La diócesis de Cuenca que pastorea el obispo José María Yanguas no ha podido soportar la presión de los enemigos de la Iglesia y ha cedido a las presiones y chantajes para cancelar una charla de un grupo que aboga por acompañar a personas homosexuales que desean vivir en castidad y acorde a las enseñanzas de la Iglesia.
Desde hace unas semanas se desata en la sociedad española una escaramuza para tratar de presionar y cambiar las enseñanzas de la Iglesia en materia de homosexualidad. Medios de comunicación progres y panfletos heréticos, apoyados por partidos de izquierdas como el PSOE o Podemos van de la mano en esta campaña de acoso y derribo contra obispos y sacerdotes que defiendan la moral católica.
Como bien saben muchos e nuestros lectores, salvo contadas excepciones, entre el episcopado español reina la cobardía y la tibieza. Prefieren esconder la cabeza y plegarse a las exigencias del enemigo antes que luchar y batallar por defender la doctrina milenaria de la Iglesia católica.
Primer comunicado del obispado en apoyo a la labor de Courage
El último caso de cobardía y dobles lo ha protagonizado la diócesis de Cuenca. Estaba previsto que hoy martes se impartiera una charla en la iglesia de San Fernando de Cuenca a cargo del grupo Courage Internacional, que desde hace 40 años desarrollan un apostolado de acompañamiento con personas que sienten atracción hacia el mismo sexo pero que desean cumplir con lo que la Iglesia les propone. Mientras en muchas diócesis se organizan, permiten y toleran charlas, misas y oraciones LGTB de grupos que abiertamente van en contra de la doctrina católica pero que se ponen la etiqueta de «cristianos» para despistar, se persigue, censura y cancela a aquellos que realmente quieren ofrecer a estas personas un mensaje católico de apoyo y aliento.
En toda esta polémica que afecta ahora a la diócesis de Cuenca, llama poderosamente la atención los bandazos que en dos días ha dado el obispado que dirige José María Yanguas. El domingo 19 de enero, el obispado manchego emitió un comunicado para hacer algunas aclaraciones sobre la charla que Courage International iba a impartir a sacerdotes de la diócesis de Cuenca.
El obispado de Cuenca señaló que este grupo, fundado en Estados Unidos, «excluye cualquier tipo de terapia reparativa o conductual de ningún tipo y bajo ninguna forma». Además, como bien explicaron ellos mismos en ese comunicado, «Courage International busca solo acompañar a las personas que libremente lo deseen y que quieran vivir de modo coherente su fe en su propia situación».
A su vez, la diócesis de Cuenca insistía en señalar que «las terapias de conversión sexual ya fueron rechazadas por la Santa Sede, en el sentido de que no se puede ni secundar ni participar ni recomendar tratamientos de este tipo, decisión que, lógicamente, esta Diócesis acepta y comparte plenamente«.
«En su solicitud por todas las personas y fiel a su misión, la Iglesia de Cuenca desea acompañar, de acuerdo con la moral católica, a cuantos solicitan su ayuda para vivir cristianamente en todos los ámbitos de su vida», se leía en la nota publicada por el obispado el domingo.
Movilizaciones de la izquierda
A lo largo de todo el fin de semana, la izquierda, esa que nunca ha pisado -ni pisará- una iglesia, se organizó con movilizaciones y manifestaciones a las puertas de la parroquia de San Fernando bajo el lema «contra la castidad como una forma de vida para las personas LGTBIQ+». La presión mediática con este tema es de tal calibre, que hasta la edición castellanomanchega del ABC etiqueta a Courage International como «un grupo ultracatólico». Las manifestaciones contra esta sesión han sido jaleadas por Podemos Cuenca y una asociación ultrafeminista.
Suspensión de la charla
Finalmente, entre la presión mediática y los ataques de la izquierda, el obispado ha cedido al chantaje. La diócesis de Cuenca decidió cobardemente el lunes suspender la charla que Courage iba a impartir a los sacerdotes conquenses que voluntariamente se habían apuntado para profundizar en esta realidad. Así lo confirmaba la diócesis de Cuenca en un breve comunicado de tres líneas en donde se pliegan a las presiones para evitar buscarse problemas y dejar así huérfanos a los sacerdotes diocesanos que deseaban formarse rectamente sobre el acompañamiento a personas homosexuales desde una perspectiva realmente católica.
Una vez más, la tiranía ideológica se ha impuesto y los obispos, en este caso José María Yanguas de Cuenca, han vuelto a demostrar que prefieren venderse por un plato de lentejas antes que cuidar la grey a ellos encomendada.