Pánico en varias diócesis españolas: rechazan las terapias de conversión para no ser tildados de homófobos

Pánico en varias diócesis españolas: rechazan las terapias de conversión para no ser tildados de homófobos

En España son muchos los obispos, la gran mayoría, que suelen ponerse de perfil con asuntos ciertamente controvertidos. Pero también hay un gran sector que cuando sienten el aliento de algunos medios en la nuca salen rápido al paso para defender la corrección política.

Medios digitales de tirada nacional y algunos canales de televisión como La Sexta además de los típicos medios progres de información religiosa que abanderan la causa LGTB en España, llevan días amplificando y dando bombo a un informe de la Asociación Española contra las Terapias de Conversión cuyo presidente es un tipo que cuando habla de sí mismo se refiere como «nosotras».

Este pseudoinforme señala a varias diócesis españolas en las que al parecer que estarían practicando terapias de conversión: Madrid, Barcelona, Málaga, Getafe, Valencia y Alcalá de Henares y Sigüenza-Guadalajara. Señaladas estas diócesis españolas en el informe de esta asociación LGTB, muchos medios han aprovechado la oportunidad para forzar declaraciones de las diócesis «afectadas».

En todas las respuestas ofrecidas hay unanimidad: todas rechazan esta práctica. Las diócesis y los obispos han decidido dar la espalda públicamente a esos católicos que sienten atracción hacia personas del mismo sexo y que en algún momento de su vida han reclamado ayuda de algún especialista. Las leyes españolas, algunas impulsadas por el PP en varias comunidades autónomas, persiguen este tipo de prácticas y cuentan con el apoyo del propio Papa Francisco quien también, seguramente desde el desconocimiento, se posicionó en contra de ellas. Por enésima vez, fruto de la cobardía episcopal, muchos católicos vuelven a sentirse huérfanos y traicionados por sus prelados quienes por miedo al señalamiento público les han vendido antes por mantener la poltrona.

Respuesta uniforme de las diócesis: no a las terapias

Hace unos días, cuando se desató toda la polémica, ya les informamos que una de las primeras diócesis en posicionarse en contra fue la de Barcelona, con el cardenal Omella a la cabeza. El arzobispado catalán emitió una nota desmarcándose de la organización que ha desarrollado estas prácticas ya que estas organizaciones «están vinculadas a dos empresas privadas que no tienen ningún vínculo con la archidiócesis de Barcelona».

La diócesis de Getafe también ha pegado un importante pendulazo esta semana. Igual un día el obispo, Ginés García Beltrán, sale a criticar la burla vista en las campanadas de TVE contra el Sagrado Corazón de Jesús, que al día siguiente el obispado emite una escuetísima nota para lavarse las manos y decir que «la diócesis de Getafe reitera y subraya su rechazo a las terapias de conversión para personas homosexuales» dejando con el culo al aire a uno de sus sacerdotes, Julián Lozano quien fue hasta hace unos meses director de medios de la diócesis y que ha sido el encargado de organizar charlas en algunas parroquias invitando a personas homosexuales que han dejado atrás esa vida para contar sus testimonios.

Precisamente, a ha sido uno de los que ha roto su silencio y se ha pronunciado sobre esta polémica en sus redes sociales. El sacerdote de la diócesis de Getafe ha explicado que simplemente se limitó a organizar un encuentro llamado “Transformados: de la vida “gay” a la vida en Cristo” en donde se comparten dos testimonios.

En declaraciones a EFE, la diócesis de Sigüenza-Guadalajara ha negado haber organizado terapias de conversión para personas LGTB ni haber recibido denuncia alguna sobre la realización de este tipo de actuaciones. El obispado manchego asegura que ni esta institución ni ningún párroco de la misma ha recibido denuncias y que en caso de que lleguen se pronunciarán al respecto, pero ha subrayado que no han organizado terapias de conversión de la homosexualidad.

En la misma línea se han expresado también las archidiócesis de Madrid y Valencia. El arzobispado de Madrid ha asegurado no haber autorizado este tipo de actividades en sus parroquias y se ha desvinculado de la organización de estas charlas o de la empresa que las imparte. El arzobispado valenciano también se ha desmarcado y asegura que «no está en ese tipo de prácticas» dejando vendido a uno de sus sacerdotes, Juan Andrés Talens, quien ha organizado charlas en parroquia con personas que ahora viven en castidad su orientación sexual.

Además, cabe señalar que el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, también manifestó públicamente durante una rueda de prensa ofrecida en Añastro a comienzos del pasado mes de octubre su oposición a este tipo de prácticas.

Munilla: la voz a contracorriente

Por ahora, en España solo hay un obispo que se haya atrevido a romper el consenso en esta materia y es el siempre valiente monseñor José Ignacio Munilla, obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante. Munilla alzó la voz el pasado mes de julio cuando estalló la polémica en Valencia sobre las terapias que al parecer impartía un profesor en un colegio católico valenciano. Monseñor Munilla dijo desde su programa Sexto Continente en Radio María que con estas noticias se pretende «meter miedo y quiere impedir la libertad del acompañamiento de las personas que libremente piden ser acompañadas en la ayuda que tienen derecho a pedir para abordar sus problemas personales».

Sobre el sentido de la prohibición de estas terapias, el obispo de Orihuela-Alicante remarcó que «el cambio de sexo está permitido para quien lo desee pero en cambio se persigue legalmente a quien libremente trate de tener una supuesta terapia psicológica para revertir su orientación homosexual. ¿Cabe una contradicción más flagrante?», se preguntaba Munilla.

«Es como si se dice que aquí todo el mundo tiene derecho a salir del armario pero por la puerta que tú me digas», reprochaba el obispo quien al mismo tiempo pedía «reivindicar la libertad y también la libertad para la ciencia» porque resulta «increíble que a un psicólogo se le prohíba hacer terapia». Munilla ha reivindicado el derecho a poder elegir tener acceso a una terapia psicológica para revertir la homosexualidad.

Monseñor Munilla hizo hincapié en que hay personas con tendencia homosexual que no se dejan llevar por el discurso del lobby LGTB y «que piden ayuda para ser acompañadas espiritualmente y acompañar las heridas afectivas de su vida que están ligadas a sus inclinaciones homosexuales y lo perciben».

Recomendamos a nuestros lectores la lectura del interesante artículo publicado en Religión en Libertad donde se desmontan los bulos de esta campaña.

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