Un restaurante, un auditorio y hasta una discoteca: los negocios de la ‘casa okupa’ del limosnero del Papa

Un restaurante, un auditorio y hasta una discoteca: los negocios de la ‘casa okupa’ del limosnero del Papa

Encontrarlo no fue fácil. Al buscar la dirección del «edificio okupa» en internet, lo primero que aparecía era la dirección de un restaurante. Pero Google Maps no se equivocaba. El edificio okupa al que el cardenal Konrad Krajweski ha devuelto la luz de manera ilegal con beneplácito del Papa se llama «Spin time», y no solo cuenta con un restaurante sino que, como ha podido comprobar InfoVaticana, en sus casi 20.000 metros cuadrados también hay un auditorio, una discoteca, e incluso una sala de cerveza artesanal.

Llegué a la calle de Santa Croce in Gerusalemme a eso de las doce, pero la «oficina de prensa» del edificio -formado por algunos voluntarios y okupas- no me dejaron entrar hasta las cinco de la tarde. Más de 400 personas de 17 nacionalidades distintas -entre ellas 179 familias-, viven en este edificio de seis pisos desde que la asociación Action lo «okupó» el 12 de octubre de 2013.

A las puertas del edificio los voluntarios recogen firmas con el objetivo de «derogar el artículo 5 del Decreto Lupi», la ley que impide que los okupas obtengan el certificado de residencia y, por lo tanto, pagar las deudas del edificio. «Comenzaría un camino para la legalización de la okupación, un camino de solución. Nosotros siempre hemos propuesto la regeneración de este lugar y lo hemos presentado a la región, a la comunidad y también a la Banca del Estado, que dirige el patrimonio público en desuso de la ciudad», explican a Infovaticana.

Planta baja del edificio

«Esto es un patrimonio público en desuso, estaba vacío y no se utilizaba y nosotros lo hemos ocupado y creamos lo que llamamos la financiación creativa, para demostrar que se puede utilizar el patrimonio público abandonado para resolver los problemas de la gente. Tampoco estamos de acuerdo en que se construyan otras casas, porque significa destruir el territorio y no resolver los problemas», cuenta unos de sus habitantes.

‘Tenemos el respaldo del Papa’

La entidad ERACOM, empresa pública de administración eléctrica en Italia, cortó la luz del edificio la semana pasada sin previo aviso debido a que sus habitantes debían unos 300.000 euros en facturas de luz. Como contó a Infovaticana en Roma uno de los voluntarios, el limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajweski, aseguró que «si la entidad no les devolvía la luz, lo haría él mismo».

Y así fue, la noche del pasado sábado el cardenal rompió los precintos que impedían el acceso a los contadores y «con ayuda de un electricista» devolvió la luz al edificio.  En unas declaraciones, el purpurado señaló que «fue un gesto desesperado. Había más de 400 personas sin electricidad, con familias, niños, sin siquiera la posibilidad de hacer funcionar los refrigeradores”.

Según afirma en declaraciones a InfoVaticana uno de los okupas del edificio y dirigente de Action, la decisión del cardenal tuvo que estar respaldada por el Papa Francisco, y por ello aseguran que «no tendrán que hacer frente a una multa». «Antes teníamos miedo, pero ahora no, ahora contamos con el respaldo del Papa. Ahora que tenemos la luz y hemos recibido este acto de coraje y de justicia social directamente del Santo Padre, no tenemos miedo». De hecho, uno de los voluntarios explica que el edificio okupado cuenta «con una bendición del Papa de 2016».

Una sala de cerveza artesanal, un restaurante y hasta una discoteca

Los 450 okupas habitan en lo que antes eran las oficinas de este edificio, que van desde el primero hasta el sexto piso y la asociación Action cobra diez euros al mes por cada habitación para, aseguran, «pagar los gastos comunes». Sin embargo, una de las voluntarias me explica que los habitantes del edificio no suelen participar en ninguna de las actividades, tanto a los cursos como a las actuaciones, a la discoteca y al restaurante suelen acudir personas externas al edificio.

Auditorio

 

Carteles con los eventos de estos días

A lo largo y ancho de la planta baja se encuentra una enfermería, un almacén de distribución alimenticia gestionado por la parroquia de Santa Croce in Gerusalemme y salas para estudiantes. En el piso inferior, como si de un centro comercial se tratara, hay un auditorio, una discoteca, un espacio de cerveza artesanal y hasta un restaurante «donde los platos están entre los cinco y siete euros».

El restaurante

Nos explican que se puede participar gratuitamente en las actividades «aunque hay que hacer una pequeña contribución para poder pagar la gestión» y aseguran que todo el dinero que ganan lo utilizan en la regeneración del edificio, para «dar vida a las cosas muertas, es la única solución que hay. El Papa con la Laudato Si también dice que esta es una solución para los problemas de hoy», defienden.

Rincón de cerveza artesanal

La respuesta de la Santa Sede

“Si el Vaticano quiere pagar las facturas a todos los italianos en dificultades económicas, seré feliz”, fueron las palabras del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini.

En una intervención ante los medios de comunicación en la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Milán, el cardenal Parolin señaló que “he visto que se han realizado muchas interpretaciones y se ha producido mucha polémica. Personalmente creo que el esfuerzo se debería poner en comprender el sentido de este gesto, que es llamar la atención de todos sobre un problema real que afecta a personas, a niños y ancianos”.

Según el Secretario de Estado, el acto del cardenal Krajweski ha producido un efecto “en el sentido de que las instituciones se han activado”. Por ello, subrayó “este aspecto positivo y esta buena intención”.

Cabe destacar que en la reunión periódica de los prefectos de los dicasterios de la Curia Romana el Papa ha querido estar presente y ha convocado al limosnero, el purpurado que ha desafiado a Italia con la bendición del Santo Padre.

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