Ayer Infovaticana destapó el caso que ha revolucionado el ambiente en el seminario de Barcelona. Se decidió que todos los seminaristas debían estar vacunados. Esta comunicación llegó de modo interno ya una vez iniciado el curso. Algunos seminaristas, contrarios a la vacunación, se vieron desamparados y han tenido que abandonar el seminario.
La versión que nos ha proporcionado la Archidiócesis de Barcelona es que «los seminaristas que han decidido abandonar la comunidad del Seminario lo han hecho voluntariamente por no sentirse cómodos con el nuevo requisito que ha adoptado el Seminario de manera extraordinaria para este curso, atendiendo a las recomendaciones de las autoridades sanitarias ante la actual situación de pandemia». De este modo, la propia Archidiócesis reconoce que el seminario ha impuesto la vacunación obligatoria como «medida extraordinaria«, a pesar de que todavía en España no existe ninguna ley que regule la vacunación obligatoria para ninguna actividad.
Ahora, los seminaristas expulsados o que «han abandonado el seminario voluntariamente por no sentirse cómodos», saben que como mínimo, este año no podrán ingresar en dicho seminario debido a esta medida discriminatoria hacia ellos. La alternativa que les queda, para no perder este año y seguir adelante con su formación y vocación, es intentar buscar otro seminario que les acepté y que no hayan implementado esta medida como requisito indispensable para poder vivir en el seminario.