El obispo de la diócesis de Magdeburg, Gerhard Feige, ha concedido una entrevista al medio alemán domradio.de donde resta valor a las indicaciones del Vaticano.
Gerhard Feige se ha pronunciado a favor de desobedecer las indicaciones de los cardenales Parolin, Ouellet y Ladaria, avalados por Francisco, y seguir adelante con la creación de los consejos sinodales en las diócesis a pesar de la prohibición expresa del Vaticano.
«Tengo la impresión de que algunos temen un consejo sinodal como el diablo teme al agua bendita. Pero aún no es tan concreto, así que diría que las consideraciones deberían continuar. Con mucha confianza, al menos así lo vivo yo en nuestra diócesis», dijo el obispo al responder a la pregunta sobre el reciente recordatorio del Nuncio en Alemania a los obispos alemanes de la negativa ordenada por Roma a seguir adelante con la creación de los consejos sinodales.
El Nuncio abrió la Asamblea Plenaria de los obispos alemanes diciendo que «se me ha pedido de oficio que especifique que, según una correcta interpretación del contenido de esta carta, ni siquiera un obispo diocesano puede constituir un consejo sinodal a nivel diocesano o parroquial».
El obispo de Magdeburg parece hacer oídos sordos a los purpurados y al propio Francisco y sostiene «¿Cuál es la idea detrás de tal consejo sinodal? ¿Qué habilidades tiene? ¿Qué bases legales? ¿Cuál es la relación del obispo con este concilio? Todo eso aún está por explorar. Y es por eso que creo que definitivamente deberíamos seguir pensando en cómo la cooperación de confianza que ya tenemos puede desarrollarse aún más y hacerse más sostenible».
A pesar de las evidentes resistencias dentro del episcopado alemán a acatar lo dictado por el Vaticano, esta actitud desafiante no despertará la misma animadversión que cuando esas reticencias provienen de los adeptos a la Misa Tradicional. No esperen ven un artículo del cardenal Cupich criticando a los obispos alemanes por no ser obedientes. No esperen tampoco más medidas drásticas contra los obispos alemanes desobedientes, más allá de un intercambio de cartas Roma-Alemania.