La Santa Sede ha anunciado el nombramiento de tres nuevos miembros para el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos y Bruno Forte, Arzobispo de Chieti-Vasto. ¿Qué tienen en común? La respuesta no les sorprenderá,
Los tres nuevos miembros del dicasterio que preside el cardenal Víctor Fernández son conocidos por su actitud particularmente ‘abierta’ a las personas LGBT, ideales, por tanto, para contribuir a la aplicación de la declaración Fiducial supplicans.
El primero, el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio de Cultura y Educación, fue durante algunos años rector de la Capela do Rato, una capilla privada en Lisboa conocida por su asistencia a los homosexuales a quienes dice no juzgar. Su meteórica carrera se inició cuando el Papa lo eligió para dirigir los ejercicios espirituales de la Curia antes de la pandemia, momento en que Corrispondenza Romana publicó un artículo al efecto titulado ‘¿Abre el Papa Francisco las puertas a la «teología queer»?’, donde se afirmaba: “La cuestión se plantea sola después de saberse que el sacerdote y poeta portugués José Tolentino de Mendonça, conocido ‘fan’ de Sor Maria Teresa Forcades i Vila – una teóloga conocida por sus posiciones “queer” que recientemente ha estado en Italia para presentar su libro ‘Siamo tutti diversi! Per una teologia Queer’ – ha sido convocado para dirigir los próximos y hasta ahora tradicionales ejercicios espirituales a los que asistirá en Ariccia el Papa Bergoglio con miembros de la Curia”.
Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, transformó su diócesis en la capital italiana del movimiento gay-católico, al acoger anualmente el Foro de cristianos LGBT italianos, un grupo que busca que la homosexualidad sea plenamente aceptada. en el interior de la Iglesia, informa el blog Messa in Latino. También escribió el prefacio del libro de un sacerdote italiano titulado “Amor posible – Pueblo homosexual y moral cristiana” y apoyó el reconocimiento legal de las uniones civiles homosexuales.
De Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto, supimos hace ahora un año que todavía, pasada ya la pandemia, seguía obligando a los sacerdotes de su archidiócesis a dar la comunión en la mano. Por lo demás, fue responsable de las secciones sobre la homosexualidad en el polémico documento provisional del primer Sínodo sobre la Familia en 2014 que intentó abrir la puerta a la aceptación de las relaciones homosexuales en la Iglesia.
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