El cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha expresado que, aunque no es práctica habitual de su dicasterio pronunciarse sobre el carácter sobrenatural de fenómenos o mensajes, las palabras atribuidas a la Virgen María por Estelle Faguette tienen un valor especial que sugiere la intervención del Espíritu Santo.
Esta declaración se encuentra en una carta dirigida al arzobispo de Bourges, Jérôme Daniel Beau, aprobada por el Papa Francisco el 22 de agosto, en la cual se da luz verde a la propuesta de decreto de «nihil obstat» para la devoción a «Nuestra Señora de la Misericordia» en el santuario de Pellevoisin, Francia.
Una devoción floreciente y recomendable
Según el cardenal Fernández, no existen objeciones doctrinales, morales o de otra índole contra esta devoción, la cual se recomienda especialmente a quienes quieran adherirse a ella. Esta devoción se basa en un camino de sencillez espiritual, confianza y amor, que puede ser de gran beneficio para toda la Iglesia.
El origen de la devoción: La carta de Estelle
Estelle Faguette, nacida en 1843 en una familia pobre, trabajó como lavandera y doméstica. Gravemente enferma, escribió una carta a la Virgen María para pedir su curación y poder seguir cuidando de sus padres. La carta, descrita por el cardenal Fernández como llena de sencillez, humildad y claridad, expresa su sufrimiento y su deseo de servir a los demás. En febrero de 1876, Estelle comenzó a experimentar las apariciones de la Virgen, y tras la quinta aparición, fue curada milagrosamente, según se afirma. Esta curación fue reconocida como milagrosa por el arzobispo de Bourges en 1893.
Mensajes de la Virgen a Estelle
Los mensajes de la Virgen a Estelle fueron de consuelo y cercanía: «No temas, eres mi hija», «Si quieres servirme, sé sencilla», y «Tranquila, hija mía, ten paciencia». La Virgen también invitó a la Iglesia a mantener la calma y confiar en su protección.
El cardenal Fernández destaca que, más allá de las palabras, la presencia silenciosa de María fue lo que más impresionó a Estelle. En sus escritos, ella describe la profunda paz y felicidad que sentía al estar en la presencia de la Virgen, una experiencia que tocó profundamente su alma.
El escapulario del Corazón de Cristo
La experiencia en Pellevoisin es tanto mariana como cristológica. La Virgen pidió a Estelle que difundiera el escapulario con la imagen del Corazón de Cristo, invitando a todos a acercarse al amor del Señor. Esta devoción fue aceptada y promovida por Estelle, quien vivió su vida con humildad y fortaleza a pesar de las adversidades. Estelle ingresó en la Tercera Orden Dominicana en 1925 y falleció en 1929 a los 86 años.
Autorizaciones papales
Diversos Papas han autorizado actos de devoción relacionados con «Nuestra Señora de la Misericordia». León XIII concedió indulgencias a los peregrinos de Pellevoisin en 1892 y reconoció el escapulario del Sagrado Corazón en 1900. Benedicto XV afirmó en 1915 que Pellevoisin había sido elegido por la Virgen para la difusión de sus gracias. A lo largo de los años, esta devoción ha dado muchos frutos de fe y caridad.