De Specola:
«Y seguimos con Müller que parece dispuesto el cuerpo a cuerpo y hoy toca temas muy espinosos con una claridad sorprendente en una entrevista publicada en Lifesitenews . El Papa Francisco “ya ha pronunciado muchas herejías materiales”, no perdió su cargo papal porque no enseñó herejías formales «enseñar cosas contrarias a la fe apostólica privaría automáticamente al Papa de su cargo». Explica que existe una distinción crucial entre herejía material y herejía formal: «un Papa que enseña herejía formal podría teóricamente perder su cargo, tal caso aún no ha ocurrido en la historia de la Iglesia.
Habla del ejemplo del Papa Honorio I (625-638), que fue condenado retrospectivamente como hereje en el Tercer Concilio de Constantinopla. Honorio había enseñado “declaraciones materialmente falsas”, pero “no herejías en sentido estricto”. “La herejía, en sentido estricto, incluye el deseo de contradecir la verdad. Incluso los Padres de la Iglesia cometieron errores teológicos”. Otro ejemplo es el Papa Juan XXII (1316-1334), quien en sus sermones defendió la falsa opinión de que las almas alcanzarían la visión beatífica sólo después del Juicio Final, luego se arrepintió y corrigió esta opinión. «Era una opinión teológica», que sólo más tarde fue «aclarada con precisión teológica», Juan XXII no enseñó una herejía formal, se había «expresado de manera imprudente e imprecisa». «Pero cuando hablamos de escatología, es un poco difícil hacer una distinción», ya que hay «una escatología individual y una escatología universal». “Para nosotros, diverge con el tiempo. Para Dios vuelve a ser una cosa. Es difícil expresarlo con precisión y evitar la unilateralidad”. San Roberto Belarmino, cardenal y Doctor de la Iglesia, escribió sobre el tema: “el Papa que es manifiestamente herético, deja de ser Papa y cabeza, así como deja de ser cristiano y miembro del cuerpo de la Iglesia; y por esto puede ser juzgado y castigado por la Iglesia».
Müller argumenta que a través de la promoción y la tolerancia implícita de Francisco de las “bendiciones” para las personas del mismo sexo y la Sagrada Comunión para los divorciados y “casados civilmente”, el Papa está promoviendo una “herejía de la praxis”. “En el Sínodo, donde muchos esperan o temen que se presenten “bendiciones” homosexuales, escribir una carta pública a estas organizaciones [LGBT] en esta ocasión, recibirlas, fotografiarse con ellas… es un mensaje muy claro”. “Es una herejía de la práctica. ¿Por qué no recibió en esta ocasión a un padre, una madre y sus cinco hijos? No hay fotos de esto». Los cambios “modernos” deseados en la Iglesia siempre se introducen a través de un “camino pastoral” y no a través de la enseñanza de una herejía formal. No deja un muy buen lugar a «Fernández» que dijo que los fieles “deben aceptar la declaración de los obispos argentinos y su interpretación [de Amoris Laetitia sobre la recepción de la Comunión por personas divorciadas] con obediencia religiosa de mente y voluntad”. “Esto es herético, pero no fue el Papa quien lo dijo”.»
Muy bien Müller… muy valiente. Muy certero.
Ya era hora que algún cardenal hablase claro. Aunque clame en desierto.