A última hora de la tarde del miércoles, el Opus Dei rompió su silencio tras la decisión unilateral (otra vez) del obispo de Barbastro de terminar las negociaciones y enviar la patata caliente al Vaticano para que sean ellos quienes decidan en el conflicto entre la diócesis de Barbastro y la prelatura.
En la nota publicada por la Obra, reconocen que han conocido por los medios de comunicación la noticia de la Diócesis de Barbastro en la que informa que ha puesto en manos de la Santa Sede la solución a las diferencias de criterio con la Prelatura respecto al Santuario de Torreciudad. Es decir, Pérez Pueyo volvió a actuar de manera unilateral y pilló por sorpresa a los responsables del Opus Dei.
En el comunicado, la Prelatura asegura que «ha mantenido informada a la Santa Sede del transcurso de las conversaciones en todo momento a través del Dicasterio del Clero, que cuenta con toda la documentación pertinente desde septiembre de 2023, y que se ha ido actualizando con posterioridad», por lo que Pérez Pueyo no es el único que ha aportado información al Vaticano sobre esta disputa.
Un aspecto interesante es que el Opus Dei desvela que facilitó una propuesta de estatutos del Santuario a la diócesis de Barbastro el 30 de agosto de 2023 y recibió respuesta seis meses después mediante la convocatoria de una reunión técnica en el mes de marzo, «que resultó satisfactoria para ambas partes».
Sin embargo, cuando todo parecía estar encarrilado para poner fin al conflicto, «en una reunión posterior del 30 de junio la Diócesis entregó un borrador que cambiaba algunos de los puntos más importantes acordados con anterioridad».
«El Opus Dei ha mostrado siempre su disposición al acuerdo, dentro de los márgenes que ha considerado avalados por el Derecho civil y canónico», se lee en a nota. Al mismo tiempo, reprochan al obispado de Pérez Pueyo que «esa voluntad no ha encontrado la correspondencia que cabría esperar, tras la negativa de la Diócesis a alcanzar ningún acuerdo salvo la aceptación de sus propios términos».
En ese sentido, manifiestan que «la Prelatura lleva más de sesenta años trabajando para la Diócesis y para la Iglesia universal desde Torreciudad, y es nuestro deseo que siga siendo así, con la misma comunión y confianza que ha existido siempre».
Aunque la esperanza es lo último que se pierde, el comunicado de la institución fundada por Escrivá de Balaguer termina con una aspiración ciertamente ingenua al señalar que tienen «plena confianza en el estudio que hará la Santa Sede sobre este asunto y estamos a su disposición para aclarar lo necesario».