En un momento crucial para la Iglesia Católica, a las puertas del próximo cónclave, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo emérito de Tegucigalpa y uno de los más influyentes en el entorno del Papa Francisco, asegura que no existe división entre los cardenales, aunque sí diversidad de pensamiento.
«No hay división porque nos une la común vocación del bautismo para ser cristianos y la vocación sacerdotal para servir a la Iglesia», afirma en una entrevista concedida a ABC.
Maradiaga, que a sus 82 años no podrá votar en el cónclave pero sí participar en las reuniones previas, destaca la continuidad del espíritu reformador sembrado por el Papa Francisco, a quien describe como «un gigante del espíritu». El purpurado hondureño, uno de los principales consejeros del actual Pontífice durante estos doce años de pontificado, reconoce que muchas de las semillas plantadas por Francisco aún están por germinar, especialmente en el ámbito de la sinodalidad, entendida como un nuevo modo de ser Iglesia.
Recordando los primeros días tras la elección de Francisco, Maradiaga relata cómo el Papa, apenas elegido, rechazó vivir en el Palacio Apostólico —«eso es una cárcel y yo no puedo ser prisionero», le confesó— y le encargó la coordinación del entonces recién creado Consejo de Cardenales, una de las reformas estratégicas que hoy considera «irreversible».
Sobre el futuro de la Iglesia, Maradiaga aboga por un Papa que sepa discernir en un mundo en constante cambio. «Lo importante es que seamos una Iglesia que invoque constantemente al Espíritu Santo, que no le ponga obstáculos», señala. Aunque evita especular sobre perfiles o nacionalidades, no descarta que el próximo pontífice vuelva a ser latinoamericano: «¿Y por qué no?», responde con una sonrisa.
Respecto al procedimiento del próximo cónclave, revela que la fecha será fijada tras el tradicional novenario de misas por el Papa fallecido, y confirma que la eventual participación del cardenal Angelo Becciu será decidida mediante votación entre los electores.
Sobre la atmósfera en el Vaticano, Maradiaga se muestra impresionado por el impacto del legado de Francisco en las calles de Roma: «Ha sembrado su mensaje sin aspavientos ni miedo», afirma. Al recordar al Papa argentino, destaca su profunda vida de oración: «Era un contemplativo en la acción. Cada mañana, entre las 5 y las 7, era pura oración contemplativa».
Finalmente, el cardenal subraya que, pese a la diversidad de pensamiento entre los purpurados, prevalece la unidad esencial en la fe y en la misión de la Iglesia. «Ni los gemelos son iguales», concluye.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Falso, No existe unidad en la fe. Lo que algunos llaman conservadores y liberales no son más que cardenales católicos y cardenales herejes. Ahora, la izquierda eclesiástica (es decir, los herejes) utilizan la unidad como chantaje: por ejemplo, ante las divisiones para elegir al nuevo papa dirán: debemos dar muestras de unidad ante el mundo, por eso no conviene que el cónclave se extienda, por eso debemos elegir rápido, y rápido significa elegir a un hereje con barniz de católico moderado. Solo espero que los cardenales católicos no caigan en esa trampa que lleva años teniendo éxito.
La afirmación de Madariaga no se ajusta a la realidad. Muchos cardenales se han separado de la doctrina católica.
Hoy, en la Iglesia, existe un cisma de hecho.
Sacerdote Católico. Maradiaga es uno de ellos.
Es tan necio que ni se dé cuenta de ello.
Suerte que este sujeto ya está afuera. Más antecedentes que Tucho, el pornoteólogo.