Ramón Llorente García, un sacerdote que hace activismo LGTB en Madrid

|

Con el apoyo del arzobispado de Madrid, la parroquia de Nuestra Señora de Madrid se ha convertido en punta de lanza del lobby LGTB en la Iglesia española por obra de su párroco, Ramón Llorente García, que predica una nueva forma de espiritualidad «homoherética».

La parroquia Nuestra Señora de Madrid organizó el pasado mes de mayo una vigilia de oración «homoherética», con representaciones blasfemas sobre santos, todo ello con la bendición del arzobispado de Madrid. Tras la denuncia de InfoVaticana, han sido multitud las quejas que ha recibido el párroco, Ramón Llorente, de feligreses, hartos de ver cómo su templo se convierte en una marioneta del lobby LGTB en la Iglesia que peregrina en Madrid. Varios de los grupos que sostenían el templo han decidido marcharse a otras parroquias donde se predique la verdad del Evangelio.

El responsable de la deriva homosexualista de la parroquia no es otro que el propio párroco, Ramón Llorente, del que decía hace unos meses ABC que «forma un tándem casi perfecto» con su vicario, Luis José Tamayo, que desarrolla su actividad pastoral en Nuestra Señora de Madrid desde que fue trasladado con urgencia procedente de otra parroquia.

Llorente, sacerdote desde 1991, escribe el comentario al Evangelio en la página web de Crismhom, el colectivo homosexualista que organizó el acto del pasado mes de mayo. Publicamos a continuación algunos de los comentarios al Evangelio publicados por el sacerdote, bajo su firma.

El carácter LGTBI del Bautismo del Señor:

“También el bautismo fue por parte de Jesús un gesto de humildad, su deseo de asumir plenamente la condición humana. Jesús también asumió y dignificó la condición LGTBI y, como consecuencia, le llama a cada persona LGTBI a su realización personal teniendo a Jesús como modelo de ser persona.”

Sobre el colectivo LGTBI:

“Felicitar y alentar a las personas lgtbi que luchan y trabajan por la normalización y el reconocimiento de los derechos y la dignidad de las personas lgtbi en la sociedad y sobre todo en la Iglesia. Aunque se va despacio, ya se van viendo frutos de su trabajo en la Iglesia. El encuentro hace unos días de Crishmom con delegados de la Vicaria de Pastoral Social e Innovación de la diócesis de Madrid y la visita y acogida en ese encuentro por parte de Don Carlos Osoro, arzobispo de Madrid es un paso esperanzador e ilusionante. Quiero dar las gracias especialmente al Vicario Episcopal, don José Luis Segovia por su implicación personal en la defensa y reconocimiento eclesial del colectivo lgtbi y por la iniciativa de este encuentro, su cálida acogida y sus palabras de apoyo y aliento..

Las personas lgtbi son personas  sanas y buenas  por su identidad afectivo sexual. Los leprosos y “malos” son aquellos que siguen culpabilizando y estigmatizando al colectivo lgtbi. Espero que ya en esta próxima Cuaresma, abriéndose al Espíritu Santo cambien de actitud, se curen pronto y se conviertan de “leprosos” en misioneros de la  diversidad afectivo sexual dentro y fuera de la Iglesia. Esperemos que den los primeros frutos en Pascua.

Sobre el anuncio de la castidad como virtud cristiana:

“Me he vuelto y he estado hablando con ellos un rato. Eran tres jóvenes gays que esta noche iban al ambiente a buscar sexo. Les he interpelado para que en vez de sexo busquen una relación sana de pareja.”

La doctrina de los santos:

“Frente a ello las personas lgtb deben vivir la alegría de su diversidad afectivo sexual y transmitir con gozo la riqueza existencial de su condición sexual y la experiencia de sentirse amados por Dios y miembros queridos de la Iglesia. Como resumen, unas palabras de la doctora de la Iglesia:” no dejen de andar alegres”.”

María, modelo de integración frente a la Iglesia homófoba:

“Sería una novedad y una gran aportación para la Iglesia el que vaya tomando cuerpo entre los cristianos una auténtica y sana espiritualidad LGTB. Todo cristiano LGTBI, en una sociedad e Iglesia tradicionalmente homófobas, se ha preguntado por su condición afectiva sexual y se ha confrontado vitalmente con Dios. Le ha resultado difícil integrar su fe y su condición sexual viviendo la experiencia de la incomprensión, el rechazo y la marginación. A pesar de todo, la mayoría, como Maria, han manifestado su fiat a Dios creyendo que Dios iba a revertir la situación del colectivo y personal a nivel social y eclesial y que la Iglesia irá descubriendo que las personas LGTBI son un sacramento de la presencia de Dios y un carisma para enriquecer a la Iglesia y el mundo.”

La comunidad LGTBI toma cuerpo en el año litúrgico:

“En este domingo de Gaudete el color litúrgico es el rosa (paño del ambon y casulla).Por su significado y simbolismo este tercer domingo de Adviento podría ser el domingo LGTBI de la Iglesia Católica.El domingo en el que la Iglesia se dedicara a acoger, dar a conocer y ofrecer pistas de integración del colectivo LGTBI en el seno de las comunidades cristianas.”