Tagle hizo un llamado enérgico para detener las guerras, las cuales atribuyó a deseos corruptos de dominio y conquista

Tagle hizo un llamado enérgico para detener las guerras, las cuales atribuyó a deseos corruptos de dominio y conquista

El 4 de agosto, durante una misa en el Santuario de Cima Grappa para conmemorar a los caídos de la Primera Guerra Mundial, el pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, el cardenal Tagle, instó a acabar con los conflictos destructivos y sin sentido. Enfatizó que la paz prevalecería donde hubiera justicia, verdad, amor y vida orientada hacia Dios.

En el Santuario Militar de Cima Grappa, donde se honra a los soldados italianos y austrohúngaros caídos en la Primera Guerra Mundial, Tagle reiteró su mensaje de paz el mismo día, en un evento que también incluyó un homenaje a los soldados en el Cementerio Austrohúngaro. El evento, que se ha celebrado desde 1901, contó con la participación de diversas autoridades y asociaciones.

En su homilía, Tagle destacó la importancia de Monte Grappa como lugar de oración por la paz y reflexionó sobre la necesidad de los seguidores de Cristo de fomentar una paz auténtica, tal como lo enseña el Señor. Preguntó cómo los fieles pueden rendir culto al Príncipe de la Paz, imitar a la Virgen Reina de la Paz y honrar a los caídos promoviendo la paz.

Tagle también habló sobre los deseos humanos, explicando que las guerras surgen de apetitos corruptos, mientras que la paz nace de deseos puros. Describió el «apetito» como un impulso que influye en nuestras acciones y decisiones, abarcando desde la necesidad básica de alimentos hasta el deseo de poder y riqueza. Subrayó la importancia de purificar nuestros apetitos para cultivar deseos que fomenten la justicia y la paz en lugar de conflicto y destrucción.