El escándalo mayúsculo ocurrido esta semana en una iglesia de la diócesis suiza de Coira, en donde una mujer «concelebra» en una Misa leyendo parte de la Plegaria Eucarística ha propiciado, como no podía ser de otra manera, la intervención del obispo de la diócesis, Joseph Maria Bonnemain.
A través de un comunicado publicado en la página web del obispado, Bonnemain sentencia que “como obispo diocesano, es mi deber responder a los acontecimientos de las últimas semanas» en alusión a lo ocurrido en la parroquia de San Martín, Illnau-Effretikon.
El obispo añade que «debido al alcance de estos incidentes, deliberadamente no actué de inmediato. En tal situación, es importante considerar cuidadosamente un curso de acción apropiado».
«La complejidad del abuso litúrgico ocurrido requiere la apertura de una investigación canónica preliminar», afirma el prelado. En función de los resultados de esta primera investigación, se decidirá si es motivo de tomar otras medidas. «También mostrarán si se trata de delitos que están reservados para juzgar al Dicasterio para la Doctrina de la Fe y, por lo tanto, deben ser informados a él», concluye el comunicado.
Se trataba de la Misa de despedida de una de las líderes de la comunicad católica de esa parroquia, Monika Schmid. Participó en la lectura de la Plegaria Eucarística delante del altar, algo estrictamente reservado solo para el sacerdote, lo cual todo apunta a la invalidez de esa Misa.