Un grupo de periodistas y escritores de diferentes países presentan en Roma la conferencia «Los interrogantes sobre la crisis moral de la Iglesia» a tan solo dos días de que el Vaticano de el pistoletazo de salida a la cumbre sobre abusos sexuales.
«Si la cumbre sobre abusos no trata el tema de la homosexualidad, estará destinada al fracaso». Estas han sido las palabras que el historiador y escritor italiano Roberto de Mattei ha dirigido a Infovaticana en Roma durante la conferencia «Los interrogantes sobre la crisis moral de la Iglesia» impartida en la Sala Stampa Estera de la capital italiana a tan solo dos días de que de comienzo la cumbre sobre abusos sexuales en la Iglesia.
‘Si nada cambia, ya podemos decir que esta cumbre será una cumbre fallida’
Preguntado por Infovaticana acerca del verdadero objetivo de esta cumbre, el historiador y autor del libro «Concilio Vaticano II. Una historia nunca escrita» ha explicado que se pretende «seguir un programa, seguir una agenda. Esta cumbre se incluye dentro de una serie de eventos sucesivos a la exhortación Amoris Laetitia que pretenden orientar a la Iglesia Católica hacia diversas cuestiones que normalmente debería afrontar».
«Para ello -continúa- se ha requerido un gran esfuerzo mediático, sobre todo desde el Vaticano, para realizar esta cumbre y también para controlarla, desde el cardenal Marx o el cardenal Cupich y otros que se orientan hacia una dirección digamos muy ideológica y muy clara».
Sin embargo, ha subrayado que «los 113 presidentes de las conferencias episcopales representan mundos diversos, no podemos saber lo que ocurrirá en los próximos días. Ciertamente hay un programa publicado por la Santa Sede. No sabemos si los obispos reunidos en Roma seguirán esta agenda al pie de la letra o si se desarrollarán espacios de verdadera discusión y de libertad. Porque la Iglesia es un lugar donde se puede discutir respetuosamente.
«¿Qué pasará? No lo sabemos. Pero si nada cambia respecto al programa, ya podemos decir que esta cumbre será una cumbre fallida y se podrá definir desde ya como un fracaso, porque no se hablará de las razones reales de la crisis de la Iglesia de hoy», ha sentenciado.
‘Será una hipocresía limitar el escándalo a la pedofilia, ignorando la plaga de la homosexualidad’
Introducido por el periodista y moderador Giuseppe Rusconi al comienzo de la conferencia, Roberto de Mattei ha advertido que «será una hipocresía limitar el escándalo a la pedofilia, ignorando la plaga de la homosexualidad, que no es solo un vicio contrario a la naturaleza humana, sino que también forma las bases de una estructura de poder dentro de la Iglesia».
«Sería hipócrita también que se limitasen a denunciar los escándalos morales sin abordar sus raíces doctrinales. Parece que las autoridades eclesiales están interesadas en crímenes como la pedofilia o la violación, no porque sean la más grave violación en contra de la divina ley natural y una ofensa en contra de Dios, sino porque son un ejemplo de violencia en contra de nuestros vecinos y son crímenes legales en los estados seculares modernos. Pero los estados seculares que condenan la pedofilia promueven la homosexualidad, y hoy los hombres de la Iglesia tienen miedo de ser tildados de ‘homófobos'», ha explicado de Mattei.
Asimismo cita el libro «Sodoma» que será publicado este jueves (coincidiendo con el comienzo de la cumbre) y señala que su autor «indica que cada hombre de la Iglesia que condena la homosexualidad es homófobo, y cada homófobo es un homosexual reprimido». A continuación, explica que el objetivo de Martel es «presionar a los obispos que estarán en Roma para reducirlos al silencio. Nosotros estamos hoy aquí para reducir ese silencio», ha declarado.
‘La Iglesia ha aceptado, con un silencio cómplice, la trivialización de la homosexualidad’
Junto a Roberto de Mattei se encontraban Jean Pierre Maugendre -presidente de «Renaissance Catholic»-, quien ha denunciado que «parece que la Iglesia ha aceptado, con un silencio cómplice, la trivialización de la homosexualidad» al mismo tiempo que ha señalado que «toda reforma de la Iglesia será fallida sino es una reforma basada en el teocentrismo y centrada en Jesucristo.
La rueda de prensa también ha contado con la presencia John Smeaton, de la «Society for the protection of unborn children», quien ha refutado la frase del Papa Francisco «el sexo no es un monstruo, es un regalo de Dios» y ha defendido que los programas de educación sexual promovidos por oficiales de la Iglesia Católica de todo el mundo, empezando por el Vaticano, son el monstruo».
Cabe recordar que tanto Roberto de Mattei como Jean Pierre Maugendre y John Smeaton fueron algunos de los que firmaron el Compromiso de Fidelidad a la fe católica, manifestando su rechazo a acatar a cualquier sacerdote o prelado que se aleje en su mensaje de la doctrina perenne de la Iglesia.
Además de los nombrados, durante la conferencia hemos escuchado también a Scott Schittl, de LifeSite News, que ha recordado las palabras de Benedicto XVI, quien advirtió que «el silencio sobre las enseñanzas de la Iglesia en relación al daño espiritual de los actos homosexuales presenta una falsa caridad que no es pastoral».
Asimismo, han tomado la palabra Michael Matt- director de The Remnant-, quien ha hablado del término «clericalismo» utilizado por el Papa Francisco «como origen de los abusos sexuales por parte del clero». También han participado en la conferencia Julio Loredo, fundador de «Tradición y Acción, por un Perú mayor» y el polaco Arkadiusz Stelmach.
El programa de la cumbre sobre abusos ignora el problema de la homosexualidad
Cabe recordar que este lunes 18 de febrero la Sala Stampa de la Santa Sede presentó el programa sobre la cumbre de abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia. El cardenal Cupich, miembro del comité organizador, aseguró que «es importante admitir el porcentaje de abusos entre hombres pero, como han demostrado los programas de organizaciones profesionales, la homosexualidad en sí misma no es una causa».
A continuación, preguntado por los «adultos vulnerables y seminaristas» -un tema que según lo que se informó en el Sínodo sobre la Juventud iba a ser tratado también durante la cumbre de febrero-, el arzobispo Scicluna explicó que «la prudencia que se necesita para enfrentarse a los abusos sexuales de menores también servirá para otro tipo de conductas erróneas». El cardenal Cupich, por su parte, defendió que la cumbre se centrará en los menores «porque ellos no tienen voz».
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Un puntazo para Almudena. Gracias, de verdad, por contarnos lo que muchos no quieren saber ni remediar, empezando por F y acabando con o.
Una gigantesca y descomunal hipocresía de un farisaico sanedrín. No podrán engañar a todos todo el tiempo.
No se debe, deformar los mandamientos de nuestro Señor Jesucristo, se cumplen o no se cumplen, lo demas son MENTIRAS.
«Hay un dato constante desde 2001 por lo que respecta a los abusos sexuales a menores cometidos por el clero católico: el 80% de las víctimas son de sexo masculino y por encima de los 14 años [efebofilia homosexual]»
Mons. Scicluna en declaraciones al diario El País
La carta pública de Burke y Brandmüller a los obispos de la cumbre sobre abusos sexuales incide en este hecho al denunciar la red homosexualista que sobrevive como un huésped parasitando a su anfitrión (la Iglesia), al tiempo que atribuye a la negación de la ley divina por una parte importante del clero el haberle allanado el camino. La carta es un clamor profético que obliga a la Iglesia a contemplar la necesidad de una reforma para poder combatir el cáncer que padece desde hace décadas: el modernismo.
¿El sexo un regalo de Dios?
¡Qué cosas, oye!
O sea, que el ser humano sin sexo ya estaba completo. Pero Dios le añadió es sexo como regalo.
¿Por qué a mí no me ha dado sexo, pues estoy soltero, quedándome con pena de no haberme casado?
¡En fin…!
Estos señores escritores y periodistas lo que deben hacer es estudiar el Catecismo de la Santa Madre Iglesia. Su supuesta «fidelidad» a la perenne doctrina de la Iglesia pretende colocarse por encima del Espiritu Santo que guía a su Iglesia hacia la verdad completa. Parecen confiar en pensamientos y se olvidan de la centralidad y sacralidad de la persona humana tal como nos lo enseña el Doctor Angélicus Santo Tomás de Aquino.