| 04 octubre, 2024
El de hoy es también de lectura obligada.
Y como están poniendo a Francisco por decir lo que tenía que decir.
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El de hoy es también de lectura obligada.
Y como están poniendo a Francisco por decir lo que tenía que decir.
Dos cosas. Lo de Schönborn hablando de una «Iglesia sinfónica» me ha producido tal ataque de risa que me deben haber oído en Paraguay. A Dios gracias, a este mentecato estúpido le quedan poco más de tres meses antes de perder su voto. Segundo: que la ley autorice el aborto no lo hace bueno; el señor primer ministro de Bélgica confunde «bondad» y «legalidad», lo cual prueba paladinamente que es idiota (de los de baba y moco); según su teoría, los campos de exterminio soviéticos y nazis eran buenos, pues eran legales (los parlamentos respectivos los aprobaron); esto es tan descabellado como decir que todo lo permitido por la ley, incluso el asesinato, es «no criticable»; y sí: un médico abortista es un sicario, pues cobra por asesinar (¿o lo hace gratis?) y hacerlo con alevosía (a traición), indefensión (un feto no puede defenderse), premeditación (no toma su decisión inopinadamente sino que la medita) y ensañamiento (destroza un cuerpo humano con una especie de batidora o lo quema vivo con una solución salina); por lo tanto, son asesinos con alevosía, premeditación, indefensión y ensañamiento (les guste o no). Dato final: Bélgica y los belgas y su primer ministro pueden irse a la m…