Repasamos la biografía, trayectoria y formación de los cardenales Meisner, Caffarra, Burke y Brandmuller, que están siendo objeto de amenaza e insultos desaforados por parte de algunos eclesiásticos por hacer unas preguntas a Su Santidad, Francisco.
Cuenta Edward Pentin que el Papa está literalmente «hirviendo de rabia» ante la carta en la que cuatro cardenales le piden que aclare ciertas dudas de interpretación sobre Amoris Laetitia. No sabemos si es cierto, lo que sí es notorio es que la respuesta de Francisco a las «dubia» de los cuatro no ha sido un puente sino más bien el muro del silencio.
Pero además de la pared del silencio, los cuatro cardenales han enfrentado la espada de una interpretación errónea del papado, y algunos eclesiásticos les han llegado a calificar de herejes, pecadores o sembradores de cizaña.
Desde el Presidente de la Conferencia Episcopal de Grecia hasta el omnipresente Antonio Spadaro, pasando por el decano de la Rota Romana, son muchos los que han querido unirse al linchamiento eclesial de cuatro purpurados que pensaron que debían plantear sus dudas a Pedro.
Por eso, hemos querido repasar la trayectoria personal y eclesial de los cardenales Burke, Caffarra, Meisner y Brandmuller, así como su formación teológica y su producción intelectual.
Joachim Meisner, íntimo amigo de Ratzinger desde hace 40 años
Carlo Caffarra, una referencia mundial en moral familiar y matrimonial
Raymond Leo Burke, un cardenal bueno, humilde y sin pelos en la lengua
Walter Brandmuller: pocos conocen como él la historia de la Iglesia
Los cuatro tienen un rasgo en común: Firmaron el llamamiento a los padres sinodales que InfoVaticana y La Nuova Bussola presentaron en Roma pocos días antes del Sínodo sobre la familia. Además de ellos, también el Cardenal Sarah apoyó el escrito.
Cardenales, obispos y laicos piden a los padres sinodales que protejan el matrimonio
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Robert Spaemann, doctor honoris causa por mi querida Universidad de Navarra, se lamenta de que son muy pocoshttp://www.lanuovabq.it/it/articoli-rispondere-ai-dubia-non-inabissare-il-magisterospaemann-il-papa-faccia-come-gesu-si-o-no-18245.htm La Iglesia está, de hecho, partida en dos : De un lado, los protestantes que no quieren irse con los suyos, y, de otra, los católicos que recibimos los improperios bergoglianos de rígidos, fundamentalistas, doctores de la letra, doble vida, etc, para justificar su permanencia en una Iglesia que no es la suya. Que se vayan. O habrá que echarlos de una vez, por el bien de las almas.
Ha publicado hoy, día 4 de diciembre, en «Vida Nueva», el Cardenal emérito Don Fernando Sebastian, CFM, una carta breve pero interesantísima respondiendo a estos insignes cardenales que no entienden lo que nos dice el Papa Francisco en la Amoris Laetitia.
Lo que dice en Cardenal Sebastian se entiende perfectamente, como reflejo de los Evangelios.
Lo que no cesan de publicar estos cuatro insignes Cardenales es que ellos no lo entienden.
¿Será porque hay «corazones extraviados que no reconocen el Camino?» (Salmo 94)
Tal vez sería una buena ocasión de poner luz en las tinieblas de algunos, si publican aquí, integramente, la carta del Cardenal Sebastian.
Saludos.
Pues si Fernando Sebastian lo entiende, dichoso él. Los 4 cardenales de los dubbia se hacen eco de la confusión general creada en la Iglesia y que no se puede minimizar, como muy bien sabe Sebastián. Hasta el New York Times tiene dudas : http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1351424
Cronología.
7 de noviembre 2016. El Papa se entrevista con el prelado del Opus, Javier Echevarría. De lo tratado sólo trasciende lo que dice el Opus. Que el Papa les animó a trabajar “en todos los ambientes”. Como es bien sabido, el Opus está especializado casi exclusivamente en los ambientes del poder y del dinero, en las clases más acomodadas. La recomendación del Papa supondría que de hecho el Opus dejara de ser el Opus.
14 de noviembre 2016. Cuatro cardenales tienden una trampa saducea al Papa, exigiéndole que responda con un sí o no a sus preguntas sobre la comunión de los divorciados en la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, delirantemente sin dejarle dar argumento teológico. Uno de ellos amenaza al Papa con hacerle una “corrección fraterna”. Amoris Laetitia había sido publicada siete meses antes.
La pregunta de los cuatro cardenales al Papa está fechada el 19 de septiembre. Pero se hace pública el 14 de noviembre, a través del periodista Sandro Magíster, que fue expulsado temporalmente del Vaticano por tramposo.
En las semanas posteriores y de un modo creciente e intenso aparecen en España sacerdotes del Opus, como Jose Luís Aberasturi, y otras personas vinculadas al Opus apoyando a los cuatro cardenales contra el Papa.
Desde otro portal opusino, “Religión Confidencial”, del opusino pata negra José Apezarena se falsifican noticias sobre el caso, que se ve obligado a rectificar:
Según informan, la llamada “dubia” de los cuatro cardenales es una reacción a la carta del Papa a los obispos de la región de Buenos Aires. Esta carta del Papa se hizo pública el 13 de septiembre en L’Osservatore Romano, fechada el 5 de septiembre. La de los cuatro cardenales tiene fecha de 19 de septiembre, por tanto realizada en seis días. En esos seis días se pusieron de acuerdo sobre tan grave asunto un cardenal alemán de 87 años, un cardenal italiano de 80 años de la diócesis de Bolonia, otro cardenal alemán de 83 años de la diócesis de Colonia, los tres jubilados, y un cardenal estadounidense de 68 años, de Wisconsin, patrono de la soberana Orden de Malta (Walter Brandmuller, Carlo Caffara, Jocachim Meisner, Leo Burke) Se desconoce que se reunieran, se desconoce como se comunicaron y llegaron a ese casi fulminante acuerdo en seis días, de gran trascendencia.
Las circunstancias personales de tan variadas y distantes personas y su rápido acuerdo indican que o bien lo tenían preparado con anterioridad o fueron movidos y acordados por una mano más ágil. La rápida participación en la campaña de personas vinculadas al Opus muestra claramente que este es parte destacada del plan contra el Papa. Quien conozca el modo de proceder del Opus sabe que este sólo se implica en aquello que domina, como, por ejemplo, señaló hace tiempo el teólogo Olegario González de Cardenal, premio Ratzinger. La proximidad cronológica de la carta de los cuatro cardenales a la entrevista del prelado del Opus con el Papa, siete días después, hace pensar que ha sido una reacción a esta, Es posible que el Papa le dijera al prelado del Opus algo que a este desagradara profundamente, y reaccionara con todo su poder buscando aliados.
La Constitución Dogmática Pastor Æternus, promulgada por el papa Pío IX el 18 de julio de 1870, tras haber sido elaborada y aprobada por el Concilio Ecuménico Vaticano I, contiene la definición solemne del Dogma de la Infalibilidad Pontificia, que es del tenor literal siguiente: …con la aprobación del Sagrado Concilio, enseñamos y definimos ser dogma divinamente revelado que el Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando, ejerciendo su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, en virtud de su Suprema Autoridad Apostólica, define una doctrina de Fe o Costumbres y enseña que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres. Por lo mismo, las definiciones del Obispo de Roma son irreformables por sí mismas y no por razón del consentimiento de la Iglesia. De esta manera, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de contradecir ésta, nuestra definición, SEA ANATEMA. La constitución dogmática Lumen Gentium del último Concilio Ecuménico celebrado por la Iglesia, Vaticano II, ratifica esta doctrina, para dejar en claro la definición de la infalibilidad papal, en su párrafo 18: Este santo Concilio, siguiendo las huellas del Vaticano I, enseña y declara a una con él que Jesucristo, eterno pastor, edificó la santa Iglesia enviando a sus apóstoles como él mismo había sido enviado por el Padre (cf. Jn., 20,21), y quiso que los sucesores de estos, los obispos, hasta la consumación de los siglos, fuesen los pastores en su Iglesia. Pero para que el episcopado mismo fuese uno solo e indiviso, estableció al frente de los demás apóstoles al bienaventurado Pedro, y puso en él el principio visible y perpetuo fundamento de la unidad de la fe y de comunión. Esta doctrina de la institución perpetuidad, fuerza y razón de ser del sacro primado del romano pontífice y de su magisterio infalible, el santo concilio la propone nuevamente como objeto firme de fe a todos los fieles y, prosiguiendo dentro de la misma línea, se propone, ante la faz de todos, profesar y declarar la doctrina acerca de los obispos, sucesores de los apóstoles, los cuales junto con el sucesor de Pedro, vicario de Cristo y cabeza visible de toda la Iglesia, rigen la casa de Dios vivo. Señores según nuestra misma fe, Dios el Espíritu Santo, influye de una manera especial sobre el Sumo Pontífice. ESTO ES UNA VERDAD DE FE. En tal sentido por FE nadie puede corregir al Papa. Y mas cuando la EncÍclica viene de un SÍNODO DE OBISPOS, que se supone que están en comunión con el VICARIO DE CRISTO. En tal sentido si FRANCISCO como vicario de Cristo esta haciendo un llamado de atención a la Iglesia Universal se debe escuchar con humildad, no con orgullo. QUE TRISTE ES VER COMO EXISTEN FARISEOS Y SACERDOTES DENTRO DE LA IGLESIA, SIN UNA PIZCA DE MISERICORDIA. Como dijo el mismo Jesús QUIEN ESTE LIBRE DE PECADO QUE LANCE LA PRIMERA PIEDRA. También les recomiendo si no les gusta la REFORMA de la Iglesia tal como paso con el Vaticano II, les recomiendo que se puede ir a la Hemrnadad de San Pio X o LEFVEBRIANOS La Hermandad Sacerdotal San Pío X (latín: Fraternitas Sacerdotalis Sancti Pii X, FSSPX) es una sociedad internacional de sacerdotes católicos tradicionales que junto con otros miembros religiosos que son hermanos, hermanas, y oblatos, y por afiliación, los miembros de la tercera orden. Fue fundada en noviembre de 1970 en torno a Marcel Lefebvre, un arzobispo francés renombrado por su oposición al rumbo tomado por la Iglesia católica después al Concilio Vaticano II (1962–1965).
el 4 me encanta! como dicen en Méjico y no hablo de DUENDES! imagino que el Santo Padre estará diciendo a estos INTELECTOS ven, busca y halla!