En una entrevista en el Corriere, el que fuera portavoz de San Juan Pablo II califica al tirano de «sobrio» y reconoce que compartieron una cena de lujo, en la que no faltaron botellas de Vega Sicilia.
Joaquín Navarro Valls ha salido de su retiro romano para valorar la muerte del tirano comunista Fidel Castro. En una entrevista con el diario italiano Corriere della sera, Navarro Valls recuerda sus encuentros con el dictador.
Publicamos a continuación algunos extractos de la entrevista.
¿Del encuentro privado Papa-Fidel, sabe algo?
«Juan Pablo II era muy reservado en entrevistas personales. Me dijo que solamente al final de la entrevista metió la mano en el bolsillo, sacó un pequeño crucifijo y se lo dio como un regalo personal. Me dijo que Fidel lo había aceptado «.
¿Ese Castro coloquial que presentó su familia al Papa fue un descubrimiento para el Vaticano?
Fue un descubrimiento. Desde la distancia era frialdad y dificultad de comprensión de todo, desde cerca había calidez, pero la mayor parte de las dificultades iban a permanecer. Yo ya había tenido dos reuniones con Fidel y yo estaba preparado para oírle decirle al Papa, durante el asalto de los fotógrafos en el Palacio de la Revolución: «Deberían pagarnos por este posado, y no nos pagan nada» y el Santo Padre respondió: «es una pena».
¿Cuántas veces se encontró con Fidel?
Tres veces. Tres meses antes de la visita, la vigilia de la misma y ocho meses después. Cuando fui a preparar la visita fui acogido con finura y entretenido con una cena y sobremesa de más de seis horas, hasta las dos de la madrugada. «Yo no fumo más», me dijo, «pero permíteme que te ofrezca de regalo estos cigarros habanos».
¿Cómo era Castro en la mesa?
Muy sobrio. Estaban los mejores frutos de Cuba, en la mesa, y no faltó un buenísimo vino español, en homenaje a mi nacionalidad: Un Vega Sicilia. Me alcanzó su gran curiosidad, me preguntó por ejemplo si veía posible que hubiera formas de vida similares a la nuestra fuera del sistema solar, por ejemplo. A Benedicto XVI, durante el coloquio que tuvieron en la visita de 2012, le pidió algunos libros, y el Papa le mandó cinco de Roma, entre los que estaba la introducción al cristianismo y los dos primeros volúmenes de la trilogía sobre Jesús de Nazaret.
¿Qué mas obtuvo el Papa?
La liberación de una gran cantidad de detenidos, el restablecimiento de la fiesta de Navidad y una mejor acogida de las peticiones de edificios y publicaciones, pero no mucho más. La Navidad se había trasladado a junio para que no coincidiese con la Zafra, el corte de la caña de azúcar, y se devolvió tras la visita del Papa al 25 de diciembre.
¿Cómo lo ve, ahora que ya es historia?
El juicio político es objeto de controversia. En una de las entrevistas me había dicho que su revolución no había derramado ni una gota de sangre de un cura, y si lo comparamos, esa revolución, con la de México o la española, debe ser reconocido este hecho. Pero era un dictador que también ha utilizado la pena de muerte para su revolución. No ha adoptado la novedad traída por Gorbachov ni la oportunidad que le ofreció la visita del Papa.
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Muy interesante todo lo que cuenta Navarro Valls. A juzgar por el título que han puesto, se diría que en esa redacción no aprecian el interés del relato y que además se han contagiado de ese puritanismo de la pobretería, bastante hipócrita, que promueve el Papa actual. Parece que lo más importante de aquella reunión fue el precio de la cena y del vino. (Nótese que Navarro habla de un vino español muy bueno, y el periodista se queda con un vino muy caro). Un jefe de estado y el representante de un Papa, ¿deberían haber cenado en una taberna con manteles de papel? ¿Para qué ocasiones debemos guardar el Vega Sicilia? (Sí, para esa clase de citas, con esa clase de señoras que solo se fijan en el precio).
Yo prefiero quedarme con un dato : Por dos veces al menos Jesucristo, a través de su Vicecristo, pasó a su lado y prácticamente no se inmutó. Siguió con el totalitarismo, perseguidor de la dignidad humana y sus libertades, con la excusa de una supuesta igualdad, que tampoco se consiguió.
Sí, el titular es tendencioso. El Vega Sicilia no es, ni de lejos, «uno de los vinos más caros del mundo».
Los Vega Sicilia son grandísimos vinos de la Ribera del Duero, pero no son -ni de lejos- unos de los vinos más caros del mundo. El titular desmerece el enorme interés de la noticia.
Romanée Conti, Petrus Pommerol, … sí son algunos de los vinos más caros del mundo.