incompetente que no protege al papa y el Papa Francisco un imprudente por varios motivos, el principal es por no dejarse asesorar por el bien de su seguridad. Los demás que lo vemos desde el sofá y pontificamos de todo, somos unos chisgarabís, saltacharquillos y opinadores con ínfulas de los que algunos tiran la piedra y esconden la mano.

  8. Francisco: “Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios”… ¿Eso lo dijo Francisco antes o después de pegar a una mujer china en la plaza de San Pedro?

    1. El dialogante, lo dijo después y se quedó más ancho que largo.
      Llega a hacerlo Benedicto XVI y ahora mismo todo el mundo estaría pidiendo su cabeza en bandeja de plata, feministoides incluidas. Pero si lo hace un amigo de Soros, no pasa nada. Le respalda el NOM.
      Bueno, a todo esto. Mal ejemplo he ido a poner mentando a Benedicto XVI, pues él es un señor que sabe estar a la altura de las circunstancias y al contar con la gracia de Dios, jamás hubiera hecho eso, sino todo lo contrario.

      1. Así es, Mariela ¿ Os imagináis qué habría sucedido si esta bofetada histórica a una mujer la hubiese propinado Benedicto XVI ? Tendríamos a todos los media anti católicos y sus colaboracionistas dándonos la tabarra pidiendo de continuo la renuncia inmediata. Incluso algún colectivo feminazi trataría de llevar el caso ante el Tribunal Penal Internacional. Se les nota demasiado el plumero. A Francis le consienten todo porque sirve a su causa y no a la de Dios.

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