El cardenal Müller ha opinado sobre la censura que vivió en sus propias carnes en Bruselas durante la Conferencia organizada por la Fundación Edmund Burke y el Instituto Herzl.
El purpurado alemán fue testigo de como el alcalde de Bruselas trató de censurar la Conferencia conservadora enviando a la policía en un atropello del derecho fundamental de expresión, reunión y de opinión.
En un comentario publicado en Kath.net, el ex prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe asegura que «los activistas fascistas de izquierda acogieron con entusiasmo la retirada del derecho básico a la libertad de reunión de los organizadores, participantes y ponentes de este congreso internacional y multicultural».
«En su frenesí de victoria sobre los cientos de visitantes, a los que difamaron como “derechistas” y “nazis”, pasaron por alto el hecho de que el alcalde local responsable, responsable de la instrumentalización ilegal de la policía, incluso había sido expulsado de del partido socialista porque, como informan los medios de comunicación, habría negado el genocidio armenio y tendría una relación poco clara con grupos terroristas en Turquía», escribe el cardenal Müller.
El cardenal germano asegura que fue invitado en calidad de teólogo a la Conferencia para «discutir públicamente la idea de la Europa cristiana con un profesor de filosofía de la Universidad. de Cambridge».
Gerhard Müller señala que quien «reconoce la dignidad del hombre a imagen de Dios como medida y límite de la política, debe saber que la tradición judeocristiana de Europa es el mejor remedio contra la el ataque a los derechos humanos fundamentales y el deslizamiento de las democracias pluralistas hacia un sistema de gobierno totalitario».
El teólogo alemán ha criticado la decisión del alcalde del distrito que trató de censurar este evento y le ha recordado que «el funcionario electo en una comunidad democrática no es el amo y dueño de su territorio».