Mauro Piacenza, quien fuera Penitenciario Mayor durante más de 10 años, ya no podrá participar en un futuro Cónclave.
Con el rumor de fondo de que el Papa Francisco pueda crear nuevos cardenales en las próximas semanas, sigue el goteo de purpurados que pasan a engrosar la lista de cardenales no electores. Tras haber cumplido 80 años, el cardenal Mauro Piacenza, uno de los pesos pesados de la curia vaticana en estos últimos años ya no podrá optar al trono de Pedro.
De este modo, a día de hoy hay un total de 236 cardenales de los cuales 123 son electores y 113 no son electores.
¿Quién es Mauro Piacenza?
El cardenal Piacenza nació en Génova, Italia, el 15 de septiembre de 1944. A los veinte años, entró en el seminario mayor de la archidiócesis de Génova y después del programa de formación regular, fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre 1969, por el que era entonces arzobispo, el conocido cardenal Giuseppe Siri.
Inicialmente desempeñó su ministerio como vicario en la parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo y Santa Inés, por cinco años, hasta 1975. Fue, desde 1973 hasta 1978, confesor y director espiritual del seminario mayor. En 1976, se graduó summa cum laude en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense.
En 1986 fue nombrado canónigo de la catedral metropolitana. De 1980 a 1990 fue asistente diocesano del Movimiento eclesial cultural y profesor de religión en el liceo estatal Cristóbal Colón. Con respecto a la formación en la vida consagrada, fue visitante de muchas comunidades religiosas. En los años 1975 a 1990 fue capellán de las Hijas de San José de Génova y en 1977 se convirtió en director.
Predicó muchos retiros al clero, seminaristas, comunidades monásticas y religiosas, y laicos que participan en el mundo de la cultura. Ha editado numerosos artículos y publicaciones sobre diferentes asuntos entre los que destacan los de formación del clero, aquellos que tratan sobre las relaciones entre las comunidades religiosas y la comunidad política, y aquellos que versan sobre la meditación de los tiempos litúrgicos.
Su servicio en la Santa Sede
En 1990 fue llamado al servicio de la Congregación para el Clero, donde fue jefe de la oficina desde 1997 y Secretario desde el 2000.
El 13 de octubre 2003 el Papa Juan Pablo II le nombró presidente de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia, elevándolo a la dignidad episcopal y le asignó la Iglesia titular “Vittoriana”. Fue ordenado obispo en la catedral de Génova, por el que era entonces arzobispo, el cardenal Tarcisio Bertone.
El 28 de agosto de 2004, el Papa Juan Pablo II le nombró también presidente de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra. Durante los tres años que pasó en las dos Comisiones Pontificias, impulsó una serie de iniciativas para la promoción del arte sagrado.
El 7 de mayo de 2007 el Papa Benedicto XVI le nombró secretario de la Congregación para el Clero, elevándolo a la dignidad de arzobispo. Durante el Año Sacerdotal – celebrado en los años 2009/2010 – promovió, junto con el cardenal prefecto, una serie de iniciativas, entre ellas la conferencia teológica internacional sobre el tema “Fidelidad de Cristo, fidelidad de los sacerdotes”.
El 7 de octubre de 2010, sucedió al Cardenal Hummes como prefecto de la Congregación para el Clero.
En diciembre de 2011, Piacenza trasladó, a través de una carta, la “inmensa admiración y gratitud” de la Iglesia hacia las madres de los sacerdotes. En ella, indicaba que la vocación sacerdotal tiene, en la familia y el amor a los padres, el “terreno fértil”, pero que la participación de la madre es “única y especial”.
Creado cardenal en 2010
Benedicto XVI lo creó cardenal en el consistorio del 20 de noviembre de 2010, de la diaconía de “San Paolo alle Tre Fontane”. En la Curia es miembro de las Congregaciones para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, para la Educación Católica y para los Obispos. También es miembro del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.
El Papa Francisco lo cesó como Prefecto de la Congregación para el Clero el 21 de Septiembre de 2013, nombrándolo en el mismo día Penitenciario Mayor de la Iglesia. Con algunos problemas de salud, el Domingo de Pascua de 2013 se desmayó al lado del Santo Padre y tuvo que ser trasladado al hospital.
El cardenal Piacenza fue sustituido el 6 de abril del 2024 como Penitenciario Mayor por el cardenal Angelo De Donatis.
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Sorprendente que casi la mitad de los cardenales tengan más de 80 años.
Tan mala es la gerontocracia cono la gerontofobia, pero el devenir de la historia nos demuestra que las sociedades regidas por consejos de ancianos terminan anquilosadas, tenemos el ejemplo de la URSS antes de su disolución por el agotamiento de su modelo de sociedad, el comité central del PCUS era un geriátrico.
Por eso sigo sin entender porque ahora en la Iglesia siguen sin nombrarse para cargos como obispos y cardenales a personas jóvenes si demuestran estar preparadas. En otras instituciones ya se ha dado el paso, puedes encontrarte con ministros de treinta o cuarenta años.
En el último consistorio se nombró a un cardenal que aún no había cumplido 50 años: el cardenal Alves Aguiar y en el penúltimo a otro: el cardenal Marengo y años antes Francisco había hecho lo propio con el cardenal Nzapalainga. Tampoco es que sea una novedad de Francisco. Juan Pablo II ya hizo lo propio en 1994 con el cardenal Puljič. Obispos de menos de 50 años hay al menos 100, incluyendo los de las iglesias orientales. Tampoco es ninguna novedad. Al obispo Aubry, que pasó a emérito el año pasado, le ordenaron con menos de 34 años y al arzobispo de Noumea, aún en activo, con 35 años como auxiliar y pasó a ser arzobispo con 37.
Hay un error en el segundo párrafo. Dice que ya no podrá optar al trono de Pedro cuando lo que no podrá hacer es elegir a un nuevo sucesor al trono de Pedro. No hay límite de edad para optar al trono de Pedro.
¿Pero este era «de los nuestros»? Es que no sé si hay que lamentarse o respirar aliviados.
Normativa absurda: un hombre de más de 80 años no se considera apto para emitir su opinión de quien está más cualificado para ser papa. Pero otro de 87 años se considera plenamente capacitado para regir la Iglesia Universal y tomar múltiples decisiones cada día
Pues tenemos unos antecedentes que no son para tirar cohetes. Uno que decidió renunciar, cuando tenía ya sus buenos 85, ojo, y vivió 9 más. Otro que vivió 84 y daba lástima verlo pero no se iba ni con agua caliente. Otro con 65 pero que duró 33 días.
Estamos demasiado acostumbrados a depender del poder y de los políticos. Necesitamos su bula para pensar como ellos nos digan. Y detrás de uno viene otro, ni mejor ni peor. Tú eres el que tiene que ser mejor cada día, en primer lugar para ti mismo.