Del último Specola.
Y pasamos al Cardenal Pell, al año de su muerte. Edward Pentin : «Poco antes de su muerte, hace un año, le pregunté al cardenal Pell si él y otros miembros de El Colegio Cardenalicio había apelado en privado al Papa Francisco para que cambiara de dirección y defendiera la doctrina y la tradición apostólicas. “Dos palabras”, respondió. «Muchas veces»». Esto confirma lo que me dijo otro importante cardenal, que le dijo al Papa Francisco: «No te elegimos para esto». Sandro Magister, reveló el 12 de enero de 2023 en su blog Settimo Cielo, que el autor del texto anónimo “Demos”, muy crítico con el pontificado del Papa Francisco, que circuló entre los cardenales fue del cardenal George Pell. Pell esencialmente dijo que la Iglesia necesita un liderazgo fuerte, con un magisterio claro y sin miedo al afirmar la doctrina católica. El documento también es considerado como un paso del cardenal Pell para comenzar a formar un consenso sobre el perfil del hombre más adecuado para ser elegido pastor universal de la Iglesia, después de Francisco. Es decir, como una especie de “plataforma preliminar” para intentar asegurar la elección de un Papa fuerte, católico y plenamente ortodoxo.
El punto clave de la contribución póstuma del cardenal Pell es que se debe detener el camino sinodal actualmente en marcha en la Iglesia católica, porque es una «pesadilla tóxica» y no conducirá a una mayor fidelidad a la fe cristiana, sino que conducirá a un cambio lejos de ello. Se trata, pues, de un ataque muy duro al Sínodo sobre la sinodalidad, un proceso en varias etapas, deseado y gestionado directamente por el Papa Francisco. El cardenal Pell define el documento de trabajo elaborado por la Secretaría General del Sínodo como «uno de los documentos más inconsistentes jamás enviados desde Roma». No sólo está «formulado en jerga neomarxista», sino que es «hostil a la tradición apostólica» e ignora principios cristianos fundamentales como la creencia en el juicio divino, el cielo y el infierno.
Desde que Pell ha muerto, se ha desbocado aún más. Si viviera, tendrían que ser cuatro palabras, y muchísimas veces.