El cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los obispos, ha sido entrevistado por Omnes con motivo del Simposio sobre el sacerdocio organizado por su dicasterio.
“Los sacerdotes necesitan comprensión y solidaridad. Están muy probados por la situación actual de los abusos, y necesitan a la comunidad para vivir mejor su compromiso”, señaló el cardenal canadiense.
“Esta necesidad se refiere también a la formación de los sacerdotes, que no debe estar completamente aislada, sino que debe hacerse en relación y sinergia con las familias, las comunidades locales, las personas consagradas y los laicos. La amistad sacerdotal siempre ha sido un recurso precioso para mantener el impulso hacia la santidad”, indicó.
Sobre las personas que relacionan los abusos sexuales por parte de sacerdotes con el celibato Ouellet sostiene que el abuso “existe en todas las situaciones de la educación, la vida familiar, la vida deportiva, etc.”
“La verdadera causa no es el estado de celibato consagrado sino la falta de autocontrol y el desequilibrio afectivo. Es ciertamente necesario mejorar el discernimiento de las vocaciones al sacerdocio y velar por el equilibrio psicoafectivo y moral de los candidatos”, afirma el purpurado.
El cardenal defiende el celibato, que “debe presentarse desde la perspectiva de la fe”.
“Cristo llamó a sus discípulos a dejarlo todo para seguirle. Pudo hacerlo en virtud de su identidad divina como Hijo eterno del Padre que vino en carne para traer la salvación a la humanidad. Seguirle en el celibato es ante todo una confesión de fe en esta identidad y un acto de amor en respuesta a su llamada de amor”.