| 10 octubre, 2018
Es un cardenal basura que mancha a la Iglesia y a quien le nombró y le sostiene.
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Macarrismo puro y duro que no hace creíble la moderada sanción al asqueroso McCarrick. Que ha dejado de ser cardenal peo no obispo. Mi veneración por Benedicto no me hace compartir todas sus decisiones y no digamos ya sus nombramientos. Lo de mandar a una vida de retiro y penitencia me parece escaso. Hay casos que lo que reclaman es la puta rue.
Podemos esperar sentados que Francisco eche a Cupich del colegio cardenalicio.
la sacrílega comunión de los adúlteros promovida descaradamente por su tiranidad bergoglio, iba a conducir inevitablemente a permitir también la sacrílega y abominable comunión de los homosexuales activos.
no es ninguna sorpresa que el cardenal cupichete esté promocionando impunemente la sacrílega y abominable comunión de los homosexuales activos, ya que el mismo cupichete es miembro del lobby gay y pupilo del asqueroso mccarrick, promotor de la candidatura del cardenal bergoglio antes del cónclave de 2013.
Si Francisco no impide que este hereje siga pervirtiendo a los cristianos por más tiempo, es que él también es un hereje, y como tal lo tendré. Hasta aquí hemos llegado.
Por otra parte, celebro la sinceridad de Cupich: veremos si en el próximo cónclave alguien tiene el valor de proponerlo y votarlo para pontífice.Se trata de una inmundicia demasiado evidente y supongo que los purpurados escogerán a alguien que, aunque sea un puro cagajón caballar, al menos tenga la decencia de disimularlo un poquito.
Hoy ha presentado su dimisión, por cumplir 75 años, el señor arzobispo de Lomé, capital de Togo, nación africana mayoritariamente cristiana y con gran número de católicos.Estoy seguro de que este señor es infinitamente mejor que el 90% de los cardenales nombrados por los tres últimos papas y quizá mejor que el 99% de los purpurados italianos de cuota.Así le va a la Iglesia: se hace cardenal a un señor cuyo único mérito es, por ejemplo, haber sido nuncio en España o en Argentina o dirigir no sé qué coño de basílica de Roma, pero se les niega la púrpura a los buenos.Los excrementos cotizan al alza, pero ahora, para disimular el olor, se les llama «residuos sólidos urbanos».