| 22 agosto, 2024
Santiago Gómez Sierra.
Un obispo de los muy desconocidos y excelente.
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Recordad su nombre y su obispado. Al que El Rocío ha dado dimensión universal. Una de las manifestaciones marianas más multitudinarias del mundo.
Su obispo siempre está bien. O mejor muy bien.
Para desear muchos así en España.
Parafraseando al torero, Huelva está donde tiene que estar, los que estáis lejos sois vosotros.
Disiento esta vez de la opinión de don Paco Pepe. Los obispos de Huelva han sido históricamente la nada con sifón como demuestra su incapacidad para conseguir que las hermandades sean verdaderamente evangelizadores y no meras asociaciones de devotos de tal o cual Cristo o de tal o cual Virgen.
Mis muchos años en Huelva me permiten afirmar que la devoción a la Virgen del Rocío, ppr poner un ejemplo es una pamema monumental. Hace años años recogia firmas contra el aborto en su puerta y la cantidad de negativas era para echarse a llorar.
Por cierto, en esta ermita, para ver un cristo crucificado hay que darse la vuelta y encima de la puerta, a la salida, está.
Don Ignacio Noguer dirá usted lo que quiera, pero fue un pastor que quedará mucho tiempo en la memoria y el cariño de los muchos jóvenes que trataron con él.
¿Y qué tiene usted contra las personas que son meros devotos de tal Cristo o cual Virgen? No sé a dónde regresó usted después de sus muchos años en Huelva, pero estoy seguro de que más quisieran algo ni la mitad de parecido. Especialmente dos o tres regiones que todos conocemos.
¿Lejana?
Para un neozelandés, sí. Para un sevillano, no. También es muy subjetivo lo de muy olvidada. Para unos sí. Para otros no. A juicio del autor, lejana y olvidada. A juicio de otros, ni lo uno ni lo otro. Y no faltarán quienes compartan lo de lejana pero no lo de muy olvidada y quienes compartan lo de muy olvidada pero no compartan lo de lejana.