El Obispo Munilla asegura que las manifestaciones en la CEE deberían haber sido en Moncloa y defiende el papel de Cobo y Parolin

El Obispo Munilla asegura que las manifestaciones en la CEE deberían haber sido en Moncloa y defiende el papel de Cobo y Parolin

El obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla, es otro de los obispos que se ha lanzado a opinar públicamente sobre la polémica de estos últimos días con el Valle de los Caídos.

Munilla ha empleado media hora de su programa Sexto Continente en Radio María en la mañana de este lunes para hablar sobre este asunto y reconocer que «ha habido una gran polémica en redes sociales con el Valle de los Caídos. El prelado donostiarra ha contado que los obispos han estado reunidos la semana pasada en Asamblea Plenaria y también han sido testigos de esa tensión tan grande que se estaba viviendo.

«Ya sabíamos que el Gobierno persigue la transformación o reasignación del Valle de los Caídos máxime desde la Ley de Memoria Histórica de 2017 y la Ley de Memoria Democrática que son cuestionables», confesaba el obispo de Orihuela-Alicante. Munilla ha asegurado que la Iglesia ha sido «cautelosa y crítica ante esas leyes por la sospecha a que responden a un revanchismo que van en dirección contraria a la reconciliación». Además, ha alertado de que «existe el riesgo de reabrir heridas y sembrar el odio en los corazones en una dirección contraria a la de la reconciliación».

Según Munilla, «la Iglesia tiene la obligación de acatar esas leyes lo cual no quiere decir que lo haga de una manera pasiva y acrítica». Acto seguido ha explicado que cuando les piden quitar alguna placa «la Iglesia torea como puede cada caso».

Los tres objetivos de las filtraciones de las negociaciones

Munilla cuenta que unos días antes de que se celebrase la Plenaria el Gobierno filtró a sus terminales mediáticas cómo van las negociaciones. «No es la primera vez que filtran cosas en víspera de la Asamblea Plenaria. Son unos maestros de las manipulaciones mediáticas. Más que la búsqueda de la verdad es la búsqueda de qué relato se va a hacer. Lo curioso de estas maniobras es que en este caso no ha tenido como destinatario tanto a sus afines sino a los sectores que son abiertamente críticos con ellos», lamentaba el obispo.

Monseñor José Ignacio Munilla remarcaba que «son unas filtraciones que han pretendido en primer lugar distraer la opinión pública agitando el anticlericalismo porque esto en España vende. El Gobierno está en un momento de máxima fragilidad, acorralado por los escándalos internos, sentado ante los tribunales en muchas materias y recurre a buscar algunos espantajos para lograr que distraigan la atención. Se utiliza a la Iglesia para distraer la atención».

En segundo lugar, Munilla insistía en que «estas filtraciones buscan convertir sus derrotas en triunfos». El obispo de Orihuela-Alicante ha asegurado que el Gobierno había exigido desacralizar la Basílica del Valle, que los monjes salieran fuera y la eliminación de signos religiosos. «Al filtrar la noticia consiguen hacerlo de una manera que parezca que ellos no han rectificado ni han dado un paso atrás en las cosas que habían pedido previamente. Ha habido medios como El País y La Sexta en donde algunos comentaristas han puesto encima de la mesa que el Gobierno defendía que iba a desacralizar la Basílica etc», añadía el obispo Munilla. quien ha puesto un corte del programa el Intermedio donde el ministro Ángel Torres asegura que iban a salir los monjes del Valle.

Munilla ha cargado también contra aquellos que han pedido cuentas a los obispos durante estos días. Para el exobispo de San Sebastián, «la imagen de que la Iglesia ha sido cobarde y ha cedido en todo y no ha defendido el honor de los lugares sagrados son falsas».

Críticas a los críticos con los Obispos

En ese sentido, ha manifestado que la tercera finalidad de la filtración «que sí han conseguido es dividir a los católicos de forma que algunos han puesto como objetivo a la Conferencia Episcopal Española o al secretario de Estado. En vez de manifestarse ante la Moncloa van y se manifiestan contra la Iglesia».

El obispo de Orihuela-Alicante ha hecho hincapié en que «el conjunto monumental del Valle de los Caídos es de propiedad estatal no es eclesial. Si fuese propiedad eclesial, obviamente estaríamos en otro escenario. Hay que entender que el Gobierno tendría la potestad de cerrar el Valle de los Caídos y en determinados momentos lo ha hecho por decisión unilateral del Gobierno».

«Pretenden vender su victoria en la resignificación que afirman que se disponen a hacer y quieren mostrar la imagen de que necesitan la autorización de la Iglesia para hacer eso y no es así. Ellos pueden hacer cualquier resignificación sin nuestra colaboración por nuestra parte porque la propiedad es suya y aunque el Gobierno hiciese cualquier esperpento de resignificación, lo cual es probable, la Iglesia no podría impedirlo», añadía Munilla.

También ha afirmado que «la mentira es decir que la Iglesia ha permitido al Gobierno hacer una resignificación. El Gobierno no necesitaba ningún permiso de la Iglesia para hacer la resignificación. La van a hacer al margen de la Iglesia».

Apoyo al padre Santiago Cantera a Cobo, Argüello y a Parolin

Para Munilla, mención especial merece el padre Santiago Cantera. La teoría que defiende el obispo Munilla es que en medio de la negociación en la que el Gobierno pedía la cabeza de Cantera, él ha dado un paso al lado voluntariamente de forma temporal, me parece que es un auténtico testimonio de «salvar lo esencial». Aunque reconoce que no tiene información privilegiada, intuye que Cantera ha pensado que si conviene que diera un paso al lado temporalmente para que llegaran a buen puerto las negociaciones «pues lo hago». «Santiago Cantera es el hombre que ha dado la lección moral que España necesitaba», es el titular que traslado el obispo Munilla.

Para finalizar, reconoce que no conoce muchos detalles y que no forma parte de la Ejecutiva de la CEE ni en las negociaciones y que «seguro que habrá cosas que se podrían haber hecho mucho mejor pero es totalmente injusto escuchar insultos y ver pintadas contra el cardenal arzobispo de Madrid, el presidente de la Conferencia Episcopal o contra el secretario de estado del Vaticano. Quienes hacen eso no saben de los que están hablando y han caído en la trampa de ese relato que Bolaños ha conseguido filtrando».

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