El obispo de la diócesis de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha dedicado su carta pastoral de esta semana a la polémica de la semana: la burla a los cristianos vista en las campanadas de TVE.
En su misiva, el prelado cordobés denuncia que «los cristianos hemos sido objeto una vez más de burla y escarnio con ocasión de la despedida del año viejo y estreno del año nuevo 2025, en TVE». Para Demetrio Fernández, «los sentimientos religiosos cristianos han sido atacados con la burla blasfema al Sagrado Corazón de Jesús».
«Mi reprobación más absoluta a actos como este, que traspasan todas las barreras del respeto mutuo, de la convivencia democrática y de la vergüenza humana. Además, son actos que se repiten con cierta frecuencia en este mundo occidental de hondas raíces cristianas por parte de los que quieren arrancar tales raíces», escribe en la carta el obispo andaluz.
Monseñor Demetrio Fernández subraya que «cuando una persona actúa así, ha perdido en mucho su dignidad humana. Y la burla agresiva esconde heridas inconfesables, que hacen sufrir -y mucho- al que las padece». Además, añade que «si detrás hay un apoyo institucional, sea del gobierno de turno, sea de los poderes reinantes, sea de quien sea, más grave todavía».
El obispo de Córdoba confiesa que entiende las protestas de miles de cristianos que han levantado la voz estos días para denunciar esta burla pública hacia Cristo «al verse ofendidos y atacados en sus sentimientos más hondos». Sin embargo, Demetrio Fernández explica que aunque la reacción natural sea la de «de devolver ataque con ataque, insulto con insulto, y de esta manera no arreglamos nada, o no llegamos al fondo de la cuestión».
Reaccionar según el Evangelio
En su reflexión, monseñor Demetrio expone que «en el núcleo del mensaje evangélico se encuentra la enseñanza de Jesús: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian Pues, si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman […] Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo” (Lc 6, 27-35).
El obispo resalta en su carta que «así ha actuado Jesús, no sólo de palabra, sino con sus actitudes vitales. Así ha muerto Jesús, perdonando desde la Cruz a los que estaban matándole con todo tipo de torturas». Para Demetrio Fernández, «aparentemente, esa actitud de Jesús y de los mártires parece una actitud pasiva, de tolerancia, de conformismo. Y muchos piensan que así no arreglamos nada. Nada más lejos de esto. Quienes adoptan esta actitud, comenzando por Jesús y siguiendo por los mártires y por todos los que soportan cualquier tipo de ofensa, ponen en acto uno de los resortes más potentes del corazón humano».
El prelado insiste en afirmar que esa actitud cristiana con el enemigo será «la gran novedad que cambiará el mundo» porque «esta reacción cristiana, la de Cristo y la de los mártires, es la novedad que redimirá al mundo de sus culpas y pecados. Es la única actitud que sanará las heridas más profundas de las que supuran los insultos y las vejaciones».
Demetrio Fernández reconoce que estas burlas solo se atreven a hacerlas con los cristianos porque si lo hacen con otras religiones «la reacción sería de tal calibre y la venganza seria de tal tamaño que nadie se atreve ni siquiera a intentarlo». El obispo de Córdoba defiende que «sólo son capaces de hacerlo con los cristianos, porque saben que sólo ellos son capaces –no todos- de reaccionar como reacciona Cristo y reaccionan los mártires».
El obispo de Córdoba concluye su carta semanal animando a que «ante estos hechos que lamentamos y reprobamos» un cristiano sea capaz de «amar más, amar de otra manera, reparar la ofensa, sanar las heridas de donde salen esos insultos con un amor que no brota de la carne ni de la sangre, sino de Dios».