El boletín oficial de la Santa Sede ha hecho pública la aceptación de la renuncia de monseñor Bernardo Álvarez como obispo de Tenerife.
Mes y medio es lo que ha tardado el Papa Francisco en jubilar a Bernardo Álvarez, obispo de la diócesis de Tenerife. A pesar de que hay varios obispos españoles con la renuncia presentada mucho antes que él, el Pontífice ha decidido apartarle de sus funciones tras presentar su renuncia oficialmente el pasado 29 de julio cuando cumplió 75 años.
De este modo, a partir de este momento, la diócesis está en “sede vacante” ya que el Papa no ha nombrado por ahora a ningún sucesor. Por ello, cesa la potestad de los vicarios generales y episcopales, y quedan disueltos el Consejo Presbiteral y el Consejo Diocesano de Pastoral, correspondiendo al Colegio de Consultores el gobierno de la diócesis hasta el nombramiento del administrador diocesano. En el caso de la diócesis nivariense, la Santa Sede ha dispuesto que se proceda a la elección del administrador diocesano por parte de dicho organismo.
Según los medios diocesanos, Bernardo Álvarez había pedido que este proceso de su renuncia se realizara lo antes posible debido a su estado de salud. En este sentido, al final de la Misa del pasado 4 de septiembre, en el decimonoveno aniversario como obispo Nivariense señaló: “Damos gracias a Dios por estos 19 años al frente de esta diócesis. Espero que, pronto, el Papa nombre a otro obispo porque estoy delicado de salud. Un obispo que sea capaz de pastorear esta diócesis con espíritu de servicio y de amor a todas las personas. Les invito a rezar por mí para que el Señor me dé fortaleza y paciencia para afrontar la situación que estoy viviendo. También oremos los unos por los otros, por esta diócesis, para que el Señor nos mande un buen pastor”.
Obispo de Tenerife desde 2005
Nacido el 29 de julio de 1949 en Breña Alta, en la Isla de La Palma, realizó el Bachiller Elemental y Superior en Santa Cruz de La Palma, finalizando en el año 1967.
Aunque parecía que tenía vocación de arquitecto, abandonó la escuela de aparejadores de La Laguna cuando llevaba dos años, para ingresar en el Seminario Diocesano de Tenerife en octubre de 1969.
Su primer destino fue en la Isla de la Gomera, como Párroco de Nuestra Señora de la Encarnación y de San Marcos Evangelista, de 1976 a 1980. De 1980 a 1982 fue Párroco de San Pío X y encargado de San Isidro, en la Isla de la Palma.
De 1983 a 1986 continuó en la Isla de La Palma pero como Párroco de San Miguel Arcángel y de Nuestra Señora del Carmen. Después pasó a la Isla de Tenerife donde fue, de 1986 a 1987, Párroco de San Fernando Rey y de San Martín de Porres y Arcipreste de Ofra. Además, ejerció de Director Espiritual en el Seminario Diocesano de Tenerife, desde octubre de 1987 a julio de 1992.
Fue también Secretario de la Asamblea Diocesana de octubre 1988 a junio 1989 y secretario de la Vicaría de Pastoral de la Diócesis de Tenerife, desde octubre de 1987 a julio de 1992, y desde septiembre de 1994 a mayo de 1999. Delegado Diocesano de Liturgia desde octubre de 1989 a julio de 1992.
Durante dos años, de 1992 a 1994, viajó a Roma para cursar estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana, adquiriendo el título de Licenciado en Teología Dogmática.
Recibió la ordenación Episcopal el 4 de septiembre de 2005 en la Catedral de La Laguna, de manos del Nuncio Mons. Manuel Monteiro de Castro así como otros Obispos asistentes, convirtiéndose así en el obispo número XVII de la Diócesis de Tenerife.
En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios.
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Qué ligeros con unos y qué tardíos con otros.
Una vergüenza muy grande, que haya otros cuyo nombre prefiero omitir, que hace años deberían estar fuera de circulación por enfermedad o incompetencia y ahí siguen. Hay un caso flagrante de uno gravemente enfermo y que pronto hará dos años de su renuncia y aún está al frente de la diócesis, haciendo todo el mal posible por haberla dejado en manos de esbirros.
«Acepta la renuncia»… dejémonos de eufemismos. Bergoglio destituye al obispo de Tenerife. Y punto.