En los últimos días, El País, a través de su corresponsal en Roma, Íñigo Domínguez, el iluminado, y su edición en América, ha publicado una serie de artículos acusando al cardenal Juan Luis Cipriani de pederastia y de ser un «depredador sexual».
Según el periódico, Cipriani habría sido apartado por el Papa en 2019 debido a estas acusaciones, y el Vaticano le habría impuesto un castigo que sigue vigente. Además, destacan que el cardenal ha respondido a las acusaciones proclamando su inocencia y criticando al Papa por no haber sido escuchado en un proceso justo.
El tono de estos artículos es sensacionalista, con titulares impactantes que ya dan por sentado la culpabilidad del cardenal antes de que exista una sentencia judicial o una investigación concluyente. Se citan fuentes anónimas y testimonios sin mayor verificación, y se presenta la acción disciplinaria del Vaticano como si se tratara de una condena definitiva. Como guinda del pastel, el último artículo de El País lo describe directamente como «depredador sexual», sin pruebas judiciales ni dictámenes oficiales que lo respalden.
¿Es creíble El País?: tiremos de la hemeroteca reciente
Teniendo en cuenta la trayectoria de El País en sus coberturas eclesiásticas y la falta de rigor de su corresponsal en Roma, Íñigo Domínguez, la credibilidad del medio queda seriamente comprometida. No olvidemos que este mismo periodista fue el que cayó en la trampa del «caso Bollycao», en el que se demostró que no contrastaba sus fuentes ni verificaba la información antes de publicarla. Recuerdas, amigo lector, cuándo se demostró que Íñigo publicaba sin contrastar presuntos abusos sexuales? Si entonces su credibilidad quedó en entredicho, ¿por qué habría de creerse ahora lo que afirma sin pruebas contundentes?
Además, la tendencia de El País a atacar a la Iglesia y a figuras conservadoras dentro de ella no es nueva. Ya hemos visto cómo han tratado temas similares en el pasado, siempre con un sesgo progresista y anticlerical. En este contexto, es legítimo cuestionar si realmente están interesados en la verdad o si simplemente buscan erosionar la reputación de Cipriani y del Opus Dei.
¿Quién está detrás de la filtración y por qué?
Resulta evidente que esta campaña contra Cipriani no ha surgido de la nada. Todo apunta a una filtración proveniente del propio Vaticano, orquestada por algún amigo de Francisco, con el apoyo de algún laico del círculo cercano al Papa, que se ha hecho amiguito de Íñigo. No sería la primera vez que ciertos sectores dentro de la Curia utilizan a la prensa para atacar a figuras conservadoras que consideran un obstáculo para sus intereses.
Pero, ¿qué pretenden con esta filtración? Es legítimo preguntarse si el verdadero objetivo no es solo Cipriani, sino el Opus Dei en su conjunto y los círculos más ortodoxos dentro de la Iglesia. En un contexto donde ciertos sectores progresistas buscan promover la normalización del lobby gay dentro del clero, eliminar a las voces más firmes en defensa de la doctrina tradicional se convierte en una prioridad. El País simplemente ha servido como caja de resonancia para este juego de poder, aceptando sin cuestionar la información que le han entregado. Y eso, a El País, le pone.
El periódico ha condenado públicamente a Cipriani sin una sentencia judicial, construyendo un relato basado en insinuaciones, acusaciones sin pruebas y una clara intencionalidad ideológica. En el artículo donde lo llaman «depredador sexual», no hay un solo hecho comprobado que justifique semejante calificación. Se cita que el Vaticano «lo apartó en 2019 tras acusaciones», pero omiten cualquier referencia a una condena o a pruebas verificadas. La falta de rigor periodístico en esta cobertura es evidente.
Además, las fuentes utilizadas en estos artículos son anónimas o carentes de verificación. En un pasaje del reportaje, se menciona que «testimonios recabados en los últimos años confirmarían los abusos», pero no se presentan ni las declaraciones completas ni los documentos que lo sustenten. No hay pruebas documentadas, no hay testigos verificables que permitan confirmar las acusaciones. La ausencia de contraste y de pluralidad en la información convierte estos artículos en panfletos más que en periodismo serio.
Cuando Cipriani proclama su inocencia y denuncia que «no ha sido escuchado en un proceso justo», El País lo minimiza. Se presenta su defensa como una simple estrategia de autoprotección, sin profundizar en los argumentos que expone. Un periodismo honesto presentaría todos los ángulos del caso en igualdad de condiciones.
Otro punto alarmante es el lenguaje empleado. Frases como «el Vaticano confirma el castigo» y «las acusaciones siguen vigentes» crean en el lector la impresión de una condena definitiva, cuando en realidad no existe ningún fallo judicial. Se juega con la psicología del público, construyendo una imagen negativa sin necesidad de pruebas. En ningún tribunal del mundo se permitiría una condena con este nivel de manipulación del lenguaje, pero en El País parece ser la norma.
No podemos obviar tampoco la línea editorial anticlerical del medio. En otro de los artículos, se menciona con tono crítico que Cipriani fue «un cardenal muy joven, doctor honoris causa, amigo del Papa» antes de tacharlo de «depredador sexual». Este recurso no solo busca establecer una narrativa de poder y encubrimiento, sino que refuerza la idea de que toda la Iglesia está implicada en supuestas conspiraciones. Se insinúa una red de encubrimiento sin pruebas, lo que es típico de la estrategia anticlerical del diario.
La precipitación en las conclusiones es preocupante. Se presenta el castigo del Vaticano como una prueba irrefutable de culpabilidad, cuando en realidad no hay una resolución oficial que sustente semejante afirmación. Tampoco ha habido juicio ni se han presentado al acusado las pruebas de la supuesta investigación. El País convierte en hecho lo que son solo acusaciones no probadas. La pregunta es: ¿se atreverá Cipriani a emprender acciones legales contra El País por este atropello? Todo indica que debería hacerlo, porque esta es una clara violación de su honor y dignidad.
El caso Cipriani es, en definitiva, una muestra más de cómo ciertos medios han dejado de hacer periodismo para convertirse en herramientas de presión ideológica. Lo que está en juego no es solo la credibilidad de un cardenal, sino la del propio periodismo, que, con este tipo de actuaciones, pierde toda su legitimidad. En definitiva, estos textos -no son informaciones- escritos estos días contra Cipriani por El País bien podrían servir de ejemplo -negativo, claro, para que se sepa lo que no hay que hacer- para alumnos de la facultad de Periodismo. Quizá para la asignatura de ética.
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Hay perjuicios que sólo los contrarrestan las querellas, un medio honrado y pacífico de hacer brillar la verdad secuestrada. Hasta que no empiece a llegarles la camisa al cuerpo delante de un juez, no cesarán en su siembra maligna. Y el tiempo juega a favor de los buenos si son pacientes. Creo que el Cardenal Cipriani o el maestro inocente del colegio Gaztelueta deberían pensarlo…
…pensarlo, digo, no sólo por ellos, bestialmente calumniados; sino también para desahogo de las ansias de justicia de su prójimo. O sea: por el bien común.
El pederasta de Gaztelueta, declarado culpable por dos tribunales a falta de uno, igual que Cipriani lo que hicieron ambos fue huir, esconderse, pero jamás querellarse porque los culpables no se pueden querellar, saben que saldrán perdiendo.
Conferencia Episcopal peruana: «se le impusieron medidas disciplinarias una vez que se comprobó la veracidad de los hechos.»
Primero Carmencita, no atribuyas esos calificativos a personas, en algún caso condenado con la pena mínima por el Supremo -por algo será- para no dejar en evidencia a la audiencia de Bilbo, que le impuso una pena desproporcionada, basada en el testimonio de un sicólogo, muy cercano a Bildu. Al cardenal Cipriani, le han condenado sin juicio, pruebas y testigos. A ti Carmen lo que pone es que son del Opus.
«El pederasta de Gaztelueta, declarado culpable por dos tribunales a falta de uno»
Qué troll tan mentiroso (aparte de obseso): además de no tener nada que ver con la noticia, como ya informó en su día esta página, el Tribunal Supremo, que es el segundo tribunal al que usted se refiere, dictaminó que la Audiencia Provincial de Vizcaya (el primer tribunal) vulneró la presunción de inocencia del acusado, anulando la condena a 11 años de cárcel y reduciéndola a sólo 2 por carecer de competencias para reconsiderar plenamente la prueba (que era la mera acusación; no había, ni hay, ni una sola prueba más), motivo por el cual no pudo absolverlo (no porque fuera culpable, cosa que nunca se ha demostrado). Y los recursos en instancias internacionales (ONU, UE) aún no han acabado.
«se comprobó la veracidad de los hechos»
Aporte las pruebas, pues la Conferencia Episcopal Peruana no lo ha hecho (no sólo no comunicarlas, sino tampoco encontrarlas).
Los artículos de El País se basan en testigos y en 60 páginas que documentan el acoso que sufrió la víctima por parte de supernumerarios cercanos a Cipriani para conseguir que callara con amenazas.
Es decir, una documentación infinitamente mayor que la de las bazofias que publica infovaticana basadas en la nada misma.
Y sí, el Vaticano investigó en su día el tema y como dice la Conferencia Episcopal peruana en su comunicado, le aplicaron sanciones «tras comprobar la veracidad de los hechos.»
El Opus y sus sicarios como usted pretenden abusar de la gente cuando son menores, amedrentarlos, aterrorizarlos durante años y que cuando sean capaces de defenderse ya haya prescrito el delito y ustedes sigan revictimizándolos y acosándolos desde sus terminales mediaticas y redes de bots y haciendo imposible su defensa. La indefensión de sus víctimas se acabó, matones.
El periodista que informó de este caso a Íñigo Domínguez fue Pedro Salinas. Todo Perú lo sabía.
¿Documentación que ni siquiera Cipriani a tenido acceso y no ha podido defenderse ? ¿Y Lo Pais y usted ya sabe que son 60 paginas y que hay testigos?
Sabiendo que Lo Pais es experto en mentiras y calumnias, No cuela.
Fred, lo que se esconde detrás de la palabra Carmen, proviene de la misma madriguera que El País. Rabian pues saben que están en su momento y que esto terminará.
Fred, opino lo mismo. Yo del País me fío tan poco como del felón de la Moncloa.
No sabía yo que Escutropo tuviera también sobrinas.
Saluda de mi parte a tus primos Cozumelfobia; Kikofobia, Orugario , Babalapo y Tripabilis.
Y a ti , Carmenfobia decirte que el odio te llevará al lado oscuro…si no estás ya en el
Corrección: LO pais, LO pais.
Ay Carmencita, Carmencita, darle credibilidad al periodista Chacaltana que tiene una grave acusación por tener una empresa que ha facturado servicios a la fiscalía de la Nación, estando procesado, pues… en fin. Ese sujeto si no es “Sodalicio” “Cipriani” “Fujimori”, no tiene de que tragar, ni donde caerse muerto. Es un renegado del Periodismo que nadie lo quiere contratar, o lo has visto en algún programa de investigación por señal abierta? (No valen las redes porque ahí no te conocen ni en pelea de perras)
¿Por qué no le dices a tu pederasta favorito que se querelle contra El País? No lo hará y cualquier ser inteligente sabe por qué.
¿Por qué eres tan tonto que no te da el cerebro para entender por qué se dedica a escribir cartitas plagadas de mentiras que nos constan, en lugar de querellarse contra El País?
Porque el fanatismo mata las neuronas. Las tuyas están fritas.
En sus cartas hay mentiras que nos constan porque somos testigos, dice que ha sido obediente a las sanciones del Papa y hemos visto con nuestros ojos que desobedece continuamente, la última vez recogiendo la medalla en Lima. Las medidas disciplinarias incluían no ir a Perú, no hacer declaraciones, no asistir a eventos, no usar símbolos cardenalicios… los sigue usando en su vestimenta y en sus cartas.
Si miente sobre lo que vemos cuánto mentirá sobre lo que no vemos.
¡ pobrecita mía !… eso es lo que pasa cuando entras en el hotel California
¿Pobrecita quién? No lo dirá usted por JenW.C., digo… por «Carmen», el troll roba-nicks, que es un tío.
El País acusa al Opus. La reacción del Opus a través de su vicario en Perú fue pedir perdón. No querellarse.
Ni el Opus ni Cipriani se han querellado contra El País ni contra Pedro Salinas y Rosa María Palacios, que han dado muchos más detalles que El País, ni contra Paola Ugaz que ha hablado de tres denuncias.
Y no lo hacen porque a ellos no les dan miedo, no se dejan amedrentar como la víctima. Ellos están curtidos en mil batallas, ellos son los que han destapado todo lo oculto hasta llevar a la clausura del Sodalicio.
Si les llegara una querella harían una fiesta para celebrarlo. Porque el delito ha prescrito pero si hay una querella se pone el contador en cero.
Adelante Cipriani, Opus, queréllense contra El País, Salinas, Ugaz, Palacios…. Sería maravilloso. 🍿🍿🍿🍿🍿🍿🍿🍿🍿
El cardenal Cipriani es inocente.
Todo esto forma parte de un complot contra la Iglesia que busca difamarla, como ocurrio en tiempos de Nerón con la falsa acusación de que los cristianos habían incendiado Roma.
Lo más triste es que la «Iglesia de Francisco» no apoya a los que son perseguidos por las acusaciones de abusos (recuérdese el caso del cardenal Pell, que fue condenado sin que el Papa le defendiera, y luego se demostró su inocencia).
E igualmente para los pocos que sí han caído en ese pecado, en vez de acercarse con misericordia para levantar y no condenar como hizo Cristo con la adúltera, la «Iglesia de Francisco» hace lo contrario y se dedica a lapidarlos.
Cfr Jn 8,11
A mi parecer, el Cardenal debería meter una querella por injurias y calumnias graves contra el País porque si no lo hace, este trapo de periódico seguirá en sus fechorías. Los profesores de Derecho Canónico recomiendan a sacerdotes que son las víctimas de tales calumnias, Yo lo haría ciertamente y lo considero un deber.
Eso lo haría si fuera inocente, pero como es más culpable que el Dioni no lo va a hacer.
Porque además hay más víctimas y más denuncias y la única razón de que no hayan hablado es que los supernumerarios de Cipriani se dedicaron a aterrorizarle con amenazas para que callara. Esas son las pruebas (además de los testigos) de las que habla El País, que el artículo ni lo habéis leído, y de las que hablan todos los periodistas peruanos que conocen este asunto desde hace muchos años.
En Perú lo sabía todo el mundo. A ver si se creen que la gente no se preguntó por qué Cipriani se fue inmediatamente de Perú al cumplir los 75. Son periodistas quienes recogieron el testimonio de la víctima y han tenido las pruebas siempre. Callaron a petición de la víctima, que llevaba muchos años sufriendo una campaña de amenazas él y su familia. Porque la Opusfera de Perú es igual que ustedes: una jauría de hienas fanáticas acosadoras.
Pedro Salinas ha contado toda la historia.
Realiza Carmen acusaciones que superan las del diario país contra Cipriani y supernumerarios del Opus Dei.
Detalla cuáles fueron las medidas disciplinarias: no ir a Perú, no hacer declaraciones, no asistir a eventos, no usar símbolos cardenalicios, etc.
Dice que se trata de una sola víctima y que hay muchos testigos, que el diario País tiene 60 páginas de pruebas de acoso de supernumerarios del Opus Dei a la víctima y a la familia, que Pedro Salinas fue el periodista que informó a Iñigo Dominguez, que todos los periodistas peruanos conocen el asunto.
No dice si los testigos son del abuso o del acoso de supernumerarios.
De no ser así Carmen estaría cometiendo un delito por Internet, con lo que considero que el cardenal Ciprini y el Opus Dei de no querellar al diario país y de pedir se investigue este posible delito de calumnias de una supuesta Carmen bueno le daría la razón a Carmen.
Por ahora, la razón la tiene Carmen y el diario el país.
Hay más de una denuncia. Periodistas peruanos como Paola Ugaz tienen noticias de por lo menos tres denuncias.
¿Has visto a Cipriani querellándose contra Pedro Salinas, Rosa María Palacios…testigos de los hechos que han contado en videos y textos con pelos y señales lo que saben de lo que pasó, cómo ocurrió, por qué ocurrió de esa manera… mucho más de lo que tengo espacio para contar aquí?
No, por la misma razón por la que no se ha querellado contra El País, por la misma razón por la que aceptó las sanciones (que luego ha desobedecido repetidas veces)
Porque ante un tribunal toda su miseria quedaría al desnudo.
«Eso lo haría si fuera inocente, pero como es más culpable que el Dioni no lo va a hacer»
«Carmencito», salao: que aquí todo el mundo sabe que usted es un pedarasta. Ande, ponganos una denuncia si no es culpable. ¿O tiene algo que esconder? Si no se querella es que es un pederasta (según usted mismo). Venga, anímese, verá cómo nos lo vamos a pasar.
Morsamaria (palacios) eres tú ? XD
El Pais todos sabemos su obsesión histórica contra la iglesia. No me sorprende nada.
Pero madre mía ¿quién está al frente de estas filtraciones en el Vaticano? ¿A quién tenemos gobernando nuestra amadísima Iglesia actualmente que permite condenar sin proceso alguno?
Empezando por Pell, Rey, ahora Cipriani. Están siendo víctimas de un cierto nuevo tipo de martirio. Les persiguen por el gran bien que han hecho a través de Dios en sus vidas.
Recemos por Cipriani para que Dios le ilumine y acierte en el mejor modo posible de responder a esta injusticia.
Sin entrar, por mi desconocimiento, en el fondo de este asunto, decir que Lo País cumple con sus objetivos como enemigo declarado de cualquier verdad. Si no le perdonaran sus deudas, iría a la ruina. El problema es que infiltrados marxistas en la Iglesia, como el hoy cardenal Castillo, hallan llegado, con sus formas antievangélicas, a la cúspide de la jerarquía católica.
Menos mal que hay alguien que hace un comentario decente sin hacerse cómplice de pederastas.
Porque criticar a El País en general es perfectamente racional, justo, necesario y procedente, como criticar a cualquier otro medio, que no se salva ninguno, infovat. el que menos.
Pero incluso infovat. a veces dice alguna verdad, rara vez y el País también. Esta vez ha dicho una gran verdad justa y necesaria sobre Cipriani.
Quien quiera saber la Verdad tendrá que componerla de un puzzle de piezas sacadas de aquí y de allí, porque todos mentís mucho cuando os conviene y decís la verdad cuando os conviene.
Solo los fanáticos y los tontos descartan una noticia porque la ha dicho no sé quién. No tienen la capacidad ni la voluntad de comprobar la veracidad por sí mismos.
Queremos los indicios del delito que achacas a Cipriani: deja ya de irte por las ramas.
Bla,bla,bla, pero una denuncia que el propio interesado no sabe el contenido y no puede defenderse, y que la Carmen siga insistiendo en tal despropósito, eso si que me parece de fanaticos y de tontos.
¿Por qué no le dices a tu pederasta favorito que se querelle contra El País?
¿Por qué eres tan tonto que no te da el cerebro para entender por qué se dedica a escribir cartitas plagadas de mentiras que nos constan, porque somos testigos de que miente sobre su obediencia a las sanciones, en lugar de querellarse contra El País?
Porque el fanatismo mata las neuronas. Las tuyas están fritas.
yo creo q «Carmen» es la «sor» lucia caram escribiendo con un pseudonimo.
Siempre se jacta de tener conocimiento «exclusivo» desde dentro del vaticano (asi con minusculas), y siemre despotrica contra la Iglesia
Qué va: lo único que comparte el troll roba-nicks «Carmen» con la Caram es el bigote. Pero en su caso más poblado por ser un maromo. Además, la Caram es algo más lista que este obseso anticatólico, al que no se le ocurre otra cosa que contestar esto al comentario de alexis:
«Menos mal que hay alguien que hace un comentario decente…»
Y alexis sostiene justo lo contrario que él. ¿Comprensión lectora? Cero patatero, que es lo que suele ocurrir cuando uno tiene bajo C.I. y tampoco ha estudiado demasiado. JenW.C. es así. Si al menos cambiara su garrafal sintaxis y esos cansinos giros idiomáticos que sólo emplea él, en vez de sólo el nick…
No, no quieres los indicios, ni quieres las pruebas, porque son públicas, los testigos han dado su testimonio público y no te molestas en buscarlo.
Sólo mientes y sigues soltando la falacia de que aquí te tienen que soltar las pruebas cuando sabes que aquí no se pueden colgar enlaces porque no te publican el comentario.
Conferencia Episcopal peruana: «se le impusieron medidas disciplinarias una vez que se comprobó la veracidad de los hechos.»
Ellos tienen las pruebas y son ellos quienes las tienen que tener. No la jauría de hienas que solo queréis seguir despellejando a la víctima como hicieron durante años.
Carmen, tomate una tila, porque con tus insultos y descalificaciones, lo unico que demuestras es que eres una histerica.
La gente es inocente hasta que se demuestra lo contrario. Y un unico testimonio que denuncia unos supestos hechos de hace 40 años, no es suficiente. Y todo el ocultismo del proceso en el Vaticano, contra Cipriani es muy sospechoso, y para colmo el diario oficial de la masonería experta en calumnias que es Lo Pais, lo publica, con insultos, todavia es mas sospechoso.
No se puede declarar a nadie culpable ni ponerle sanciones sin un proceso civil o canonico. Es asi de simple.
Fred, deje de referirse a CarmenW.C. en femenino: es un tío (el de siempre, además). En Infocatólica lo tienen calado y le borran su bazofia (cuando no le bloquean), por lo que tiene que dar la paliza aquí.
del diario afín al régimen globalistas y satánico que padece ESPAÑA, llamado El País, no se puede creer uno na de na. Está sesgado y podrido hasta la médula. No dice nada más que mentiras cómo catedrales de grande. Es un medio masónico y anticatólico. La VERDAD OS HARÁ LIBRES. VIVA CRISTO REY.
!!Viva Cristo Rey !!!
Se puede esperar más imparcialidad de un artículo sobre los judíos escrito por Hitler o uno sobre el Real Madrid escrito por Joan Gaspart que de uno sobre la Iglesia Católica escrito por el pais.
NO ES JUSTAMENTE, EL DIARIO «EL PAÍS» DE LIMA FAVORABLE A LA VERDAD EN CUENTO PUEDE INVENTAR, DESCUBRIR O CREAR UNA FALACIA CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA, SU JERARQUÍA ECLESIÁSTICA Y CUANTO MÁS CONGREGACIONES O INSTITUTOS DE CONSAGRADOS EN LA VIDA APOSTÓLICA.
CUANTO PEOR AÚN, ES «SU ILUMINADO» CORRESPONSAL EN ROMA, QUE HASTA SE SABE EN QUÉ BAR O CAFETERÍA DE ROMA SE REÚNE PARA OBTENER CIERTAS INFORMACIONES QUE LUEGO REINVENTARLAS PARA UN MAYOR ÉXITO PROFESIONAL (LAS MENTIRAS SE VENDEN MÁS FÁCILMENTE Y EN CANTIDAD QUE LAS VERDADES) Y ASÍ OBTENER UN INDIGNO MERITO EN LAS VENTAS DEL PERIÓDICO QUE LO TIENE CONTRATADO.
¿ COMO CALIFICARLO AL ILUMINADO Y A SU CONTRATANTE ? RUINES Y VILES.
Veo los comentarios un tanto irracionales y faltos de análisis. El Vaticano debe de cumplir los derechos fundamentales y nadie puede ser sancionado sin ser oído. Si así se procede ,esa sanción es nula por contrariar el orden de la justicia y eso es así desde el derecho romano. El problema del Vaticano es que ha convertido el derecho canónico en una emanación de la voluntad pura de una persona, prescindiendo de las garantías elementales del mundo civilizado.
El Cardenal ha visto lesionados sus derechos humanos y eso es innegable, parece lo único cierto y evidente de este asunto que nada tiene que ver con el Opus. Dei, siendo una cuestión puramente personal e individual de una persona que Cardenal o no, ve lesionados sus derechos. No me atrevería a tirar piedras al horizonte de la manera que algunos hacen, en un alarde de temeridad en el juicio y amparados por un anonimato.
La información que menciona Carmen del supuesto periodista que informó a Iñigo Dominguez, el nombre podría ser Pedro Castillo pues en su facebook aparecía, hasta hace unos minutos, la información que Carmen ha subido, supuestamente se trata de un hecho ocurrido en 1983.
Luego, la información desapareció del facebook.
Esta es la parte que copié: El relato de la víctima en la carta enviada al Papa sitúa los hechos en un centro para estudiantes del Opus Dei en Lima, en 1983. Era huérfano de padre, con problemas escolares, y su madre pensó que era buena idea que frecuentara el centro de la Obra. Cipriani se convirtió en su confesor, las confidencias eran cara a cara y llegaron a durar hasta 45 minutos. Cipriani, asegura, le mandaba llamar cada semana: “Me recriminaba con crudeza sobre mis fallos en los estudios o en mi conducta. Llegaba un punto en que me sentía muy mal y algunas veces lloraba…»
Se trata de una acusación no sólo contra Cipriani sino contra el Opus Dei.
¿Y cuál es la acusación del presunto huérfano en lo que ha citado? ¿Que duraba mucho la confesión (dependería de él mismo, que es quien contaba sus pecados)? ¿Que semanalmente le recriminaba su mala conducta o no estudiar? Pues que hubiera estudiado y se hubiera portado bien. Se debería hacer los reproches a sí mismo.
Carmen leí parte de la carta del denunciante anónimo y la fui estudiando como abogado y como escritor.
Subí mi estudio de esa parte de la carta al Facebook de infovaticana.
No niego los otros casos que Ud. menciona pero la carta mencionada deja mucho que desear.
Hay contradicciones evidentes en la mismas y aparecen adultos de confianza que luego parecen desaparecer en las reuniones ante el vicario y tres sacerdotes y ante Cipriani, desaparece la madre de la narrativa y vuelve a aparecer la figura del denunciante sólo como si los adultos de confianza no existieran y se debiera enfrentar a una nueva realidad.
Después de casi cuarenta años y habiéndose alejado de la Iglesia y viendo cómo en Chile Bergoglio trató a las víctimas se decide a enviar una carta a una Iglesia que dejó de lado.
No me voy a referir a los otros casos que Ud. manifiesta conocer pero la carta esa tiene muchos agujeros puede que Ud. pueda llenarlos conociendo el tema.
¿Pero este troll anticatólico qué va a conocer, si sólo copia libelos de internet, cuando no inventa directamente?