Obispo de Córdoba
“Me siento muy contento de haber sido llamado por el Señor para esta tarea. Es un trabajo que lleva consigo su sacrificio pero que me ofrece muchas satisfacciones. Es una vida bien gastada y muy fructífera.” Así resume don Demetrio su vida dedicada al servicio de la Iglesia.
Dicen sus amigos que es un obispo que hace de obispo, que está permanentemente en la calle, no encerrado en su despacho sin que le vea nadie y sin que nadie sepa lo que hace, sino en parroquias, con asociaciones, con su clero y con su pueblo.
Nació en Puente del Arzobispo (Toledo) el 15 de febrero de 1950, en el seno de una familia cristiana. Sintió la llamada de Dios al sacerdocio en edad temprana. Ingresó en el Seminario de Talavera de la Reina y ,al cerrar éste pasó al Seminario Menor de Toledo.
Es maestro de Enseñanza Primaria.
Fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1974 en Toledo, , por el cardenal Marcelo González Martín, y ha ejercido su ministerio sacerdotal siempre en la diócesis de Toledo. Fue coadjutor de “El Buen Pastor”, en Toledo (1974-1977) y capellán del Colegio Vedruna (1976).
Fue enviado a cursar estudios en Roma (1977-1980), siendo alumno del Colegio Español, donde obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana. Más tarde obtendrá el doctorado en teología por la Pontificia Universidad Salesiana, bajo la dirección del profesor Angelo Amato, actual Prefecto de la Congregación para las causas de los Santos. En 1980 se le nombra profesor de Teología en la asignatura de Cristología y Soteriología en el Seminario Mayor “San Ildefonso” de Toledo. Fue coadjutor en la parroquia “Santos Justo y Pastor” y en “San Ildefonso” de la capital toledana. En 1983 fue nombrado Consiliario diocesano de las Mujeres de Acción Católica. Y ese mismo año, al ponerse en marcha el Seminario Mayor “Santa Leocadia” para vocaciones de adultos, fue nombrado Vicerretor (1983-1986), y posteriormente Rector del mismo 1986-1992).
En 1992 D. Marcelo González Martín lo nombra Provicario General. En 1996, ya con D. Francisco Álvarez en la sede toledana, fue nombrado párroco de la Iglesia de Santo Tomé de Toledo, donde permaneció hasta su nombramiento como obispo.
Fue nombrado Obispo de Tarazona el 9 de diciembre de 2004. Un mes después tomaba posesión. Ha sido obispo asesor del Orden de las Vírgenes en España.
Tras cinco años de servicio en la diócesis aragonesa, el papa Benedicto XVI lo nombró obispo de Córdoba el día 18 de febrero de 2010 en sustitución de Juan José Asenjo Pelegrina, tomando posesión del cargo el 20 de marzo del mismo año.
Sobre el cambio de Aragón a Andalucía comentaba que le costó menos trabajo adaptarse a Córdoba, puesto que “el andaluz es más expresivo y simpático.”
El seminario de Córdoba se mantiene en 36 seminaristas, y ha habido 8 incorporaciones nuevas en el curso 2012-2013, para 5 ordenaciones.
En la CEE ha sido miembro, desde 2005 a 2011, de las Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe y para la Vida Consagrada. Desde 2011, de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades y pertenece a la Comisión de Relaciones Interconfesionales. Tiene publicaciones de teología, historia y espiritualidad, así como numerosos artículos en revistas especializadas.
Para Fernández, “en la familia está el futuro de la humanidad, en la familia que responde al plan de Dios”.
Fue criticado por afirmar, citando al Cardenal Ennio Antonelli, que La Unesco tiene un plan para hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual.
Obispo del siglo XXI, muy activo en prensa y en el uso de las nuevas tecnologias, también destaca por sus palabras en defensa de la vida. Tiene un perfil en la red social Twitter.
En una carta pastoral advertía que “la ideología de género destroza la familia y rompe todo lazo del hombre con Dios a través de su propia naturaleza”.
En otra carta pastoral el Obispo rebatía a Karl Marx, “La caridad cristiana retrasa la justicia (decía Marx). No, no la retrasa. Al contrario, la estimula para hacer un mundo más solidario y fraterno. Y hasta que llegamos a esa meta, salimos al encuentro del hermano para compartir hoy, quitándonoslo de nuestra boca. Es una caridad que proviene del ayuno.”
Hablaba también de lo que el mundo de hoy necesita: “Nuestros contemporáneos necesitan amor, necesitan compasión, incluso ternura. En un mundo en que tenemos de todo, falta a veces ese amor generoso, que brota como respuesta generosa al amor que Dios nos tiene.”
Algunas voces pedían que la Catedral de Córdoba se cediera parcialmente para uso musulmán, y la respuesta de Don Demetrio fue contundente, en defensa de la catolicidad de la Catedral de Córdoba: “la Catedral no puede dedicarse al culto musulmán ni parcial, ni total, ni a tiempos ni a destiempos, aunque hoy se lleve mucho el tema de la tolerancia. Yo soy muy tolerante, no faltaba más, pero hay cosas muy íntimas que no se comparten. Este templo, que antes fue basílica cristiana, hace ocho siglos y medio que fue consagrado como catedral; ya ha dado tiempo a darnos cuenta de que hemos cambiado de religión. Y no aspiro, quizá fue una mala interpretación periodística, a que se llame solo Catedral, sino Catedral, antigua Mezquita”.
Para que no le den gato por liebre, marca bien lo que significa diálogo interreligioso, y lo que no significa, y para el obispo no significa cederles la catedral a los musulmanes para rezar a Alá: “Tengo buenas amistades con el mundo musulmán. En cuanto al diálogo interreligioso, pues cada uno en su casa y dios en la de todos, nunca mejor dicho.”
Preguntado sobre si conduce su coche dice con humor: “Yo soy el chófer del obispo. Tengo chófer, pero somos dos, él y yo. No me gusta nada conducir, pero cuando voy a la visita pastoral el chófer, que es también secretario, se queda aquí. Hay muchas cosas que hacer de gran ayuda al obispo.” No oculta su admiración hacia Benedicto XVI: “tendrá un influjo, aunque aún no lo podemos medir al estar muy cercano. le ha puesto nombre al relativismo y a la dictadura del relativismo con una claridad meridiana, como nadie se ha atrevido. O con la tolerancia cero contra la pederastia. Eso ha sido clave, y clave para toda la Humanidad, porque pederastia y pedofilia hay en muchos ámbitos, en muchas instituciones, y sin embargo el Papa fue tajante.” Fue uno de los primeros obispos de España que celebró la Eucaristía según la forma extraordinaria, lo que le valió alguna crítica.