Absuelto el cura italiano que celebró la Misa en una colchoneta en la playa

Absuelto el cura italiano que celebró la Misa en una colchoneta en la playa

El pasado mes de julio el sacerdote italiano Mattia Bernasconi, vicario de la pastoral juvenil de la parroquia de San Luigi Gonzaga de Milán, causó gran polémica al publicarse imágenes y vídeos celebrando la Santa Misa en una colchoneta metido dentro del agua en la playa.

Debido al gran calor de estas horas y las tentadoras aguas del mar, Don Mattia propuso a los muchachos celebrar la misa en el agua. «Propuesta acogida con entusiasmo por el grupo parroquial», recogió la prensa italiana aquellos días.

La archidiócesis italiana a la que pertenece el sacerdote en cuestión dijo entonces a través de un comunicado, que «es necesario recordar que la celebración eucarística y, en general, la celebración de los sacramentos tiene su propio lenguaje particular, compuesto de gestos y símbolos que, por parte de los cristianos y en particular de ministros ordenados, es justo respetarlo y realzarlo, sin renunciar a él demasiado superficialmente».

Días más tarde, la fiscalía abrió una investigación contra el sacerdote por ofensa a los sentimientos religiosos. La iniciativa partió del fiscal Giuseppe Capoccia a raíz de la divulgación de artículos y fotos, particularmente las que circularon en redes sociales, del acto que algunos calificaron de sacrílego.

El cura italiano se disculpó entonces mediante una carta afirmando que «no fue en absoluto mi intención banalizar la Eucaristía o utilizarla para otros mensajes de ningún tipo, simplemente fue la Misa al final de una semana de trabajo con los chicos que participaron del Campamento».

Bernasconi agregó que «fue ingenuo por mi parte no darles la debida importancia», dijo en referencia a los símbolos. «Os aseguro que no ha faltado la atención y el cuidado por la Palabra y la Eucaristía. Pido disculpas humildemente desde el fondo de mi corazón también por la confusión generada por la cobertura mediática de las noticias e imágenes: no era en absoluto mi intención que tuviera tanto protagonismo», sentenció el sacerdote italiano.

Ahora, medios italianos confirman que la investigación no ha prosperado y se ha cerrado el caso. El Ministerio Público acogió el argumento de la defensa del abogado Giovanni Morgese, que subrayó la ausencia de malicia en la conducta del sacerdote: «Una gran satisfacción», comenta don Bernasconi, que con el código penal en la mano se arriesgaba a una multa de 5.000 euros.

«Siempre he reconocido que he cometido ingenuidad, pero la historia ha adquirido connotaciones surrealistas . Todo lo que ha pasado es alienante, no quería ofender a nadie. Afortunadamente en los últimos meses los fieles, la parroquia y el vicariato nunca me han dejado solo. Redescubrí el abrazo de la comunidad», confesaba el sacerdote al Corriere della Sera.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando