
El muy bies es la desaparición, con velocidad del rayo del arzobispo Pujol. Presentó la renuncia el 8 de febrero y el 4 de mayo ya se la habían aceptado. Ni tres meses le han dado. Se ve el aprecio que le tenían.
Creo que se ha ido un majadero de marca y dado lo que vale es casi segura que para siempre. Magnífica noticia pues. Que le den morcilla. O butifarra.
La mala es el sustituto. Que estaba fuera de quinielas. Y que parece tan independentista como Pujol o más. Su pongo que por sus cargos académicos tendrá más nivel intelectual que el de Solsona y es posible que de arzobispo se modere. Sus iglesias luciendo escandalosamente la estelada no le van a granjear ninguna simpatía en muchos de sus fieles. Supongo que sabrá que hoy los respetos se ganan y se pierden. Y una vez perdidos es casi imposible recuperarlos. Él verá. Si hay que llamarle lo que se merezca sabe que puede contar conmigo, Para lo bueno y para lo malo. Hoy me parece un error de quien le nombró. Mañana igual lo de error es poco y hay que subir el tono. Sin el menor problema.
Buscando una fotografía para ilustrar la entrada lo encontré en varias con clergyman. Pues bien. Campanarios commo los que cierran esta entrada me parecen sencillamente una cabronada.
¿Quién promocionó a este elemente de 63 años. ¿Fue Omella que dicen es el hombre de Francisco? Pues algo hipócrita nos resulta el maño. ¿No pintó nada? Pues vaya hombre del Papa al que le cuelan ese gol y en Cataluña.
Uno a la espera. Y sin la menor simpatía. A ver que hace. Los tres mosqueteros que como todo el mundo sabe eran cuatro, y tratándose de obispos, uno más, siguen siendo los mismos:Pujol, Novell, Taltavull, Herrero y el Pululu. Pujol se fue a la mierda y no mandan sustituto. Planellas. Cinco, como la voz del mus.
Cierro con los campanarios. Si, seguramente su madre era una santa. Vale.