Vocaciones: Las clarisas

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145 Paz y bien. Ese es el primer mensaje que uno recibe al llegar a un convento de las hermanas clarisas, que son hoy en día la Orden de clausura que cuenta con más conventos en España y también con mayor número de vocaciones. 


La paz que inunda el alma y el bien que impulsa la acción de quien busca seguir más de cerca a Cristo. Las monjas de clausura que viven en estos conventos continúan la obra que en su día iniciaron San Francisco y Santa Clara: reconstruir la Iglesia de Cristo. Historia Todo comenzó con el joven hijo de un rico mercader, Francisco de Asís, que, insatisfecho de la vida de lujo y dedicada al placer que llevaba, decidió abandonar la casa de su padre por un hospital de leprosos en el que atendía a los enfermos.  Un día, mientras oraba en el pequeño templo de San Damián, medio abandonado y destruido, oyó ante una imagen románica de Cristo una voz que le decía: «Ve, Francisco, repara mi iglesia. Ya lo ves: está hecha una ruina». En 1211, la joven Clara de Asís, perteneciente a una de las familias más nobles de Asís, se fugó de su casa y se fue a Santa María de la Porciúncula, donde la esperaban san Francisco y sus primeros compañeros para consagrarla al Señor. Tenía apenas 18 años y acababa de rechazar a dos pretendientes al matrimonio. Con otras jóvenes que también querían ser religiosas según el estilo de Francisco, trasladó unos meses después a la iglesia de San Damián, restaurada por San Francisco tres años antes. STA CLARA DE ASIS Carisma Las clarisas siguen a Cristo mediante la oración, la pobreza y la fraternidad. Estos son los pilares sobre los que se apoya su espiritualidad y que marcan el día a día de las mujeres que, en pleno siglo XXI, siguen los pasos de Santa Clara. Su vida contemplativa como religiosas de clausura pretende sostener a la Iglesia en sus necesidades y a todos sus miembros. Su oración entre las paredes de un convento llega a todos los rincones de la tierra, donde haya un hombre que necesite de esas plegarias. Dan una gran importancia a la fraternidad porque así se lo pidió Santa Clara: «y amándoos mutuamente con la caridad de Cristo, manifestad exteriormente por las obras, el amor que interiormente os alienta». Esta unión y amor entre las hermanas es un reflejo del amor de Dios a todas sus criaturas y pretende ser un ejemplo para un mundo que sufre las consecuencias del odio y la violencia. Por último, las clarisas renuncian libremente a toda posesión o propiedad para poder vivir en pobreza. Los conventos se mantienen con el trabajo de las hermanas que, con frecuencia, tiene forma de servicio. Particularidades La originalidad de la vida de las clarisas reside en la fraternidad y la pobreza. Clara acogió hermanas de diferentes clases sociales en igualdad de condiciones, aunque esto chocara con el pensamiento de su época. La pobreza hacía también de las primeras clarisas una comunidad original. Las hermanas de Clara hicieron suya la condición social de los pobres, compartiendo la suerte de aquellos que estaban al margen de la sociedad. Las clarisas siguen a Cristo a través de la fraternidad y la pobreza unidas a la vida contemplativa. De nuevo, vuelve a hablarse de la contemplación en la espiritualidad actual y, sin embargo, esta dimensión esencial de la espiritualidad cristiana se ha entendido equivocadamente muchas veces como sinónimo de alienación y de huida de las responsabilidades terrenas. Para las clarisas, la contemplación es vivencia del Evangelio y no puede separarse de los demás rasgos de su espiritualidad. 18 (Belorado) Presencia en España Al frente de cada monasterio hay una Abadesa y, según la Constitución Apostólica «Sponsa Christi» del 21 de noviembre de 1950, la mayoría de los monasterios están organizados en federaciones. Esto permite que los conventos no estén aislados y mantener relaciones y ayudarse mutuamente, aparte de lograrse una mayor uniformidad en la formación y en la forma de vida. En España hay numerosos conventos de hermanas clarisas. A continuación, mencionamos algunos de ellos junto con la dirección de correo electrónico o el teléfono mediante la cual se puede contactar con las hermanas de cada convento:

00871231 Hábito Su hábito tradicional es muy sencillo y consiste en la túnica franciscana sujeta con su cordón con tres nudos y toca larga sobre la túnica. Sobre éste, la medalla. Clarisas

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Comentarios
3 comentarios en “Vocaciones: Las clarisas
  1. Lo más sublime de la vocación franciscana de las clarisas es la espiritualidad esponsal y el despojamiento radical de sí mismas en la vivencia del privilegio de la pobreza de Cristo.

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